El convenio entre Comunidad y Cruz Roja comienza a aplicarse
El Centro de Transfusión de Madrid cede a la ONG tres autobuses y una furgoneta en esta primera fase. Mientras, los trabajadores del Centro siguen encerrados porque consideran que el acuerdo lleva "a la privatización de las donaciones".
Cruz Roja se encargará de la extracción de sangre en la vía pública
gentedigital.es/ Ana Ballesteros
28/2/2014 - 12:42
A partir del 1 de marzo, la mitad de las extracciones de sangre que se realicen en la vía pública de la región se harán bajo el paraguas de Cruz Roja. Para ello, el Centro de Transfusión de Madrid cede a la entidad tres autobuses de donación y una furgoneta. Comienza así la primera fase del convenio que la Comunidad firmó con dicha organización el pasado 20 de diciembre con el objetivo de evitar duplicidades entre la actividad de la misma y la del Centro, ya que, hasta ahora, Madrid era la única Comunidad Autónoma que contaba con dos centros de transfusión (el de Cruz Roja y el del SERMAS) y con dos servicios de captación en unidades móviles (Cruz Roja y SERMAS) con seis unidades cada uno de ellos.
Según dicho acuerdo, la ONG se hará cargo del total de las extracciones extrahospitalarias a partir del 1 de enero del 2015 y con un periodo de adaptación de dos años, además de llevar a cabo las acciones de captación y fidelización de donantes, mientras que el Centro de Transfusiones se ocupará de las intrahospitalarias y del análisis y el procesamiento de todas ellas, un trabajo que antes también realizaba Cruz Roja. El Centro se convierte así en el único de la región encargado de procesar toda la sangre y sus componentes, abasteciendo a todos los centros sanitarios.
Sin embargo, desde que se conoció la decisión de la Comunidad, los trabajadores del Centro han dejado clara su desaprobación. No hay ningún problema laboral, puesto que quienes realizaban hasta ahora dicha colecta han sido reubicados en otros puntos de donación, pero la polémica se genera por los 67 euros por bolsa de sangre que Cruz Roja recibirá como retorno de los gastos necesarios para cubrir las actividades de captación, recogida y almacenaje.
TRABAJADORES ENCERRADOS
Para Marisa González, una de las empleadas que llevan encerrados en el Centro de Transfusiones desde el 3 de febrero, esto es "una privatización en toda regla", ya que considera que estos 67 euros son una cantidad demasiado elevada de la que obtienen beneficios porque "sólo tienen que cubrir gastos de personal y de gasolina; nosotros les vamos a regalar todo, las camillas, los autobuses, las balanzas, todo el material". Marisa asegura que seguirán encerrados para pedir "que se retire el convenio, aunque probablemente saldremos el 1 de marzo, no se puede mantener esto de por vida".
Ante esto, la Consejería de Sanidad aclara que dicha cifra es "muy inferior a los 111 euros que la Comunidad venía pagando a la ONG por cada bolsa recogida y procesada". El departamento que dirige Javier Rodríguez señala también que el convenio supone "un ahorro mínimo estimado de ocho millones de euros anuales, porque es el Centro de Transfusión el que procesará a partir de ahora toda la sangre".
Por su parte, desde Cruz Roja insisten en que "el ámbito de las donaciones de sangre está muy regulado, y los precios de la misma están fijados en los boletines de cada comunidad precisamente para que no se negocie con ella". Añaden, además, que las cuentas de la entidad están auditadas, y que su único objetivo es "cubrir las 140.000 extracciones que se estiman necesarias en la Comunidad para salvar vidas" sin lucrarse con ello. "Nos hemos visto envueltos envueltos en el concepto de 'privatización' sin venir mucho a cuento", lamentan en la ONG. "El único valor que se tiene que tener en cuenta es que con una bolsa se pueden llegar a salvar tres vidas", concluyen, "y lo que nos da miedo es que con este panorama se pierdan donantes".
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