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diócesis de león / acepta la renuncia de Julián López Martín

El Papa nombra obispo de León a Luis Ángel de las Heras, que ejercía en Mondoñedo-Ferrol

La Nunciatura Apostólica en España acaba de comunicar que el Papa Francisco ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la Diócesis de León presentada por Julián López Martín el pasado día 21 de abril por razones de edad según indica el Código de Derecho Canónico. Y al tiempo ha nombrado como su sucesor en la sede legionense a quien hasta ahora ha sido obispo de Mondoñedo- Ferrol, Luis Ángel de las Heras Berzal, CMF. Hasta el próximo 19 de diciembre, día de entrada en la Diócesis del nuevo obispo, Mons. López Martín asume el oficio canónico de administrador apostólico y continuará al frente del gobierno ordinario de la Diócesis en una etapa con la que completará los ya más de dieciocho años al servicio pastoral de la Iglesia legionense, para la que fue nombrado obispo por el Papa San Juan Pablo II el día 19 de marzo de 2002 y en la que hizo su entrada, procedente entonces de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, el día 28 de abril de 2002.

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gentedigital.es
21/10/2020 - 12:44

A lo largo de esta etapa, Mons. Julián López Martín, que según el Episcopologio propio de la Iglesia legionense ha sido su pastor número 128, ha promovido la ejecución de tres Planes Diocesanos de Pastoral de alcance quinquenal (2003-2008 "Para la edificación de la Iglesia"; 2009-2014 "El que escucha la Palabra y la entiende, ése dará fruto", y 2015-2020 "Id al mundo entero y proclamad el Evangelio") y el desarrollo de diecinueve ediciones de la "Semana de Pastoral", hito eclesial que marca el inicio del curso pastoral cada mes de septiembre en la Iglesia de León desde el año 2002.


MONS. JULIÁN LÓPEZ MARTÍN

Nació en Toro (Zamora) el 21 de abril de 1945. Estudió en los Seminarios Diocesanos de Toro y de Zamora y en el Pontificio Instituto Litúrgico de San Anselmo de Roma, donde obtuvo el doctorado en Sagrada Liturgia en 1975. Es diplomado también por el Pontificio Instituto de Arqueología Sagrada de Roma (1971).
Recibió la ordenación sacerdotal en Zamora el 30 de junio de 1968. En su diócesis de origen desempeñó varios cargos pastorales en Villarrín de Campos y Otero de Sariegos (Zamora) y en la parroquia de Cristo Rey en Zamora, siendo nombrado en 1978 canónigo de la S. I. Catedral y delegado diocesano de Pastoral litúrgica. Desde 1984 a 1991 fue director del Centro Teológico diocesano. Desde 1975 ha sido profesor en la Facultad de Teología del Norte de España -Sede de Burgos- y en la Universidad Pontificia de Salamanca, además de otros centros teológicos superiores. Desde 1991 era profesor agregado de Liturgia y Sacramentos en la Facultad de Teología en la U. P. de Salamanca, siendo nombrado catedrático de la misma materia en septiembre de 1994, poco antes de su consagración episcopal.
Desde 1992 hasta 1995 fue presidente de la Asociación Española de Profesores de Liturgia. Desde 1982 hasta 1993 fue asesor permanente y colaborador del Secretariado de la Comisión Episcopal de Liturgia, y desde 1993 consultor de la citada Comisión.
El día 15 de julio de 1994 fue preconizado obispo de Ciudad Rodrigo (Salamanca) por el Papa San Juan Pablo II, recibiendo la ordenación episcopal el día 25 de septiembre del mismo año. El día 19 de marzo de 2002 fue nombrado obispo de León, tomando posesión de la diócesis el 28 de abril. Continuó al frente de la Diócesis de Ciudad Rodrigo como Administrador Apostólico hasta la toma de posesión de su sucesor el 6 de abril de 2003.
Ha sido miembro de Comisión Episcopal de Liturgia (1994-2002 y 2011-2014); de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis (1996-1999); y del Comité para el Diaconado Permanente (1996-2002). En la Asamblea Plenaria de febrero de 2002 fue elegido Presidente de la Comisión Episcopal de Liturgia, siendo reelegido para sucesivos trienios en mayo de 2005 y en marzo de 2008, y nuevamente en 2014 y en 2019. Desde 2002 hasta 2011 ha sido miembro de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal y, nuevamente, desde 2014 y desde 2019. El 1 de junio de 2010 Su Santidad el Papa Benedicto XVI lo nombró miembro de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos por cinco años. En 2016 volvió a ser nombrado, esta vez por el papa Francisco, para otros cinco años. El 14 de abril de 2011 el Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal lo nombró Delegado Nacional para los Congresos Eucarísticos Internacionales participando en la preparación y desarrollo de los celebrados en Dublín (Irlanda) en 2012 y en Cebú (Filipinas) en 2016. Fue elegido también para participar en la XI Asamblea general del Sínodo de los Obispos, de octubre de 2005 en Roma, en representación de la Conferencia Episcopal Española.
Ha publicado los siguientes libros: El don de la pascua del Señor (Burgos 1977); La oración de las Horas (Salamanca 1984); El año litúrgico (BAC popular, Madrid 1984); La santificación del tiempo, 2 vol.; y Liturgia fundamental, 2 vol. (Madrid 1984-1985); La Liturgia en la vida de la Iglesia (Madrid 1987); «En el Espíritu y la verdad», 2 vol. (Salamanca 1987-1994); El domingo, fiesta de los cristianos (BAC popular, Madrid 1992); La Liturgia de la Iglesia (BAC manuales, Madrid 1994 y 2000); Jubileo 2.000, un ejercicio de memoria (BAC 2.000, Madrid 1998); La celebración eucarística, centro de la vida cristiana (Barcelona 2005) y más de 250 artículos en revistas de liturgia y de teología, diccionarios y libros en colaboración. Además de las cartas pastorales de comienzo de curso y de Cuaresma, estas últimas dedicadas a los presbíteros.

