Música envuelta en el mejor halo de misterio
Asistir a un concierto íntimo y acústico sin conocer quién actuará. Es la propuesta de este movimiento cultural presente en 60 países.
gentedigital.es/Patricia Costa
28/11/2014 - 09:50
Domingo por la tarde en la calle Ayala. Unos cuantos privilegiados cogen un ascensor sin saber muy bien en qué piso bajarse ni exactamente para qué, arrastrados sólo por su amor incondicional a la música. Se han apuntado a un acústico anónimo. Finalmente terminan en la sexta planta, donde comienza a dilucidarse su plan. En la puerta entreabierta de la anfitriona un cartel anuncia que en el salón de su casa estarán hoy Carmen Boza, Juan Zelada y A por ella Ray.
El segundo de ellos prueba ya sonido en su salón, mientras los sofás comienzan a ser conquistados. Todo está listo para esta cita de Sofar Sounds, un movimiento cultural que nació en Londres en 2009 y que ahora se retoma en la capital. "Son conciertos secretos en 'livings' de casas, para revivir la forma en la que se consume música, muy en contacto con los artistas, para dar a conocer a los emergentes en algunas casos, en otros no", explica Luciana Padua, coordinadora de la plataforma en Madrid, presente ya en 80 ciudades y 60 países de todo el mundo.
Silencio garantizado
Juan Zelada, por ejemplo, escapa ya a ese concepto de músico emergente. Hace unos días presentaba su tercer álbum, 'Back on track', en la Sala Moby Dick, un trabajo producido por Carlos Jean. "La gente tiene que proponer ideas para presentar la música, porque cierran radios y salas, y el artista debe adaptarse a este tipo de plataformas. Al fin y al cabo, todo es visibilidad", opina el cantante madrileño. "Además, no existen en España conciertos igual de silenciosos que estos", bromea.
Mientras Zelada y su banda preparan contrabajo, caja con escobillas y guitarra acústica, el timbre sigue sonando. "Es como un concierto privado y me parece muy interesante el toque de misterio que le dan", comenta una de las asistentes, ya acomodada. "Yo he venido porque me gusta la improvisación y la música experimental", apunta otro.
Cada uno de los artistas en cartel dispondrá de unos 20 minutos para defender su trabajo, unas cuatro o cinco canciones, "el tiempo justo para respetar al artista si no te gusta y esperar al siguiente", matiza Padua.
Llegamos a las 19:30, momento de guardar el teléfono y el flash y mantener silencio. Carmen Boza sale al escenario, al salón de Rita. Las copas están llenas y de los sofás cuelga el cartel de 'No hay entradas'. Tiempo para la intimidad, tiempo para la música.
Carmen Boza: "Es pura adrenalina"
La gaditana presentó su álbum debut, 'La Mansión de los Espejos', en Sofar Sounds Madrid, en un derroche de sensualidad, profesionalidad y talento, únicamente con su guitarra como guardaespaldas. "Esto es pura adrenalina, se crea un ambiente íntimo repleto de energía y eso te da tablas para defender una cosa que la gente no ha pagado para ver. Es lo más importante para mí", reconoce nada más bajarse del escenario.
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