Pero podría incorporarse a la cadena trófica Investigadores de la UPM identifican una especie vegetal con arsénico que podría servir para descontaminar suelos
Una investigación de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha identificado una especie vegetal recogida en Madrid que podría servir para descontaminar suelos en trabajos de fitorremediación, según ha informado la institución académica, que ha estudiado los niveles de arsénico y metales pesados en las plantas procedentes de suelos en una antigua mina de la región.
23/7/2014 - 15:25
MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Una investigación de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha identificado una especie vegetal recogida en Madrid que podría servir para descontaminar suelos en trabajos de fitorremediación, según ha informado la institución académica, que ha estudiado los niveles de arsénico y metales pesados en las plantas procedentes de suelos en una antigua mina de la región.
El estudio se ha realizado con plantas terrestres autóctonas recogidas en el entorno de la antigua mina Mónica de Bustarviejo (Madrid), que han mostrado altos niveles de cadmio, cobre, plomo y cinc, y muy elevadas concentraciones de arsénico, principalmente en las raíces, aunque algunas especies de plantas presentaron mayores concentraciones en la parte aérea.
Entre estas, la especie Corrigiola telephiifolia se identificó como posible acumuladora de plomo e 'hiperacumuladora' de arsénico por lo que podría ser susceptible de emplearse en futuros trabajos de fitorremediación de suelos contaminados, según el grupo de investigación Tecnología de Materiales y Medio Ambiente (TEMATMA) de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Civil de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
El arsénico, durante siglos, ha sido importante por su carácter venenoso, pero su toxicidad depende de la forma o especie química en que se encuentre (orgánica o inorgánica). Además, algunos metales pesados son considerados esenciales o tóxicos dependiendo de su nivel de concentración, mientras que otros son tóxicos, pudiendo afectar al sistema nervioso y órganos vitales.
Según los autores del hallazgo, determinados suelos constituyen una fuente natural de arsénico y metales pesados, si bien la acción humana, especialmente la actividad minera, contribuye al aumento de los niveles de estos elementos tóxicos en las capas superficiales del suelo, que se mantienen incluso siglos después del cese de la actividad.
De este modo, señalan que el principal problema de la contaminación por metales pesados es que estos no pueden ser degradados, por lo que actualmente se investiga sobre el empleo de plantas y microorganismos como métodos de descontaminación de suelos.
No obstante, la acumulación de metales tóxicos en plantas requiere de su control y eliminación con el fin de evitar su incorporación a la cadena trófica.
Las elevadas concentraciones de arsénico total encontradas por los investigadores de la UPM en las plantas procedentes de la mina Mónica, les llevaron a realizar estudios para identificar y cuantificar especies de arsénico entre ellas, mediante la aplicación de un método analítico que permite diferencia hasta 11 especies de arsénico.
El objetivo de estos análisis consistió en determinar el contenido de especies tóxicas y así comprender cómo las plantas con elevadas concentraciones de arsénico pueden sobrevivir en estos medios sin mostrar síntomas de toxicidad. El método desarrollado permitió diferenciar entre las especies de arsénico presentes bajo la forma de iones sencillos, de mayor movilidad, y el arsénico más fuertemente enlazado a componentes estructurales.
Así, los resultados mostraron un alto grado de biotransformación del arsénico (entre el 70 y el 89 por ciento del arsénico total presente en las plantas), parte en forma de compuestos extraíbles en medio ácido y otra parte fuertemente enlazada a componentes estructurales, no extraíbles en medios acuosos, lo que se atribuye a la capacidad de estas plantas para transformar el arsénico inorgánico en otras formas químicas menos tóxicas.
Entre las especies fácilmente solubles, se identificó la presencia mayoritaria de arseniato, seguido de arsenito (las dos especies de arsénico más tóxicas), en todas las plantas estudiadas, junto con pequeñas concentraciones de algunas especies metiladas.
En cualquier caso, los contenidos de especies tóxicas fueron relativamente elevados, por lo que podrían constituir un problema medioambiental, debido a su posible retorno al medio ambiente y su incorporación a la cadena trófica.