La vida, sin bala de oxígeno
Los hospitales Puerta de Hierro y La Paz realizan el primer trasplante pulmonar infantil de la Comunidad de Madrid. Annas, de 13 años y enfermo de fibrosis quística, recupera su esperanza
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Annas, las pasadas navidades, recuperándose en la Paz
gentedigital.es/Patricia Costa
25/1/2013 - 10:21
"Antes de la operación me faltaba un poco el aire, me fatigaba, no podía correr, la mayoría de las cosas no podía hacerlas". Habla Annas, un niño de 13 años, de origen marroquí y enfermo de fibrosis quística, responsable y adulto, como ocurre con la mayoría de enfermos crónicos.
Un niño que se sometió en diciembre al primer trasplante pulmonar infantil que se desarrolla en la Comunidad de Madrid, en este caso a través del proyecto conjunto entre el Hospital Puerta de Hierro, referente en trasplante pulmonar; y La Paz, referente en trasplante infantil, aunque hasta ahora no había trabajado con este órgano.
"Nunca se había realizado algo así en edad pediátrica, es decir, en niños menores de 14 años, que ahora ya no tendrán que desplazarse a Cataluña o Andalucía", explica José Luis Campo-Cañaveral, cirujano torácico de Puerta de Hierro y miembro del equipo médico que operó a Annas, refiriéndose al Hospital Vall d'Hebron de Barcelona y al Reina Sofía de Córdoba, a donde se derivaba a estos enfermos.
Antes de la intervención, Annas, que nació en La Paz y que reside con sus padres en Los Molinos, reconoce que "estaba un poco nervioso" por si algo salía mal, recordando quizás el intento fallido previo, hacía un mes, por un donante que tuvo que ser descartado. Un donante que llegó cuando "su esperanza de vida era muy reducida", como apunta Campo-Cañaveral, aunque la dolencia -que afecta a diferentes órganos, en su caso al pulmón y al principio al aparato digestivo- le fue diagnosticada con apenas seis meses de vida, y desde entonces su caso es seguido en Neumología y Gastroenterología. "Desde los 10 u 11 años vivía conectado a un bala de oxígeno para respirar. Dejó de jugar, de andar, de ir al colegio, y por la noche tenía una ventilación especial", añade Carlos de la Torre, cirujano pediátrico de La Paz, y otro de los profesionales que estuvo en quirófano.
En 2011, su esperanza de vida bajaba de los dos años, y entonces entró en la lista de espera en Vall d'Hebrón. "Su capacidad había disminuido muchísimo y con la llegada del invierno se encontraba en una situación delicada, con una esperanza de unos seis meses", afirma De la Torre.
rehabilitación respiratoria
Afortunadamente, se puede decir que lo peor ya ha pasado. Tras siete horas de operación, "la recuperación ha sido estupenda y ahora se somete ya a un programa de rehabilitación respiratoria seguido de cerca por fisioterapeutas. Monta en bicicleta durante quince minutos, por ejemplo, y hace ejercicios para soplar. Le tienen mañana y tarde trabajando duro", bromea el facultativo. Aunque Campo-Cañaveral recuerda que "deberá tener una vida muy ordenada. El trasplante te cambia la vida, pero deberá someterse a muchos controles médicos, no siempre agradables".
Según los expertos, la esperanza de vida en un niño trasplantado de pulmón es menor que cuando se trata del trasplante de otro órgano, "pero la calidad de vida es estupenda en el 90% de los casos. Este niño en octubre no podía hacer nada, y ahora lo ves yendo a la escuela del hospital y hasta de excursión de un lado al otro", concluye De la Torre. Todavía le queda un largo camino, está claro, pero al menos lo recorrerá sin la bala de oxígeno a su lado.
EL EQUIPO TRASPLANTADOR estuvo coordinado por el doctor Andrés Varela, del Puerta de Hierro. Con esta intervención, la Comunidad de Madrid se convierte en la primera región española en realizar todos los trasplantes, adultos e infatiles, acreditados por la Organización Nacional de Trasplantes.
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