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PRIMER PLANO

Las mujeres salen a la calle para exigir igualdad real y romper techos de cristal

Cinco riojanas referentes en ámbitos copados por hombres relatan su experiencia ante el Día Internacional de la Mujer

Las mujeres saldrán un año más a la calle para reclamar el fin de la desigualdad

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Virginia Ducrós · GENTE en Logroño
06/3/2020 - 05:00

Este domingo, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer, una fecha para dar visibilidad a un colectivo que ha permanecido durante mucho tiempo, y aun sigue estándolo, a la sombra. Queda un camino largo por recorrer, para lograr la igualdad real entre hombres y mujeres, para equiparar las condiciones salariales entre ambos sexos y para acabar con el techo de cristal.

La empresa Randstad ha analizado la evolución de la mujer en el mercado laboral español. La Rioja es la comunidad donde las trabajadoras con formación académica superior registran mayor tasa de ocupación (un 94,6%). En total, a cierre de 2019, un total de 33.400 riojanas con formación superior tenían trabajo; 3.200 más que el ejercicio anterior y 17.200 más que en 2002, es decir, un aumento del 106,2% en 17 años. Sin embargo, la lucha debe seguir. Son llamativos los últimos datos del paro en la región, que han arrojado un dato demoledor. El desempleo crecía en la comunidad en 102 personas en febrero, todas ellas mujeres.

Eso en el plano laboral, porque desde la Coordinadora 8M 2020 se incide en la necesidad de “concienciar a la población en general, y a las mujeres en concreto, para que luchen por los derechos que les corresponden y que el día que simboliza esa lucha en el calendario, que es el 8 de marzo, salgamos todas juntas a las calles”.

El principal acto con motivo del Día Internacional de la Mujer será este domingo 8, con una manifestación que partirá en dos bloques. Uno primero, el no mixto, en el que solo habrá presencia femenina, que saldrá de la Fuente de los Ilustres, y en el que no “figurará ninguna persona con ningún cargo público representativo ni de sus partidos ni de sus sindicatos”. Unos metros más atrás, el mixto, que partirá desde la rotonda de las palmeras, en la confluencia de las calles Gonzalo de Berceo, Murrieta y Gran Vía. “Defendemos que la manifestación es para todo el mundo, para quien crea en la causa de las mujeres y en defender sus derechos. Ahora bien, al ser 8 de marzo, creemos justo y necesario que el primer bloque esté formado solo por mujeres. Es nuestro día, nuestra manifestación, pero es para todo el mundo; no entenderíamos que se hiciera sin hombres”.

No es el único acto programado. Este viernes 6 está prevista la jornada ‘Mujeres en el ámbito laboral’, que se desarrollará a partir de las 10 horas, en el Consistorio logroñés, y que está organizada por el sindicato UGT.

Por su parte, la Plataforma 8 de marzo ha programado para este sábado 7, a partir de las 19 horas, en la plaza del Ayuntamiento, el acto ‘Orgullo de ser mujer’, con música y baile, para dar visibilidad y voz a las mujeres del mundo.

CON ROSTRO DE MUJER
Cada vez son más las mujeres presentes en puestos directivos y que realizan trabajos que anteriormente estaban, casi en su totalidad, reservados a hombres.

Carmen Nájera estudió Químicas, alentada por su profesora en el colegio. Carmen Nájera está considerada una de las mejores científicas de España, según el ‘ranking’ elaborado por el grupo para la Difusión del Índice h o índice de impacto (número de citaciones de sus artículos). Nacida en Nájera, le debe a su maestra, María Teresa Villarejo, que la guio y convenció a sus padres para que se formara, el haber podido cursar estudios superiores. “Ella me animó a irme a Zaragoza antes de empezar Químicas. Ella dirigió mis pasos, porque mis padres prácticamente no habían recibido más educación que la básica”. Ahora es catedrática en la Universidad de Alicante. Aunque en su clase había casi paridad de mujeres y hombres, “solo dos chicas seguimos la carrera académica, mientras que el número de chicos quizá fue el triple”. Aun en estos tiempos “lo tenemos mucho más difícil porque la sociedad todavía discrimina y el mundo de hombres es el mundo de hombres y ellos también lo hacen. Además, nuestras cargas familiares son más elevadas que en el caso de los hombres, con lo que nos quita dedicación al trabajo. Eso es un hándicap”.

Considera que la situación ahora es mejor, sobre todo, gracias a políticas que han abogado por “una discriminación positiva y con ello ha aumentado el número de mujeres en todos los campos”. Aunque confía en que esa discriminación positiva “dentro de unos años deje de existir porque no haga falta”.

