Gente en Madrid

Fue el candidato más votado en los comicios autonómicos de 2019, pero los pactos postelectorales le alejaron de la presidencia. Desde su experiencia en la Cámara regional se postula como la opción más destacada de la izquierda madrileña y, por tanto, en la principal alternativa a Isabel Díaz Ayuso.

Es la tercera vez que se presenta a las elecciones a la Asamblea, ¿en qué se diferencia esta campaña de las dos anteriores?
En primer lugar, estas eran unas elecciones que no tocaban. Algún día la presidenta nos explicará los motivos por los que ha convocado unas elecciones en esta situación tan singular: en plena pandemia. Por otro lado, por la irrupción en la campaña de serias amenazas para la democracia. Esta campaña va de mucho más que Madrid, va de democracia. De que seamos capaces de parar actitudes y comportamientos claramente antidemocráticos. Por eso nosotros apelamos a una movilización masiva de todo el voto demócrata. A la ultraderecha se la para acudiendo a votar el próximo 4 de mayo y lanzando un mensaje muy claro con nuestros votos: no queremos a Vox en el gobierno regional.

Muchos dicen que estas elecciones le pillaron a usted y a su Partido con el pie cambiado ¿es cierto?
En realidad estas elecciones no tocaban. El Gobierno fallido de Ayuso convocó elecciones por sorpresa y sin dar explicaciones, en plena pandemia. Estas elecciones persiguen exclusivamente el interés personal de Ayuso.

En 2019 fue el candidato más votado, pero no consiguió los apoyos suficientes para ser presidente ¿por qué cree que esta vez sí lo conseguirá?
Aspiramos, en una circunstancia extraordinaria y por muchas razones, a alcanzar una mayoría suficiente para gobernar. Nos encontramos en una circunstancia singular por la pandemia, por la amenaza de la ultraderecha, por la duración de la legislatura, que será de sólo dos años. Por todo ello, no hemos presentado un programa electoral, hemos presentado un programa de gobierno, de gobierno realista, centrado, alejado de los extremismos, con medidas concretas para doblegar la pandemia, reactivar la economía e impulsar la protección social, y la salida de la crisis no deje a nadie atrás.

Si no logra ser presidente, ¿seguirá como líder de la oposición hasta 2023?
Ahora mismo estoy centrado en parar al Gobierno de Colón, que esta semana pasada ha mostrado su verdadero rostro, lleno de odio, de descalificación y amenaza. No es momento para cábalas personales. Centrémonos en lo que importa, que es en lo que yo estoy centrado: en tratar de dirigir un gobierno decente, que recupere, regenere y dignifique la vida y la actividad política.

Por otra parte, me permito recordarle que, ya en 2015, tras mi primera cita electoral, hubo una profusión de artículos de prensa que vaticinaban que yo no iba a durar ni un mes al frente de la oposición. Parece que se equivocaron ¿verdad?

¿Cómo cree que afecta la gestión de la pandemia que ha hecho su Partido en el Gobierno central a sus posibilidades de ganar? ¿Y la gestión de la Comunidad de Madrid?
Evidentemente, todos nos encontramos de bruces con una situación insospechada y desconocida, como ha sido la pandemia. Lo que diferencia a cada administración es la gestión de la crisis sanitaria. El Gobierno de España, desde e principio, ha ido adoptando decisiones para proteger la salud de los españoles, de acuerdo con la evidencia científica que se iba disponiendo en cada momento. En paralelo, ha movilizado una cantidad ingente de recursos públicos, a través de los Ertes, por ejemplo, de las ayudas directas para empresas y sectores especialmente afectados, con la compra de material sanitario y de protección, etc. todo ello para salvaguardar en lo posible la actividad económica y ayudar a quien más lo necesita en esta crisis.

Por el contrario, la Comunidad de Madrid adoptó una posición frentista, de oposición y rechazo a cualquier medida adoptada por el Gobierno. Optó siempre por el enfrentamiento al Gobierno, e incluso al resto de las autonomías, algunas de ellas gobernadas por el PP. Sus medidas han sido erráticas, laxas, y ello ha provocado que en Madrid, ni se ha salvado la economía, con una fuerte caída del PIB, ni se ha preservado la salud: nuestra región encabeza las estadísticas de contagiados, de incidencia acumulada, de presión hospitalaria, de ocupación de Ucis, de fallecidos en residencias...

Hace dos años su rival era una desconocida Isabel Díaz Ayuso. Ahora es una de las políticas más populares de España y lidera todas las encuestas ¿cómo se explica este fenómeno? ¿Qué responsabilidad han tenido los partidos de la oposición?
Desde el principio de la legislatura ya se intuía. En mi discurso durante la investidura de Isabel Díaz Ayuso, le solicité a la que iba a ser presidenta que se ocupase de gestionar la región y que no usase su cargo para confrontar con el Gobierno central.

Evidentemente, mi solicitud no fue atendida. Hemos asistido a dos años de política espectáculo, de una forma de gobernar presidencialista y personalista, una suerte de "trumpismo castizo" sólo volcada en crear un personaje que reclamaba su espacio en la confrontación política nacional.

