Las personas con discapacidad siguen reclamando accesibilidad y empatía
En su Día Internacional, el martes 3 de diciembre, enfatizarán en la soledad y aislamiento que sufren, especialmente las mujeres. Las reivindicaciones continúan siendo las mismas de siempre, e igual de necesarias, porque sigue haciendo falta concienciarse "sin barreras físicas ni mentales"
Plaza de aparcamiento adaptada, con rampa desde la acera, para personas con discapacidad y movilidad reducida en la calle Duquesa de la Victoria de Logroño · Javier Alfaro (GENTE)
La soledad es problemática para cualquiera y más aún para las personas con discapacidad que se ven aisladas muchas veces
Javier Alfaro · GENTE en Logroño
29/11/2019 - 05:25
“Mi casa es como una caja de la que no puedo salir”, “mis amistades ya no vienen a verme”, “no puedo acceder a la información o comunicarme”, “no tengo el control de mi vida”, “nadie cuenta conmigo”, “no puedo hacer todo cuanto me gustaría”, “no tengo recursos para llevar una vida adecuada”, “llevo sufriendo abusos y acoso toda la vida por mi discapacidad”, “debo renunciar al deporte, al ocio y a la cultura, principalmente, por falta de accesibilidad”, “vivo en un pueblo y no tengo acceso a recursos que puedan hacer mi vida menos dificultosa”, “la gente no se pone en mi lugar y por eso no se relaciona conmigo”, “se creen que por tener una discapacidad ya tengo impedidas mis facultades para pensar por mí misma”...
Hay tantas frases así como personas con discapacidad no solo en La Rioja, sino en toda España y, probablemente, en todo el planeta. Son reflexiones que el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) ha recogido con motivo del Día Internacional y Europeo que conmemora a las personas a las que representan y que tendrá lugar el martes 3 de diciembre. Este año se hará hincapié en la soledad no deseada que muchas de estas personas sufren a diario.
“Si la soledad para una persona sin discapacidad ya es una problemática importante, para una persona que sí la tiene la situación se agrava aún más, ya que tiene menos posibilidades y menos recursos para poderse valer por sí misma”, subraya a GENTE Javier Muñoz, secretario general del Cermi en La Rioja.
La soledad no querida en este grupo social no es uniforme. Los que están en mayor riesgo de exclusión son quienes más expuestos están a la soledad no deseada: personas mayores, aquellas que han vivido una infancia víctima de violencia, personas con discapacidad intelectual y del desarrollo o con problemas de salud mental, con discapacidades sobrevenidas en la vida adulta o en la edad avanzada; y, en general, aquellas con grandes necesidades de apoyo para su autonomía.
Según explican desde el Cermi, factores diversos como el género, la edad, el tipo de discapacidad, la procedencia y el lugar de residencia, entre otras cuestiones, provocan más soledad. Además, desde el área de Mujer de la entidad señalan que en el caso de estas personas, la soledad no deseada suele tener, generalmente, rostro de mujer.
Según los estudios sociológicos con los que se trabaja en este comité, más de un 20% de las personas con discapacidad viven solas y un 38% de este porcentaje lo hace en soledad no deseada. Además, un altísimo tanto por ciento, en concreto el 74%, de quienes viven solas son mujeres.
Estos estudios revelan que la ausencia de vínculos y relaciones sociales intensas, también llamados ‘miseria relacional’, es un hecho agravado en las personas con discapacidad.
“La soledad no querida es un fenómeno en crecimiento, con un alto coste humano, social y sanitario que ha de ser objeto transversal de acción de las políticas públicas, presentes y futuras”, indican desde el Cermi estatal.
En el manifiesto que se leerá el día 3, a las 11 de la mañana, en el Parlamento de La Rioja y al que ha tenido acceso GENTE, recordarán que “la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad obliga a eliminar los estereotipos desfavorables hacia este grupo social, para lo cual los estados han de accionar percepciones positivas y una mayor toma de conciencia sobre el valor de las personas de este colectivo y de su contribución a la sociedad. Este tratado de los Derechos Humanos Universales gira en torno a dos valores irrenunciables, la inclusión y la vida en comunidad, dos de las herramientas más poderosas para mitigar el aislamiento y la soledad no deseada de las personas con discapacidad. Además, la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas imponen que ninguna persona se quede al margen ni atrás”.
Muñoz pide que “se cumplan las normativas ya existentes” como las recogidas en la citada convención y considera necesarias “más normas más adecuadas para este grupo social”.
REIVINDICACIÓN NECESARIA
Este colectivo es muy heterogénero y engloba a personas con enfermedades incapacitantes, parálisis parciales o totales, con discapacidades más o menos conocidas como las que limitan la movilidad, la audición, la comunicación o la vista, entre otras muy diversas.
En todos los casos las reivindicaciones siguen siendo las mismas de siempre, e igual de necesarias. El porqué es sencillo, aún hace falta concienciarse.
Desde el Cermi reclaman, en líneas generales, que las personas con discapacidad puedan hacer una vida sin restricciones, decente, intensa y extensa, que permita su participación sin aislamiento ni soledad forzosa, haciendo realidad una inclusión real que permita la mejora personal y colectiva de todas ellas.
Para Muñoz lo más básico sigue siendo “la accesibilidad universal y un mundo para todos, donde se eliminen todo tipo de barreras, tanto las físicas como las mentales, para que todas las personas con discapacidad puedan hacer su vida lo más organizadamente posible”.
También se trabaja en disminuir el desempleo dentro del colectivo. En este sentido, el día 12 tendrá lugar un seminario al respecto en la Casa de los Periodistas de Logroño. Otra de las reivindicaciones necesarias pasa por el cumplimiento de la Ley de Dependencia o de facilitar las fórmulas de vida inclusivas en la comunidad. También impulsar campañas contra los estereotipos negativos de este grupo social, fomentar el apoyo a familiares y cuidadores, crear programas contra las situaciones de abusos y acoso, favorecer las redes sociales y vecinales, así como el voluntariado activo de las personas con discapacidad.
Asimismo, solicitan medidas para empoderar a los mayores y para facilitar su adaptación al mundo digital, tener en cuenta a las personas con discapacidad en las estrategias de desarrollo rural y facilitar los programas de intervención en las situaciones de soledad no querida y la investigación en este sentido.
Colaborar es tan simple como concienciarse y enseñar a los más pequeños a respetar a los demás, así como a ayudar a quien lo necesita. Un buen ejemplo sería aprender el lenguaje de signos para comunicarse con personas sordas o destinar, cada semana, unas horas del tiempo libre a hacer voluntariado en el ámbito de la discapacidad.
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