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SALUD

Un respiro entre tanto estornudo

La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica habla de una primavera menos intensa para las reacciones derivadas del polen.

La primavera es la estación en la que se registran más incidencias de este tipo

Francisco Quirós
21/4/2017 - 11:45

Hablar de primavera es hacerlo de buen tiempo, más horas de sol y la germinación de buena parte de las plantas. Esto último depara paisajes hermosos y coloridos, sobre todo en el entorno campestre, pero también una gran proliferación de estornudos, picores y escozor de ojos.

Y es que la despedida del invierno es una noticia esperada por muchos, salvo para aquellos que sufren los rigores de las alergias estacionales.

Sin embargo, este 2017 parece que será la excepción que confirma la regla. Eso al menos es lo que dicen desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), un organismo que presentó recientemente la previsión para este año, destacando que los alérgicos al polen se enfrentarán a un periodo menos intenso que en 2016.

Eso sí, en el tratamiento de las alergias sigue habiendo mucho trabajo por delante. Como afirma el doctor Joaquín Sastre, presidente de SEAIC, "las enfermedades alérgicas precisan de un manejo orientado al paciente sobre cómo convivir mejor con esta enfermedad", ya que no conviene olvidar que esta patología dificulta muchos aspectos de la vida cotidiana de los pacientes.

DESIGUALDADES
A la hora de establecer sus previsiones, desde este organismo se tienen muy en cuenta los datos que maneja la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), sobre todo en lo que respecta a las temperaturas. La razón la explica otro doctor, Ángel Moral: "Esta primavera las temperaturas alcanzaran valores superiores a los normales y las precipitaciones serán inferiores. Esto podría adelantar al mes de abril el inicio de la polinización de las gramíneas".

Moral hace hincapié en este último proceso, el de la polinización de las gramíneas, porque son la especie que representa el mayor problema para los alérgicos, seguido del olivo, el ciprés, salsola, plátano de sombra y parietaria. La presencia de unas u otras en diferentes puntos de la península es el punto sobre el que se apoyan las incidencias tan diversas de cara a esta estación: mientras en Canarias y el litoral mediterráneo se espera una primavera muy leve o leve, en Extremadura se prevé un periodo intenso. Por contra, en la zona centro y Andalucía la influencia será moderada.

EL OTRO ENEMIGO
Más allá de residir en una ciudad u otra hay un factor que termina por afectar de manera uniforme. La percepción popular de que cada vez hay más casos de alergias respiratorias queda refrendada con datos mucho más científicos.

El manido cambio climático ha conllevado un notable aumento de las temperaturas en el pasado invierno, algo que sumado a los altos niveles de contaminación ha dado más énfasis al efecto invernadero.

"El aumento de las temperaturas, de los niveles de CO2 y la sequía están cambiando la expresión de las reacciones alérgicas; como el periodo de polinización se alarga, el tiempo de exposición a esa alergia también aumenta", expone el doctor Ángel Moral.

En base a esto, desde la SEAIC apuestan por establecer estrategias tales como la vigilancia de los aeroalérgenos, desarrollando sistemas de alertas y gestionado del arbolado urbano.

Teniendo en cuenta que el polen es un contaminante de origen natural, desde esta sociedad recomiendan el uso de mascarillas, ya que evitan que entre el polen por las vías respiratorias y eso reduce el uso de la medicación de rescate.

Eso sí, al igual que en otras cuestiones sanitarias, no vale cualquier producto, ya que sólo las mascarillas homologadas aseguran un ajuste hermético moldeable en la zona de la nariz que no permite el paso de partículas.

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