MONS. LUIS ÁNGEL DE LAS HERAS BERZAL, CMF

Nació en Segovia el 14 de junio de 1963. A los 14 años entró en el Seminario Menor de los Misioneros Claretianos en Segovia. En 1981 comenzó el año de noviciado de la extinta provincia claretiana de Castilla, integrada hoy en la de Santiago, en Los Negrales (Madrid), donde hizo su primera profesión el 8 de septiembre de 1982. Este mismo año inició los estudios filosóficos y teológicos en el 'Estudio Teológico Claretiano' de Colmenar Viejo (afiliado a la Universidad Pontificia de Comillas). Emitió la profesión perpetua el 26 de abril de 1986, año en el que concluye la licenciatura en Estudios Eclesiásticos. Al acabar la formación inicial, fue destinado al grupo encargado de la Pastoral Juvenil en la provincia claretiana de Castilla, conjugándolo con los estudios de la licenciatura en Ciencias de la Educación en la Universidad Pontificia de Comillas, título que obtuvo en 1992.
El 29 de octubre de 1988 fue ordenado sacerdote en la parroquia de San Antonio María Claret de Madrid. En 1989 fue destinado a las parroquias confiadas a los Misioneros Claretianos en Puente de Vallecas (Santo Ángel de la Guarda y Nuestra Señora de la Aurora), donde ejerce como párroco "in sólidum". Una de sus principales encomiendas fue el trabajo pastoral con adolescentes y jóvenes en riesgo de exclusión social y con personas marginadas. En 1990, con otros claretianos y laicos de la parroquia, constituyó la Asociación "Proyecto Aurora" (dedicada a la acogida, acompañamiento y apoyo a la rehabilitación de tóxico-dependientes que realizaban el programa "Proyecto Hombre"), de la cual fue director durante seis años.
Durante nueve años colaboró con el equipo de JPIC (Justicia, Paz e Integridad de la Creación) de la provincia claretiana de Castilla. También acompañó al grupo de reflexión y acción de CONFER España, en el área de Justicia y Paz.
En septiembre de 1995 fue nombrado auxiliar del prefecto de estudiantes en el Seminario Claretiano de Colmenar Viejo (Madrid). Destinado a Los Negrales (Madrid) en 1996, fue allí formador de postulantes, superior y maestro de novicios. Trasladado de nuevo a Colmenar Viejo en 2004, siendo consultor y vicario provincial de la provincia de Castilla, fue nombrado prefecto de estudiantes (profesos temporales) en una comunidad formativa intercultural de composición y proyección congregacional.

