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“Ahora mismo se transmite mucho más el miedo que la propia Covid-19”

El urólogo Juan Carlos Ruiz de la Roja ha sido, junto a su compañera Sonia de Miguel, el primero en publicar un libro en nuestro país sobre el coronavirus n Espera que el SARS-CoV-2 tenga una incidencia mucho menor en los próximos meses.

Archivado en: salud, sanidad, coronavirus, entrevistas

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F. Q. Soriano
09/7/2020 - 13:17

Aún quedan más de cuatro meses para que el 2020 baje el telón, pero quedan pocas dudas de cuál será el gran protagonista de este año cuando se haga balance: el coronavirus. La pandemia ha cambiado la vida a lo largo y ancho del planeta y, además, ha llevado a la comunidad científica a estudiar con detalle este virus en busca de soluciones. Un buen ejemplo de ello es ‘Coronavirus: prevención, pandemia y contención', el primer libro que se escribe en España sobre esta materia y que lleva la firma de Sonia de Miguel Fernández y Juan Carlos Ruiz de la Roja, médicos del Hospital Universitario Santa Cristina, a quien entrevistamos con motivo de esta publicación.

Ha escrito el libro junto a Sonia de Miguel, compañera del Hospital Universitario Santa Cristina, ¿cómo surge la idea de trabajar en esta obra?

Sonia de Miguel es microbióloga del hospital. Lo que hemos hecho es intentar acercar al público en general el mundo de los virus, para que sepan qué son, cómo se contagian, por qué en un momento determinado pueden mutar... Aspectos muy básicos. Luego nos adentramos en la explicación de dónde viene todo esto. Hablamos de un virus que hubo en China en 2002 y de todos sus antecedentes. También tratamos las diferentes pandemias que ha habido a lo largo de la historia y ver cuáles se pueden repetir y cuáles no. Otro objetivo que nos marcamos era contar hacia dónde va la investigación de los virus y las vacunas que existen para tratar este virus, algunas de ellas muy interesantes y que apenas se están tratando en los medios de comunicación, como puede ser las vacunas bacterianas. Y explicar también qué podemos hacer desde el punto de vista personal para aumentar nuestra inmunidad, nuestras defensas, cuidando determinados hábitos de vida y de alimentación, que son muy importantes.

Tratamos de dar a conocer todo esto desde el punto de vista médico pero de una forma muy sencilla, que la gente pueda comprenderlo porque continuamente salen muchas cosas en los medios de comunicación que no son totalmente ciertas; es decir, que la gente tenga criterio. Por ejemplo, el virus no se llama Covid-19, se llama SARS-COV-2. Covid-19 es la enfermedad. Ese pequeño detalle, que parece una tontería, refleja que muchas veces los medios de comunicación no distinguen entre el virus y la enfermedad. Uno de los problemas es que la gente no se está enterando y al final se transmite mucho más el miedo que el propio virus, por el desconocimiento.

"Hay que protegerse, pero el virus no volverá con tanta fuerza" 

El libro lo ha prologado Alipio Gutiérrez, quien dice que esta obra alejada de tecnicismos. Por lo tanto, es recomendable para todos los públicos, no solo los profesionales de la Sanidad...

Este es el quinto libro que escribo, por lo que tengo una experiencia detrás muy importante. Aparte, colaboro con muchos medios de comunicación, y lo que intentamos es transmitir en un lenguaje muy sencillo y llano para que la gente comprenda el problema médico que estamos viviendo actualmente. Para ello hay que evitar palabras técnicas. Nos hemos dedicado, digamos, a traducir lo que han dicho los médicos pero para la gente de a pie, de la calle.

 

Uno de los puntos que aborda el libro es el recorrido histórico de los virus y los efectos que han tenido en el ser humano. Con esa perspectiva, ¿estamos ante un virus tan diferente a los anteriores?

Hay unas diferencias entre este virus y el que hubo en el año 2002 en China. Son primos hermanos en el sentido de que el 80% de que la genética es igual, pero hay una diferencia: el primero producía mucha más mortalidad que este, un 10%, pero tenía una ventaja, que se contagiaba mucho menos; para ello era necesario que la persona debía tener síntomas muy importantes, si no, no se contagiaba. ¿Qué ha ocurrido con este virus para que acabe en una pandemia? Primero, que es un virus respiratorio, muy fácil de contagiar, de hecho las grandes pandemias suelen ser así. Segundo, la gente se puede contagiar incluso sin tener ningún tipo de síntomas. Y tercero, que no hayamos estado nunca expuestos al virus, es de origen animal, por lo que no teníamos anticuerpos para combatirlo. El problema es que ha habido muchos contagios y los que han sido graves han terminado colapsando el sistema. Esa es un poco la clave. Este virus es entre un 10 y un 20% más contagioso que el que hubo en China en 2002, que solo fue epidémico, no produjo una pandemia.

"China es un origen habitual por los mercados de animales" 

Para aquellos que creen en las teorías conspiranoicas de que el virus se creó en un laboratorio, ¿qué mensaje les puede enviar?

Casi todos estos virus casi siempre vienen de China por varios motivos. El primer animal que suele tener este tipo de virus es el murciélago. Luego la transmisión se suele hacer a otro mamífero, en este caso al pangolín. Ahí es donde suele mutar el virus y donde puede pasar al hombre, a través de un mercado de animales vivos como los que suele haber en China. El virus puede venir directamente del consumo del murciélago, que en Asia hay partes donde se lo comen.

