Una amenaza para la salud pública aún sin resolver
Miles de tejados de la capital, construidos con uralita, mantienen esta sustancia. Los vecinos piden que se identifiquen las zonas para poder erradicar este problema.
Archivado en: Amianto en Madrid
Miguel Hernández
13/4/2018 - 08:05
La fabricación y construcción de cubiertas y canalizaciones de uralita, material que contiene amianto, una sustancia cuya exposición prolongada puede provocas graves enfermedades como el cáncer, se prohibió en 2001.
Sin embargo, miles de viviendas y también colegios, principalmente del extrarradio de la capital construidos desde los años 60 hasta finales del siglo pasado, mantienen tejados y tuberías con este elemento que, con el paso del tiempo y su deterioro, se han convertido en un serio problema de salud para los vecinos de estas zonas.
"Es cierto que no es peligroso si no se toca, pero la uralita no dura eternamente y con su deterioro motivado por el paso del tiempo y por las inclemencias meteorológicas suelta un polvo, que al inhalarse, puede ser nocivo. También al manipularlo sin control. Lo malo es que los efectos aparecen pasado mucho tiempo y no se concibe como un problema urgente", asegura a GENTE Enrique Villalobos, presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (Fravm).
Este colectivo tienen identificadas tres barriadas con especial preocupación por la presencia del amianto: el Poblado Dirigido en Fuencarral, San Pascual (Ciudad Lineal) y Meseta de Orcasitas (Usera), pero advierte que muchos polígonos de la región fueron edificados con uralita.
"Primero hay que identificar para cuantificar, porque aún no hay un mapa de las zonas de Madrid con este problema. Habrá mucha gente que no sepa que está expuesta al amianto", añade.
Por este motivo, la Fravm ha presentado una propuesta a los presupuestos participativos de 2018, para que se elabore un registro de establecimientos y estructuras que tengan amianto o materiales que lo contengan, un paso que consideran imprescindible para su eliminación definitiva.
"Si esta iniciativa no sale adelante, presionaremos al Ayuntamiento para que lo haga directamente", concluye.
SOLICITUDES
"Hace años la Comunidad nos declaró Área de Rehabilitación Integral y entonces presentamos más de mil solicitudes de ayudas para acabar con la uralita, pero al final no nos llegó un duro con la excusa de la crisis", critica Juan Cordero, presidente de la Asociación de Vecinos Meseta de Orcasitas.
Fuentes del Área de Desarrollo Urbano Sostenible (DUS) explican a este periódico que son conscientes de esta problemática y que han aumentado las ayudas, del 50 al 70%, dentro del Plan Madre 2018 de rehabilitación para la sustitución de este tipo de cubiertas. Además, dicen que pueden llegar al 75% cuando se junten más de cinco comunidades y hasta el 90%, en casos de vulnerabilidad social. Tienen previsto tener lista la convocatoria entre junio y julio de este año.
El Ayuntamiento pone como condición para acceder a las ayudas que las nuevas cubiertas tengan un aislante con un grosor mínimo de ocho centímetros.
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