Mientras Ayuso construía su personaje se olvidaba de los madrileños y madrileñas, y sus problemas reales. Este Gobierno fallido ha fracasado en la lucha contra la pandemia, ha fracasado a la hora de intentar hacer unos presupuestos cuando más los necesitaba la región, ha fracasado en su actividad legislativa, prácticamente ausente, menos, qué casualidad, una enésima reforma de la Ley del Suelo, recurrida ante los tribunales.

Las encuestas dicen que la mayoría del voto de Ciudadanos se irá al PP ¿por qué cree que ese votante de centro debería votarle a usted?
Los votantes, no sólo los de Ciudadanos, todos los que se consideren demócratas tienen que pensar muy bien qué hacen con su voto. Creo honestamente que no se puede apoyar el Gobierno de la Plaza de Colón. Hemos visto estos días a la extrema derecha con su verdadera cara de confrontación. Y no hemos escuchado a la candidata Ayuso señalar que no piensa incluir en su Gobierno a estos extremistas xenófobos, o participar del imprescindible cordón sanitario a esta formación que los partidos democráticos ya hemos formulado.

Al principio de la precampaña dijo que con este Pablo Iglesias no pactaría. ¿Cómo le ve ahora? ¿Ha cambiado de opinión sobre él?
Dije que con aquél Iglesias no. No compartía sus alegatos de los primeros días. No quiero extremismos. Pasados unos días la campaña emprendió un nuevo rumbo con la irrupción de los violentos, de las amenazas de muerte, de la extrema derecha desatada lanzando sus provocaciones y sus mensajes de odio. La democracia, repito, está en peligro si no la defendemos en cada momento, en cada instante, y por eso reclamo el apoyo de todos los progresistas para conseguir cambiar el rumbo de las cosas en Madrid. Nuestra región no puede ser la primera región europea gobernada por la extrema derecha. Pero esto se hace con la fuerza de los votos, por eso he reclamado y apelado a un gobierno progresista alejado de cualquier extremismo. Un gobierno de izquierda apoyado por Podemos.

¿Cuáles serían sus primeras decisiones si logra ser presidente de la Comunidad? ¿Qué urgencias tiene la región?
Reforzar la vacunación. Vamos a poner en marcha una auténtica estrategia de vacunación, con planificación y organización, algo que no existe hoy día. Vamos a apoyarnos preferentemente en los centros de salud, que se vacunen todos los días de la semana, evitando así desplazamientos a los vacunódromos, largas colas y molestias a los ciudadanos, especialmente a los más mayores.

Vamos a intensificar la lucha contra el virus, incrementando las capacidades de detección con campañas organizadas y coherentes de test masivos y reforzando el rastreo y detección y seguimiento de los casos y brotes identificados. Y, por supuesto, reforzaremos el Sistema Público de Salud, dotándolo de los recursos humanos y materiales precisos para luchar contra el Covid.

Eso en el terreno de la salud, en el económico, pondremos inmediatamente en marcha un programa de ayudas directas, dotado con 80 millones, ampliable a 90 para ayudar directamente a las empresas y autónomos, muy especialmente al sector de la hostelería, que sólo ha recibido palabras de apoyo, pero ni un solo euro del Gobierno regional.
En los primeros 100 días, dotaremos a la región de unos presupuestos extraordinarios, que estimulen la inversión para el crecimiento económico y la protección social, garantizando una reactivación económica sobre bases sólidas, un uso inteligente de los Fondos de Recuperación Europeos y una red asistencial sólida que garantice que nadie se quede atrás en la salida de la crisis.

La política fiscal ha sido uno de los grandes protagonistas de la campaña ¿insiste en que no subirá los impuestos en estos dos años? ¿y si se lo exigen sus potenciales socios de Gobierno?
Lo he reiterado en múltiples ocasiones. Este será un gobierno excepcional para atender una situación de emergencia excepcional, y con una duración excepcional: dos años. En ese periodo me comprometo a no tocar los impuestos. No tocaré la fiscalidad.

Ha anunciado ya que Reyes Maroto será su vicepresidenta económica ¿qué cree que puede aportar a su hipotético Gobierno?

Reyes ya hizo una labor excelente en su etapa como diputada en la Asamblea de Madrid, y su actuación como ministra en el Gobierno de España ha merecido el reconocimiento sectorial en su labor incansable para proteger la industria y el turismo nacionales, también el de Madrid. Su valía, sus conocimientos, su experiencia de gestión, serán un apoyo y un estímulo para garantizar que cumplimos con los ambiciosos objetivos de gobierno que nos hemos fijado.

Finalmente, ¿por qué cree que los madrileños deberían confiar en usted de cara a los dos próximos años?Yo no me presento sólo. Me presento por el Partido Socialista, encabezando un proyecto sólido, de izquierda transformadora, de izquierda de gobierno, que sabe cómo gobernar, que sabe cómo transformar nuestra sociedad hacia mayores cotas de libertad y progreso. Mi candidatura combina juventud y experiencia, capacidad de gestión y valentía para asumir los retos a los que nos enfrenta la pandemia.

Tenemos las ideas, tenemos la voluntad política de llevarlas a cabo, y tenemos la experiencia de gestión para acometer las reformas que precisa Madrid para su regeneración y transformación.