Desde 1998 hasta 2012 fue profesor en el Instituto Teológico de Vida Religiosa (ITVR) y en la Escuela 'Regina Apostolorum' de Madrid, con una pequeña colaboración docente con esta última hasta 2016. Fue también delegado del Superior para la Formación en la Confederación Claretiana de Aragón, Castilla y León (2004-2007). En 2007 fue elegido consultor y prefecto de Espiritualidad y Formación de la provincia claretiana de Santiago, siendo nombrado también vicario provincial de la misma.
Hasta su nombramiento como obispo de Mondoñedo-Ferrol por el Papa Francisco (16 de marzo de 2016) era superior provincial de los Misioneros Claretianos de la provincia de Santiago (2012-2016) y presidente de CONFER España (2013-2016). El 7 de mayo de 2016, en la Catedral de Mondoñedo, recibió la ordenación episcopal de manos de D. Julián Barrio Barrio, arzobispo de Santiago de Compostela e inició su ministerio pastoral en la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol. Su lema episcopal es una expresión orante de San Juan Damasceno: ‘Pasceme, Domine, Pascemecum' (‘Apaciéntame, Señor; apacienta Tú conmigo'). A nivel regional, en la Provincia Eclesiástica de Santiago de Compostela es el obispo responsable de Cáritas, de la Pastoral Vocacional y la Vida Consagrada en Galicia. Desde su incorporación a la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha sido miembro de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, siendo elegido presidente de esta Comisión en la reunión CXV de la Asamblea Plenaria, celebrada del 2 al 6 del pasado mes de marzo de 2020.

CARTA A LA DIÓCESIS LEGIONENSE de Julián López Martín

León, 21 de octubre de 2020

Queridos diocesanos:

En el día de la fecha se hace pública la aceptación de mi renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de León en virtud del canon 401,1 del Código de Derecho Canónico, presentada a Su Santidad el Papa Francisco, así como la designación de mi sucesor en esta diócesis en la persona de S.E.R. Mons. Luis Angel de las Heras, CMF, obispo de Mondoñedo-Ferrol, según comunicación oficial de la Nunciatura Apostólica N. 1.701/20 del pasado día 5 de octubre.

Con este motivo me cabe el honor y la satisfacción de manifestar, en primer término, mi gratitud hacia Su Santidad el Papa Francisco, así como al Excelentísimo Señor Nuncio Apostólico en España, S.E.R. Bernardito Auza, al haber sido aceptada mi petición y al haberse resuelto en tan breve tiempo la designación de mi sucesor en la diócesis. No olvido tampoco que fui nombrado obispo, de Ciudad Rodrigo en 1994 y de León en 2002, por el papa San Juan Pablo II al que me encomiendo a la vez que invoco la intercesión de la Santísima Virgen del Camino y de San Froilán para esta nueva etapa de mi vida y ministerio.

Efectivamente y como expresión de fidelidad y obediencia hacia el Sucesor de Pedro, presenté mi renuncia según el canon 401,1 en abril pasado al cumplir los 75 años. Ahora la hago pública aceptando sincera y gratamente el oficio canónico de Administrador Apostólico de la diócesis de León, que ha de prolongarse hasta la toma de posesión del nuevo Obispo.

Comprenderéis que en estos momentos se agolpan en mi memoria infinidad de recuerdos y de vivencias junto a todos vosotros, los fieles cristianos miembros del pueblo de Dios de las parroquias y de las asociaciones laicales de la diócesis, los sacerdotes y diáconos, los miembros de los Institutos de Vida Consagrada, los alumnos de nuestros Seminarios de San Froilán y Redemptoris Mater "Virgen del Camino", los niños y niñas, los jóvenes, los adultos y las personas mayores y los enfermos. Quiero también expresar mi gratitud a las autoridades y representantes de las instituciones civiles, militares y culturales de la capital y provincia de León y de la comunidad autónoma por la colaboración que prestan a nuestra Iglesia diocesana y por las atenciones que han tenido conmigo.

Tengo presentes también en mi afectuoso recuerdo a los leoneses, ellos y ellas, que por razones de trabajo o de otra índole se encuentran lejos de su tierra. Mi recuerdo y mi afecto quieren hacerse especialmente cercanos a los enfermos, particularmente a los afectados por la pandemia del COVID-19; a quienes están en el paro, a los niños y jóvenes, a los mayores que van quedando en nuestros pueblos y en la capital.

"León es mucho León", decía mi padre en los años en que vivió y disfrutó aquí gracias a Dios y a los amigos que hizo. Lo mismo pienso yo, fijándome no solo en la Santa Iglesia Catedral, tan celebrada y admirada, sino también y muy especialmente en las piedras vivas, es decir, en todos vosotros. La Real Colegiata de San Isidoro con su culto eucarístico permanente y la hoy Basílica y santuario de la "Reina y Madre del pueblo leonés" encabezan también el conjunto de iglesias parroquiales y conventuales y las incontables ermitas diseminadas por toda la diócesis.

