La izquierda podría gobernar en 26 de las 50 capitales de provincia, mientras que el PP sólo puede dar la Alcaldía por segura en 19. Ciudadanos impone duras condiciones para pactar
gentedigital.es/Liliana Pellicer
29/5/2015 - 09:54
Todas las encuestas lo vaticinaban y las urnas lo han confirmado. A pesar de que el bipartidismo resiste, la entrada en las corporaciones de Ciudadanos y de Podemos ha convertido en inevitable el diálogo entre los partidos. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, lo definió muy bien: Ha llegado el momento de "hacer política". Y Política con mayúsculas.
Salvo la lograda por el PSOE en Soria, no hay mayorías absolutas en las capitales de provincia. Muchos ayuntamientos se encuentran pendientes de pactos de la izquierda, del apoyo de Ciudadanos o de la esperanza de que finalmente gobierne la lista más votada si ninguna coalición de fuerzas suma la mitad más uno.
El mayor número de votos obtenido por el PP, 27% frente al 25% socialista, y el hecho de ser la fuerza política más apoyada en 37 de las 50 capitales no se plasmará en su poder local. Su victoria en datos globales se encuentra empañada por el castigo recibido en las urnas. De hecho, se ha dejado todas las mayorías absolutas que tuvo en 2011, que llegaron a ser 30, ha cedido el primer puesto en plazas como Pontevedra (tierra natal de Mariano Rajoy) e incluso ha desaparecido en Pamplona.
Por su parte, el PSOE, las listas avaladas por Podemos y otras formaciones de izquierda tienen en sus manos gobernar 26 capitales.
Este escenario de incertidumbre demuestra la llegada de un cambio de ciclo y el anticipo de una realidad política distinta, en la que disminuirá la polarización en la línea de otras democracias europeas.
CAMBIO CON CARA DE MUJER
Sin embargo, el símbolo indiscutible del terremoto que sacude la escena municipal tiene cara de mujer. En concreto, de dos. Ada Colau, en Barcelona; y Manuela Carmena, en Madrid. Estas recién llegadas a la política podrían conseguir las Alcaldías de las dos ciudades más importantes del país, aupadas por las candidaturas de unidad popular Barcelona en Comú y Ahora Madrid, y venciendo a las grandes figuras del PP y CiU, Esperanza Aguirre y Xavier Trias.
Colau venció a Trias por 11 concejales frente a 10, aunque necesitaría un pacto a cuatro bandas para gobernar por mayoría absoluta. En Madrid, Carmena no ganó, pero su escasa distancia con Aguirre, 21 del PP frente a 20 de Ahora Madrid, la hacen firme candidata con el apoyo del PSOE.
En este complicado contexto, los populares han decidido tomar la iniciativa en aquellos ayuntamientos en los que una coalición de izquierdas puede arrebatarles el poder y sumarse a la propuesta de Aguirre, que gana protagonismo en un momento que muchos consideraban el final de su vida política. La presidenta del PP de Madrid ofreció al PSOE la Alcaldía para impedir el ascenso de Carmena. En esa línea, Génova ha abierto la puerta a pactos con los socialistas para evitar que candidaturas apoyadas por Podemos lleguen a las instituciones locales.
Por lo pronto, Carlos Floriano y Javier Arenas han convocado para la próxima semana a los secretarios generales territoriales para hablar de pactos, analizar resultados y preparar las generales.
Aunque habrá que ver territorio a territorio, este ofrecimiento al PSOE afecta a plazas tan relevantes como Madrid, Zaragoza, Oviedo, Cádiz, Santiago, Ferrol, A Coruña o Valencia.
Sin embargo, y a pesar de que Ferraz no se ha manifestado sobre este asunto, sí lo ha hecho su candidato madrileño: "Jamás seré alcalde de Madrid con el apoyo del PP", indicó Antonio Miguel Carmona con contundencia.
SITIO A SITIO
A pesar de que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, ya ha hablado con el de Podemos, Pablo Iglesias, para analizar los resultados, lo cierto es que, por el momento, sigue vigente la directriz que se lanzó durante la campaña: libertad de negociación de los cabezas de lista, excluyendo al PP y a Bildu.
Podemos tampoco ha impuesto una posición común sobre los acuerdos, en parte, por que no se presentó a las municipales con su marca, sino que apoyó diferentes candidaturas de convergencia. Aún así, Iglesias prometió "dejarse la piel" para echar al PP de las instituciones, pero advirtió de que no "saldrá gratis" a sus posibles socios.
Ciudadanos, por su parte, ya ha definido cuáles serán sus líneas rojas. Según puso de manifiesto su Comisión de Pactos, que se reunió el pasado martes, la formación de Albert Rivera sólo llegará a entendimientos con partidos que elijan en primarias a sus futuros candidatos. Una elegante manera de cerrar la puerta al PP y no comprometerse de cara a las generales, que podrían celebrarse los próximos 22 o 29 de noviembre.
El diálogo, del que sólo se excluirá a ERC Y CiU, incluye sumarse a un compromiso de regeneración democrática, medidas de reactivación económica y de cohesión social. En caso contrario, el partido naranja votará 'no' en las sesiones de investidura.
Lo cierto es que el panorama de gran fragmentación, que puede requerir acuerdos de hasta cuatro partidos, y el escaso margen de negociación, que finaliza el 13 de junio, puede favorecer a las listas más votadas que, según la ley electoral, se harán con el poder si no se alcanza ninguna mayoría absoluta.
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