Dulces como las rosquillas y platos contundentes como las gallinejas inundarán la pradera de San Isidro durante la festividad. No faltarán los chulapos vendiendo barquillos con su ruleta.
Archivado en: gastronomía, San Isidro
D. Nebreda
06/5/2022 - 00:03
Cuenta la historia que un campesino llamado Isidro, antes de que fuera canonizado y convertido en patrón de Madrid, hizo brotar un manantial de agua tan sólo con golpear con su vara el suelo. Unos mil años después, la gente hace cola durante varias horas para beber de esa fuente que se encuentra en la Ermita del Santo, justo donde estaban las tierras que antaño labraba.
Como todas las tradiciones, poco a poco las fiestas en honor a San Isidro han ido perdiendo su arraigo religioso. Ahora los protagonistas son los chulapos y las verbenas. De esta manera, es costumbre acudir a la pradera de San Isidro que tan bien inmortalizó Goya en sus cuadros, a beber limonada, disfrutar de unos barquillos de canela para terminar bailando un chotis ‘agarrao' en la verbena.
COSTUMBRE
Aunque esta escena es más propia del costumbrismo del siglo XIX y XX, San Isidro sigue siendo iconografía del casticismo madrileño. Además, junto a ello, sigue siendo costumbre degustar los platos típicos de estas festividades. Al igual que semana santa tiene sus torrijas, la fiesta de Madrid tiene sus platos fuertes, como las gallinejas y los entresijos; al igual que el cocido, una comida que ya es emblema de la capital y que, aunque no sea exclusiva de San Isidro, no puede faltar estos días. En cuanto a los dulces, son típicas las rosquillas del santo. Las tradicionales han dado paso a otras más elaboradas, como las de naranja, cereza y chocolate.
ROSQUILLAS DEL SANTO: Son el dulce más típico. Son muy conocidas las tontas (masa en forma de aro), las listas (con cobertura de limón y huevo), las de Santa Clara (con cobertura de una especie de merengue) y las francesas (recubiertas con almendras).
GALLINEJAS: Uno de los platos más castizos de la Villa de Madrid. Se trata de tripas fritas de cordero o cabrito. En el siglo XIX eran de gallina, de ahí su nombre. Su origen está en los despojos que ofrecían en la puerta del matadero a los más necesitados.
BARQUILLOS Y BARQUILLEROS: En la pradera es habitual ver puestos de barquillos. Se trata de un dulce muy ligero hecho a partir de una oblea enrollada en forma de cilindro. Los barquilleros llevan su ruleta donde se pueden ganar más barquillos gratis.
COCIDO MADRILEÑO: Aunque no es exclusivamente de San Isidro, en las fiestas de la capital no puede faltar este abundante plato. Los tradicional es comer primero la sopa del caldo de cocción para luego dar cuenta de los garbanzos, la berza y la carne.
ENTRESIJOS: Son una parte de las gallinejas, pero se fríen aparte. En concreto, es el mesenterio del cordero, una membrana que une el intestino con la pared abdominal. Después de limpiarlo bien se fríen en el mismo sebo del lechal sin aceite.
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