Una de mis mayores satisfacciones en León ha sido la Visita pastoral a las parroquias, que he realizado completa dos veces. He terminado la segunda el pasado domingo, 18 de octubre, visitando el pueblo de Roales de Campos, que es un enclave de la provincia de Valladolid en la comarca zamorana de Tierra de Campos pero que forma parte de la diócesis de León. En mi agenda y en el Boletín Oficial del Obispado de León y, por supuesto, en los libros parroquiales de todas y cada una de las parroquias, figuran las referencias a las visitas pastorales realizadas. No quiero dejar de recordar a los misioneros leoneses, ellos y ellas, repartidos por todo el mundo. Entre mis recuerdos más gratos de estos años está la participación en Lima (Perú) en los actos del IV Centenario de la muerte Santo Toribio de Mogrovejo, el Patrono del Episcopado Latinoamericano (año 2006).

Cuando contemplo los tomos del Boletín de la Diócesis de León correspondientes a los años de mi ministerio pastoral -el primero corresponde al año 2002 debiendo completarse aún el de 2020- no puedo por menos de experimentar sentimientos encontrados: el asombro ante el itinerario de la Iglesia local y su reflejo en proyectos y cartas pastorales, estudios, crónicas diocesanas, etc.; y la preocupación ante la realidad religiosa diocesana, parroquial y de los grupos y movimientos, muy condicionada hoy por factores sociológicos y culturales. Pero detrás de lo que se percibe se va realizando otra historia, o mejor dicho, la intrahistoria real pero asequible solamente a la mirada de la fe y de la esperanza.

Queridos diocesanos: Al llegar a este punto de la carta me doy cuenta de que me he salido del propósito inicial que era dar las gracias sencillamente y pedir comprensión y perdón por mis fallos. He pasado de la confidencia de la intrahistoria al terreno de la memoria y de los hechos externos. Espero que me disculpéis y que recéis por mí pues lo necesito. Invoco sobre todos la bendición del Señor y la protección de la Reina y Madre del pueblo leonés.

+Julián, Obispo de León

 

SALUDO A LA DIÓCESIS DE LEÓN


Ferrol, 21 de octubre de 2020


Queridos hermanos y hermanas, peregrinos de la fe cristiana en la Iglesia particular de León, diócesis de san Froilán:
Un saludo fraterno y cordial en el Señor Jesús en este momento en el que se anuncia que el Santo Padre se ha dignado nombrarme Obispo de León. Agradezco al Papa Francisco su confianza para enviarme a acompañaros pastoralmente después de cuatro años y medio en la diócesis hermana de Mondoñedo-Ferrol.
Respondo con humildad, dispuesto a entregarme sin reservas, como pastor discípulo misionero de Jesús. Renuevo mi adhesión y afecto al sucesor de Pedro, rogando que oréis por él, como nos pide siempre, y también por mí para que sea fecundo mi servicio entre vosotros.
Como mi insigne predecesor de feliz memoria, el Cardenal Fernando Sebastián, cmf, q.e.p.d., Obispo de León desde 1979 hasta 1983, soy Misionero Claretiano, hijo del Corazón de María. A Ella, madre de corazón abierto y acogedor, Virgen del Camino, encomiendo este ministerio pastoral.
Vivimos un tiempo complejo lleno de sufrimiento, que necesita cuidado, luz, unidad, paciencia y esperanza en medio de la pandemia del COVID-19, con un aumento de la incidencia en León desde las pasadas semanas. Elevo mi plegaria esperanzada por los fallecidos, por sus familiares, por los enfermos y cuidadores, por los profesionales de la salud y por cuantos combaten esta epidemia y sus graves consecuencias, que incrementan problemas anteriores. Nuestra oración, nuestro cariño y nuestro compromiso se dirigen a ellos para estar cerca de quien sufre y lucha por sobrevivir.
Del mismo modo, tengo presentes a otros enfermos, personas y familias que sufren por el paro, la cárcel, la migración, la discapacidad, la soledad, el abandono, la droga y a cuantos son víctimas de cualquier daño. Hago mío su sufrimiento y abrazo a cuantos necesitan la mano de una persona amiga. Se me ha confiado la misión de ser testigo de la alegría y de la esperanza para todos y quiero estar cerca de los más vulnerables y necesitados. Necesito ayuda para conseguirlo.