María José González es ganadera de ovino, caprino y vacuno en Laguna de Cameros. La vida en el campo es complicada. “Más bien sacrificada”, matiza María José González, ganadera de ovino, caprino y vacuno en Laguna de Cameros y madre de dos hijos de 15 y 18 años. “A la esfera de mi reloj le faltan horas”, admite. Su jornada laboral empieza a las 7.30 “si es verano salgo antes”. Lo primero “voy a ver a las ovejas paridas, les echas un vistazo y las sueltas a comer. Después a las 8 de la mañana, a amamantar a los cabritos, y a las 9.30 ya estoy en las vacas. Eso hasta las 13.30. Y después a las 16 horas me vuelvo a las cabras”. Para ella ningún día es igual. “En este tiempo que anochece a las 7 de la tarde, estoy hasta esa hora en el campo. Y luego toca, ya en casa, papeleo”.

Desde pequeña ya ayudaba a sus padres y en enero de 2013 “me lancé a por todas”. Y desde entonces no ha parado. “Todavía no he visto la luz del día”, porque “los gastos se han disparado”. Admite que este trabajo es exigente; “es una vida mucho más dura, y de lunes a domingo”. Pero es llevadero porque le gusta lo que hace. “Lo que puede parecer imposible, si le pones empeño y ganas no lo es”. No es ajena a la situación actual en el medio rural. Para ella el problema es la falta de mujeres en él. “Si ellas se quedaran, también lo harían los hombres; cada vez hay menos mujeres y las pocas que hay son muy mayores”.

Elena Domínguez, responsable de la Plataforma de Investigación Biomédica del CIBIR. La arnedana Elena Domínguez forma parte de la primera promoción de Bioquímica de España. Tras cursar sus estudios universitarios en Zaragoza, su campo de trabajo se centró en la genética.
“Ha habido momentos de piedras en el camino, que he tenido que ir sorteando, pero poco a poco se va consiguiendo”. ¿Y cuáles han sido esos obstáculos? “Son de todo tipo, primero profesionales y luego para compaginar tu vida personal, tu vida de ser madre con tu trabajo. Conciliar no ha sido fácil, tengo 3 chicos y no ha sido sencillo. Ha habido que hacer piruetas”. Y esa es la desventaja a la que deben enfrentarse muchas y que se nota a la hora de progresar. “Si tú decides ser madre igual pasa un tren y tienes que esperar al siguiente; ves que pasan oportunidades o que quieres hacer algo y no puedes. Hay momentos puntuales que te limitan”.

Al frente de la Plataforma de Investigación Biomédica del CIBIR, Domínguez trabaja en el área de las enfermedades raras. “Lo que hacemos principalmente es recoger casos de niños que tienen sospecha clínica de un síndrome que se llama Rubinstein-Taybi, pero están todos relacionados con síndromes epigenéticos, con todo lo que es la genética”.

Primer trío femenino en 3ª división de España, con Laura (izquierda) y Alba (derecha). Laura Bezares y Alba Covaleda eran jugadoras de fútbol, pero un día decidieron asistir a un cursillo de árbitros y descubrieron otra de sus pasiones. “Era un trabajo diferente y me gustaba; quería ver el fútbol desde otra perspectiva”, admite Bezares. “Yo probé, porque había una compañera mía, Izaskun, que también era árbitra, y se lo comenté a mi madre y me animó. Me dijo ‘¿por qué no pruebas?’. Y hasta hoy”, dice Covaleda.

Ellas han tenido como referentes tanto a las árbitras Izaskun y a Jara. “Nos han servido de modelo para seguir su ejemplo”, señala Bezares. Ninguna se ha sentido discriminada por ser mujer y siempre han tenido el respaldo del comité técnico. Sí que constata la poca presencia femenina en este ámbito. “Somos 100 árbitros colegiados, pero solo 6 o 7 mujeres”, afirma Bezares. “Somos muy pocas, así que a ver si hay más chicas que se animan. Pueden pensar que esto es algo de chicos, pero que sepan que aquí estamos nosotras de referencia y para animarlas a que sigan nuestro ejemplo”. Covaleda apunta que “hoy en día hay profesiones donde los chicos tienen un papel mayoritario, pero cada vez se está rompiendo más esa tendencia; cada vez somos más y queremos seguir siendo más”.

Covaleda reconoce que cuando empezó a jugar “era la única en mi colegio; ahora hay más. El fútbol femenino está en auge. Hay que normalizar esta situación”. Reconoce que como colegiada, al igual que sus compañeros varones, “tenemos que aguantar mucho”. Bezares anima a realizar el cursillo. “Es otra forma de ver el fútbol y necesitamos involucrar a más chicas en este mundo”. Es evidente, añade Covaleda, que “estas profesiones igual antes parecían solo de chicos, pero cuanto más avancemos en esto, más lo haremos como sociedad”.

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