 

El ámbito alimenticio es muy diferente en España. ¿Cómo nos puede ayudar la nutrición a combatir este virus o cualquier otro?

Está demostrado que determinados minerales y vitaminas que nosotros tomamos con los alimentos son fundamentales para que tengamos un sistema inmunitario fuerte. Sabemos que minerales como el zinc, el hierro, el magnesio o el selenio son muy determinantes para que una persona tenga un sistema defensivo potente. También hay vitaminas que son claves como la B6, B9, la B12 o la C, que habitualmente nos previene de los resfriados, que no dejan de ser virus. Hay estudios curiosos que demuestran que personas con alta presencia de vitamina A tienen menos probabilidad de mortalidad en un brote de sarampión.

 

En este sentido, de cara a esta temporada veraniega, ¿qué tipo de alimentos son más recomendables?

Muy importante, los frutos secos; el aceite de oliva, por su grado de vitamina E; las carnes que más vitaminas tienen del grupo B son las de cerdo y conejo. Por otro lado, la miel es muy interesante por la cantidad de minerales que aporta. Dentro de las hortalizas es muy importante el puerro, el brécol, la espinaca o los guisantes, porque tienen mucha fibra y eso hace que aumenten las defensas también a nivel del intestino. Una buena alimentación rica en proteína es importante porque cuando nuestro cuerpo coge el virus se produce una destrucción de la proteína y muchas veces los músculos se atrofian por la escasa movilidad del paciente.

"Este virus tiene muchas similitudes con otro que se originó en 2002" 

Uno de los temas en los que se ha puesto el foco es el descubrimiento de una vacuna. ¿Cómo de optimista es al respecto?

Las vacunas hasta que sean efectivas van a tardar varios meses, porque contiene tres fases de investigación. Sin embargo hay unas vacunas bacterianas que habitualmente tratamos, por ejemplo, para las infecciones de orina o para problemas pulmonares que son muy interesantes. Esas están disponibles ya. Se colocan debajo de la lengua durante varios meses y produce un aumento de la inmunidad de las mucosas. De esto no se está hablando en los medios de comunicación. Tenemos experiencias muy buenas con estas vacunas, solamente se está hablando de una vacuna específica, cuando podemos contar con una que aumenta la inmunidad. Por ejemplo, en Holanda están aplicándolo con una específica de la tuberculosis.

 

Entonces, ¿qué hace falta para que usen este tipo de vacunas?

La regulación de la Agencia del Medicamento dice que tienen que ser autovacunas. En otros países hay menos problema. Aquí en España lo que hay que hacer es que, si tienes un proceso respiratorio, a través del esputo intentar coger el germen, hacer una autovacuna de él y luego vacunarte. Si cogemos la bacteria que está produciendo esa infección, a su vez te produce una inmunidad cruzada.

 

Mientras los científicos avanzan hacia esa deseada vacuna, no cabe duda de que la sociedad debe hacer su trabajo para evitar los rebrotes que han surgido en los últimos días. ¿Cree que nos hemos relajado demasiado pronto?

Creo que no hay que asustar a la gente, el virus está produciendo muchísima menos enfermedad que hace tres meses, donde veíamos casos de neumonías que mandaban a la gente en la UCI. Actualmente estamos viendo casos de gente que contrae la enfermedad pero de un modo mucho más leve y, sobre todo algo mucho más importante, sabemos cómo funciona el virus y sabemos tratarlo de entrada para que no progrese hacia una enfermedad mucho más grave. Puede que haya repuntes, que en otoño el virus vuelva, pero no lo va a hacer con tanta fuerza como hace tres meses. Esto no quiere decir que la gente no tome medidas de protección. Ahora mismo se transmite mucho más el miedo que la propia enfermedad. Hay que estar pendiente, pero no con un miedo terrorífico, ya sabemos cómo combatirlo. Hay que mandar un mensaje más positivo.

También hay que tener una cosa importante en cuenta: el primo hermano de este virus en China en 2002, a los 8 meses mutó y dejó de producir enfermedad. Con este no sabemos cuándo va a ocurrir pero puede suceder lo mismo. Eso no quiere decir que nos relajemos, repito. Escribir el libro ha sido precisamente por eso, que la gente conozca a lo que nos estamos enfrentando y que no viva atemorizada. La situación más grave la hemos pasado y hemos aprendido una lección. Creo que esto no se va a volver a repetir. Saber que la próxima pandemia será de gripe, ya que se suelen dar, históricamente, cada 25 o 30 años; la última fue en 2009, pues perfectamente para 2040 podemos tener otra. Pero no por eso hay que vivir atemorizado, sino ponerse las vacunas, estar prevenido y, sobre todo, muy importante, que aprendamos de todos los errores que se han cometido en esta pandemia, a nivel político y de salud pública. Todos los profesionales deben tener equipos, no puede haber 50.000 profesionales contagiados en un país del primer mundo.

Hay que enfrentarse al virus, pero no con miedo. Tenemos que cambiar el chip, la situación que vivimos ahora no tiene nada que ver con la que hemos vivido y, lo normal, es que la que vivamos dentro de unos meses no tendrá nada que ver con lo que ocurrió meses atrás. No tenemos razones para estar pensando que va a haber otro confinamiento, el virus puede mutar y desaparecer. No podemos negar que pueda haber un rebrote, pero tampoco es descartable que suceda como el SARS-COV-1 que no llegó a haber vacuna porque al mutar a los 8 meses acabó desapareciendo.

 

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