Quiero saludar con especial afecto a D. Julián López Martín, vuestro Obispo durante estos últimos dieciocho años. Le agradezco su fraternal y gozosa acogida cuando conoció mi nombramiento, así como sus palabras de afecto y admiración sobre vosotros. Su ministerio episcopal, con su serenidad, entrega y desvelos, es una antorcha encendida que recibo con sumo respeto, gratitud y confianza en el Buen Pastor. Por supuesto, aquí tiene siempre su casa. Junto a él, dirijo un cordial saludo de presentación al Colegio de Consultores y al Cabildo Catedral.
Saludo fraternalmente al Sr. Arzobispo de Oviedo, D. Jesús Sanz, ofm, al Sr. Obispo de Santander, D. Manuel Sánchez, mi predecesor en Mondoñedo-Ferrol y al Sr. Obispo de Astorga, D. Jesús Fernández, natural de esta diócesis de León, desde donde, siendo Vicario general, fue elegido Obispo auxiliar de Santiago de Compostela.
Saludo con entrañable afecto a los sacerdotes y diáconos, en especial a los enfermos y jubilados. Cuento con vuestra oración y colaboración, imprescindibles para mí. También yo os encomiendo al Buen Pastor para que os conceda ser cada día mejores pastores según el corazón de Dios (cf. Jer 3,15). Él avivará entre nosotros la llama de la comunión en la misión desde la fraternidad sacramental que nos une.
Saludo a los rectores, formadores, directores espirituales y seminaristas del Seminario Conciliar de San Froilán y del Seminario Redemptoris Mater "Virgen del Camino". Pido al Señor que seáis comunidades de discípulos misioneros de Jesús en las que cada uno crezca con corazón de pastor, para entregaros dando vida y esperanza en medio del Pueblo de Dios.
Saludo con afecto a las personas consagradas de vida contemplativa y activa. León, con su riqueza de vocaciones consagradas, es encrucijada desde donde se afrontan con valentía los desafíos de la realidad y la misión de la vida consagrada en estos tiempos. Oramos al Señor para que siga embelleciendo esta Iglesia con la variedad de carismas y con el inestimable testimonio de cuantos siguen a Jesús viviendo el espíritu de las bienaventuranzas y entregándose al servicio desinteresado de todos, especialmente de los más débiles.
Saludo con admiración y cariño a los matrimonios y a las familias, un bien precioso de la humanidad. A los padres con todo su coraje, a los niños, alegría de cada hogar y de la sociedad, a los jóvenes que tienen visiones esperanzadas y a los ancianos, que sueñan sueños de sabiduría.
Un saludo cordial a quienes formáis las asociaciones de fieles, los movimientos apostólicos y las cofradías; a los catequistas, a los voluntarios, a todos los agentes pastorales, a los amigos del Camino de Santiago y a cada una de las personas del resto del Pueblo de Dios que peregrina en León.
Dirijo un saludo respetuoso a las autoridades civiles, militares, judiciales, académicas y a los agentes sociales, así como a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, creyentes o no creyentes. Tiendo mi mano amistosa dispuesto al diálogo, desde el respeto y la clara identidad de cada uno, para buscar el bien común.
Por supuesto, mi saludo y reconocimiento a los profesionales de los medios de comunicación que nos ayudan a sentirnos unidos y conectados, transmitiendo buenas noticias en medio de las serias dificultades de estos tiempos.
Me pongo al servicio de todos, siguiendo las huellas de Cristo, el Buen Pastor y Buen Samaritano. Sin excluir a nadie, espero que la senda del seguimiento me lleve siempre a la casa de los pobres, los crucificados de este mundo, los predilectos del Padre, a quienes no podemos defraudar.
Una nube de testigos, hombres y mujeres de Dios, peregrinan en León por los caminos de la fe cristiana desde el siglo III. Continuamos la senda agradecidos al Señor y a su Iglesia, que nos brindan ocasiones singulares, como el Año Especial Laudato Si' y el próximo Año Santo Compostelano, para renovar nuestros pasos de discípulos misioneros de Jesús, hermanos todos, y proclamar las profecías de la hospitalidad, la fraternidad, la amistad social y la esperanza. Con estos horizontes preparo el inicio del ministerio pastoral en León el próximo 19 de diciembre, Dios mediante.
Pongo por intercesor de esta misión a san Froilán, hombre consagrado al Señor, eremita y pastor al servicio de la Iglesia y de la predicación evangélica. Igualmente, a san Antonio María Claret, Misionero Obispo, incansable evangelizador, perseguido por causa de la justicia.
Confiemos a la Virgen del Camino nuestros gozos y preocupaciones, para que los acoja en su Corazón maternal y aprendamos cómo llenar las tinajas de agua poniendo la esperanza en el vino nuevo del Reino de Dios. Contad con mi oración y orad por mí para que llegue a ser el pastor que la Iglesia particular de León y la Iglesia Católica universal necesitan.
Recibid un abrazo fraterno de comunión y la bendición del Señor.

✠ Luis Ángel de las Heras Berzal, cmf
Administrador Diocesano de Mondoñedo-Ferrol
Obispo electo de León

 

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