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Una temporada de CHAPeaU

El equipo de Pablo Laso mira con optimismo a unos 'play-offs' en los que puede completar un 'triplete' histórico · El Palacio fue el talismán en el tercer intento consecutivo por la corona europea.

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Pablo Laso acumula ya ocho títulos como entrenador del conjunto merengue

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gentedigital.es/F. Quirós
22/5/2015 - 00:11

Veinte años después, la maldición tocó a su fin. El Real Madrid volvió a subirse al trono europeo tras dos décadas de intentos fallidos y con amargas decepciones como las vividas en las dos finales anteriores ante Maccabi y Olympiacos. El destino quiso que los blancos recuperaran el trono continental ante su afición, en un Barclaycard Center abarrotado para la ocasión, el mejor escenario posible para tomarse la revancha con el equipo griego que lidera Vasileios Spanoulis.

Para alcanzar este camino, los blancos han seguido contando con la dirección técnica de Pablo Laso, un entrenador cuya andadura en el Real Madrid daría para escribir una novela de intriga. Después de una llegada a la 'casa blanca' un tanto inesperada, el vitoriano ha tenido que ir haciendo frente a las críticas, respondiendo con títulos. Valgan como muestra los últimos meses. El pasado verano, la continuidad de Laso en el Real Madrid quedaba seriamente cuestionada tras caer en las finales de la Euroliga y de los 'play-offs' de la ACB. En un club tan laureado, no basta con ser subcampeón, por lo que las consecuencias no se hicieron esperar y buena parte del equipo de colaboradores de Laso veían como sus contratos no eran renovados.

PARTIR DE CERO
A pesar de este golpe de efecto y de las continuas quinielas que se empeñaban en colocar a diversos entrenadores de postín en el banquillo blanco, Pablo Laso inició la temporada al frente del equipo. La Supercopa fue la primera muestra de que los merengues estaban dispuestos a hacer borrón y cuenta nueva. En esta ocasión, se optó por un comienzo mucho más suave y, lejos de los récords de triunfos consecutivos del año pasado, el Real firmó unas actuaciones un tanto irregulares, aunque con un claro objetivo en el horizonte: llegar con el depósito lleno a los meses en los que de verdad se definen los títulos.

La apuesta recibió un nuevo respaldo con la consecución de la Copa del Rey, tras ganar una final ante el eterno rival, el Barcelona. En ese encuentro, los pupilos de Laso comenzaron a enseñar su verdadero repertorio. Lejos de fiarlo todo a los solistas, los blancos apelaron a una versión más coral, gracias a una partitura interpretada al ritmo de jugadores como Gustavo Ayón o Andrés Nocioni. Dos de las caras nuevas del vestuario blanco se han encargado de despejar las dudas en un juego interior que se quedó cojo tras la marcha de Mirotic a la NBA. Si el jugador de origen montenegrino aportaba la sutileza digna de uno de los mejores ala-pívots de Europa, el mexicano y el argentino han impregnado ese gen competitivo que tanto se echó en falta en campañas pasadas.
Especialmente reseñable está siendo el desempeño de Andrés Nocioni. A sus 36 años, su incorporación fue calificada por muchos como un paso atrás de los blancos, pensando que el alero sudamericano ya había dado lo mejor de sí. Sin embargo, el de Santa Fe habló donde mejor sabe, en la cancha. Si en la final copera demostró su raza sobreponiéndose a una lesión de tobillo, en el día decisivo de la 'Final Four' terminó de reivindicarse con una actuación que le valió el título de MVP. Intimidación defensiva, capacidad reboteadora y un gran acierto desde el perímetro fueron los avales presentados por un jugador que, al igual que Jaycee Carroll, apareció cuando más lo necesitaba el equipo.

MIRANDO AL FUTURO
Precisamente esa fórmula, la de ser un equipo, será el punto sobre el que gravite el próximo reto de los blancos. Con el liderato ya asegurado de la fase regular y, por tanto, con el factor cancha a su favor en las eliminatorias, los hombres de Pablo Laso intentarán poner el mejor broche a la temporada, levantando el título de campeón de la Liga ACB, con lo que completarían un 'triplete' que lleva 41 años sin saborearse en la capital de España. A falta de confirmarse la nómina definitiva de clasificados, los blancos cuentan con muchas papeletas para evitar hasta la final a dos de los grandes favoritos, el Unicaja y el Barcelona.

Con la vista puesta en ese compromiso, los merengues pueden tomarse con un poco más de relajación el último partido de la fase regular, que disputará como local este domingo (18 horas) ante La Bruixa d'Or Manresa, un conjunto que necesita ganar y esperar a que el Gipuzkoa Basket pierda en su visita a la cancha del CAI Zaragoza para tratar de seguir un año más en la ACB.

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