Madrid se tiñe de rojiblanco
Sólo tres meses ha tardado Neptuno en recibir nuevamente a sus campeones.
Archivado en: Atletico de Madrid, futbol, supercopa de Europa
gentedigital.es/ Javier Taeño
03/9/2010 - 08:00
El triunfo del Atleti, por dos goles a cero frente al Inter en la final de la Supercopa de Europa, llevaba al delirio a su afición, cada vez más acostumbrada al triunfo y a acudir a la mítica fuente.
Además en esta ocasión, los rojiblancos no partían con la vitola de favoritos, ya que enfrente estaba el todopoderoso Inter, reciente ganador del triplete (Champions League, Copa y Liga), por lo que la victoria fue mucho más celebrada por los aficionados colchoneros.
FIESTA EN NEPTUNO
La fiesta comenzó nada más terminar el encuentro, cuando varios cientos de seguidores se concentraron en Neptuno y, unas pocas horas después, recibieron al equipo en el aeropuerto de Barajas.
Sin embargo, la fiesta oficial, paseando la copa por las calles de Madrid, estaba fijada el 31 de agosto, después del partido del Atleti contra el Sporting, que les permitió colocarse líderes del campeonato liguero, tras vencer a los asturianos por cuatro tantos a cero.
El autobús de los supercampeones, con la ausencia de De Gea, Domínguez o Agüero, concentrados con sus selecciones, partió del estadio Vicente Calderón, jaleado por una entusiasmada marea rojiblanca, con bufandas, banderas y carteles, que les acompañó durante todo el recorrido. La primera parada fue la Catedral de la Almudena, donde, tras escuchar una misa, los tres capitanes rojiblancos (Antonio López, Simao y Forlán) depositaron el trofeo a los pies de la virgen. Después, la comitiva fue recibida por Esperanza Aguirre, en la sede de la Comunidad y por Alberto Ruiz Gallardón en el Ayuntamiento.
Uno de los grandes artífices de los recientes éxitos del Atlético ha sido el entrenador Quique Sánchez Flores, que durante las celebraciones agradeció el "feeling" que el equipo tiene con la afición y que les ha servido de gran ayuda en los momentos difíciles. "Somos conscientes de que trabajamos para una masa social enorme, que disfruta, se ilusiona y sueña con lo que hace su equipo, por lo que el nivel de compromiso nos va a llevar a repetir este tipo de éxitos", se comprometió con la hinchada.
DOS MIL AFICIONADOS
Finalmente, el autobús llegó a Neptuno, donde unos dos mil aficionados esperaban ansiosamente a los jugadores para darles un merecido homenaje y cerrar con ellos la celebración.
Sin embargo, el cansancio allí ya era patente y, tras mostrar la copa, bailar y saltar, y hacer un recorrido alrededor de la vallada y vacía fuente, los jugadores regresaron al autobús para acabar la jornada.
En esta ocasión el capitán, Antonio López, no pudo ponerle la bufanda a Neptuno.
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