La psicología, "factor clave" para la investigación criminal y resolución de un delito
La importancia de la psicología en una investigación policial se está convirtiendo en una de las piezas fundamentales a la hora de ayudar a resolver un delito grave. Por ello, en los últimos tiempos, se están implantando equipos compuestos por psicólogos y criminólogos que tienen como fin ayudar a los profesionales y proporcionarles sugerencias sobre vías de investigación basadas en el análisis psicológico del delito.
10/2/2019 - 11:56
LOGROÑO, 10 (EUROPA PRESS)
La importancia de la psicología en una investigación policial se está convirtiendo en una de las piezas fundamentales a la hora de ayudar a resolver un delito grave. Por ello, en los últimos tiempos, se están implantando equipos compuestos por psicólogos y criminólogos que tienen como fin ayudar a los profesionales y proporcionarles sugerencias sobre vías de investigación basadas en el análisis psicológico del delito.
Nuevos cauces de ayuda que pretenden dar "una respuesta eficaz" a todo tipo de delitos y que atienden a la necesidad de estudiar tanto a la víctima como al delincuente desde el punto de vista psicológico. Agresiones, abusos a menores, robos, violaciones... analizar la conducta y el comportamiento del delincuente pero, más aún, realizar un análisis victimológico son elementos de primer orden que, en muchos casos, resultan fundamentales para esclarecer un suceso.
En este sentido, la psicóloga y docente del grado de Criminología de UNIR, Agustina Vinagre, aclara a Europa Press que "hasta hace pocas décadas se estudiaba solo al delincuente y al delito pero no a la víctima". Con el paso del tiempo y los estudios, se ha ido demostrando que la víctima "es un agente fundamental y, como alguien que sufre, hay que saber tratarla de la mejor forma posible, porque queremos conseguir resultados para solucionar su caso".
El primer paso "siempre había sido encontrar al culpable y la víctima había sido un agente pasivo aunque ahora (desde hace cuatro o cinco décadas) todo ha cambiado". Para ello -recalca- "el uso de la psicología a la hora de tratar y entender a la víctima facilita mucho la tarea de la investigación".
De esta manera, los beneficios de la psicología se están implementando, cada vez más, en el mundo criminal gracias a sus buenos resultados siempre que se realice "con rigor, seriedad y ofreciendo datos reales".
Realizar análisis psicológicos de la víctima, por un lado, y del delincuente por otro "pueden ayudarnos a conocer el comportamiento de los agentes humanos implicados en llevar a cabo ese delito". Por ello se establecen unos pilares básicos a la hora de enfrentarse a la resolución de un caso que se sustentan en el delito, en los agentes sociales, el delincuente y la víctima.
"NO PRESIONAR A LA VÍCTIMA"
Aún así, el trabajo con las víctimas es "muy complicado" y hay que tener "ciertas herramientas que nos ayuden a empatizar con ellos". Son personas que, en muchos casos, llegan en estado de shock, de trauma, de dolor, de impacto emocional... ante ello "lo más importante" según la profesora de la UNIR es "no presionar a la víctima" porque entonces "se puede bloquear todavía más".
Para poder establecer comunicación con la víctima hay que enseñar a los investigadores y formarles "en cuáles son las características o los aspectos que puede presentar la víctima en un momento de trauma".
"Que ellos sepan que en una situación traumática seguramente la víctima estará en estado de shock, tendrá alteraciones de la memoria o incluso no quiera hablar... para ello hay ciertas pautas que pueden ayudar a la comunicación como dejarle un tiempo para que se pueda recuperar, no presionarla, tener en cuenta los silencios y, sobre todo, informarle en todo momento de porqué le pedimos las cosas o qué estamos haciendo".
Se trata de ayudar "a disminuir su nivel de ansiedad, de calmarla y que sienta que no es un objeto sino que trabajando juntos podemos llegar a la resolución de un caso". En todo ello, desde el punto de vista psicológico "intentamos formar a nuestros investigadores policiales".
MÉTODO V.E.R.A.
Agustina Vinagre ha querido poner en alza también el trabajo de Juan Enrique Soto, inspector Jefe de la Policía y profesor del Grado en Criminología de UNIR con quien realizó hace escasas semanas la openclass 'Investigación Criminal del Delito' y que ha creado el método V.E.R.A. (víctima, escena del delito, reconstrucción y autor) con la víctima en primer lugar y que resulta "fundamental" para llevar a buen puerto una investigación.
Con respecto a los perfiles de las víctimas o los delincuentes, la experta de la UNIR lo tiene claro. "No hay rasgos comunes que determinen un perfil concreto. Aunque tengamos que intentar unificar ciertos criterios y esto haga que haya rasgos que se parezcan sería muy difícil hacer un perfil concreto. Hay víctimas que, entre ellas tienen rasgos similares, igual que delincuentes, pero solo es eso. Lo demás sería muy atrevido".
Psicología y criminología se encuentran así "más unidos que nunca" aunque, como explica Vinagre, "todavía nos quedan muchos retos a los que hacer frente". Entre ellos, marca como fundamental "la formación en investigación criminal del delito, también en el ámbito de la victimología y, sobre todo, en conocer un poco más de la motivación que puede llevar a un delincuente a cometer ciertos hechos".
FORMACIÓN
Se trata de "formar a los profesionales que tratan en este ámbito" y desde esa premisa trabajan en la UNIR. "Queremos formar criminólogos que salgan al ámbito laboral de la intervención con una formación académica potente y rigurosa que adquieran conocimientos y tengan una base realmente cimentada en estudios empíricos serios pero, al mismo tiempo, que haya también un aprendizaje y un soporte práctico. No solo ofrecemos la visión académica, que es lo clásico, sino también queremos que nuestros alumnos trabajen en casos reales y tengan un equilibrio entre ambas".
La psicología criminal pretende "entender qué motivaciones tiene el delincuente, que tipo de toma de decisiones lleva a cabo, porqué delinque y porqué elige una víctima y no otra. Para ello es fundamental la formación". Tenemos que "analizar las conductas y comportamientos pero nunca podremos meternos en la mente de un criminal".
Nuestro fin es "estar en medio de ambos y en constante equilibrio porque trabajar con sufrimiento humano es muy difícil y tienes que mantenerte a una cierta distancia porque sino, no puedes ayudar a la persona. Tienes que hacer también un trabajo contigo misma para implicarte lo justo porque lo único cierto, después de más de 30 años de trabajo en este ámbito, es que la realidad supera con creces la ficción".