Antonio Ortiz se enfrenta a una petición de hasta 126 años de cárcel y se niega a declarar.
La defensa tratará de desacreditar algunas de las pruebas de la acusación
Gente
21/10/2016 - 09:12
Antonio Ortiz se enfrenta a una petición de cárcel de hasta 126 años. Sin embargo, el presunto pederasta del barrio de Ciudad Lineal, al que se acusa de haber abusado sexualmente de cinco niñas, todas ellas menores de diez años, no quiso declarar absolutamente nada durante las primeras jornadas del juicio que se está llevando a cabo en la Audiencia de Madrid.
Ortiz se presentó el martes en la sala vestido con un chándal, con semblante serio y tranquilo y con el pelo muy corto. Lleva dos años en prisión acusado de cuatro delitos de agresión sexual, cuatro de detención ilegal y uno de lesiones. "No voy a declarar, señoría" fueron las únicas palabras que salieron de su boca, a pesar de que su abogado señaló en un corrillo con los periodistas que su cliente está "muy cabreado" al considerar que "ya se le ha juzgado".
DEFENSA
La estrategia de la defensa será la de intentar desacreditar algunas de las pruebas que pesan en contra de Ortiz, como la rueda de reconocimiento en la que tres de las niñas le señalaron inequívocamente como el hombre que abusó de ellas. Precisamente esa rueda, así como las exploraciones que se les hicieron a las menores hace dos años son algunas de las pruebas que se han expuesto en los primeros días de la vista, en la que no participarán las víctimas para salvaguardar su intimidad y para evitar que revivan los hechos por los que tuvieron que pasar entonces.
En la segunda sesión, Ortiz escuchó el testimonio de dos de las niñas: la testigo protegido número 4 (6 años de origen chino) y 5 (7 años de origen dominicano). La primera es la menor que más resultó afectada por la agresión. De hecho, uno de los abogados pide por ella que se le impute una tentativa de homicidio, lo que elevaría su condena hasta los 126 años, ya que su vida corrió peligro, según el letrado.
El primero de los casos se remonta a septiembre de 2013, mientras que los otros tres fueron en abril, junio y agosto de 2014. Los sucesos sembraron el pánico entre los padres del barrio y provocaron un despliegue total de las fuerzas de seguridad de Estado. En septiembre de ese mismo año Ortiz fue detenido en Santander, donde se ocultaba de la Policía en casa de unos familiares.
UNA VISITA AL PISO DE LOS HORRORES |
En la sesión de este miércoles, Antonio Ortiz y el resto de los presentes en la sala hicieron una visita virtual por el piso del número 3 de la calle Santa Virgilia, donde supuestamente se cometieron algunos de los abusos a las menores. Los agentes encontraron allí varias pruebas, como la huella de una palma de la mano impresa en el plástico de un colchón, sangre de una de las víctimas y restos de esperma del procesado. |
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