La realidad paralela del callejero
Carmena paralizó en julio de 2017 la instalación de las 52 placas en aplicación de la Ley de Memoria Histórica hasta la resolución de los recursos judiciales. Los mapas del Ayuntamiento y de Google sí incluyen los nuevos nombres.
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Miguel Hernández
26/1/2018 - 08:05
Las placas de las 52 calles y espacios públicos de la capital, cuyo cambio de denominación se aprobó en abril del pasado año en virtud de la aplicación de la Ley de Memoria Histórica en el Pleno de Cibeles, continúan en su sitio. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, decidió el pasado 24 julio paralizar el proceso de instalación de los nuevos distintivos hasta la resolución definitiva de los recursos judiciales planteados contra el acuerdo municipal por diferentes colectivos.
Una decisión que no ha tenido reflejo ni en las convocatorias del propio Consistorio (como la de los Plenos ordinarios de Ciudad Lineal), ni en los callejeros de la web municipal Madrid.es, ni tampoco en Google y en el buscador oficial de Correos, provocando una doble realidad que complica la búsqueda de los viarios afectados. Simplemente, al teclear el nombre de alguna de estas vías como, por ejemplo, el Paseo de Muñoz Grandes (Carabanchel), como respuesta dice que la calle no existe. En su lugar, aparece el Paseo de Marcelino Camacho, a pesar de que no se ha completado el proceso de cambio de nombre como es evidente en esta zona del distrito carabanchelero.
La dualidad de criterios también es evidente en la EMT. Los recorridos que se anuncian en las marquesinas conservan los nombres actuales, mientras que la megafonía de los autobuses anuncia ya las futuras denominaciones viarias.
FRENTES ABIERTOS
El Juzgado de lo contencioso-administrativo número 2 de Madrid paralizó a comienzos de este mes de enero, como medida cautelar, el cambio de nombre de la calle del General Asensio Cabanillas por el de Poeta Ángela Figuera (Chamberí) al entender el juez que podría perjudicar los intereses de 500 personas, entre comerciantes y vecinos, "que deberían realizar gestiones urgentes para dar a conocer la nueva denominación cuyo coste económico y personal resultaría preponderante".
Este supone el cuarto revés judicial que recibe el Consistorio en esta materia, tras los autos favorables a la Plataforma Millán Astray (Latina) para paralizar el cambio de la calle que lleva su nombre en el barrio de Las Águilas; y el de la Fundación Franco, que condicionaba la modificación de distintivos a un depósito de 60.000 euros por parte de la citada entidad.
Además, en noviembre de 2017, el Juzgado número 8 de la capital también suspendió cautelarmente la modificación del rótulo de la calle de Caídos de la División Azul (Chamartín), a instancias de un recurso de una asociación con el mismo nombre.
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