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javier ceruti garcía de lago - portavoz de ciudadanos y portavoz del equipo de gobierno local

“El pacto se está incumpliendo desde el minuto cero. Les falta salir a la calle y gritar que no lo cumplen porque no les da la gana”

A Ceruti (Madrid, 1967) lejos de molestarle que le consideren como el villano de la película parece provocarle cierto orgullo que le vean así si eso significa no dar su brazo a torcer en la tarea que se impuso cuando llegó al Ayuntamiento de Santander: dar voz a la ciudadanía y cambiar la forma de hacer política. Poco complaciente con quienes no cumplen la  palabra dada,  no oculta en ningún momento su malestar con el socio de gobierno, sus modos y el continuo incumplimiento de un pacto de gobierno que reconoce no era su opción preferida.

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Javier Ceruti

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Arantxa Calleja
19/6/2021 - 11:36

- ¿Qué se siente siendo el malo de la película?

 

Que estoy cumpliendo con mi deber. Para mí sería facilísimo salir sonriendo todo el rato y no cumplir con mis promesas a los ciudadanos, pero no voy a hacer eso. Voy a ser el malo de la película, no hay problema.

 

 

- ¿Qué valoración hace de estos dos años de legislatura?

 

En mis áreas de competencia,  los grandes proyectos están lanzados. Hay uno que nos diferencia enormemente con lo que se había hecho hasta ahora, que es un Plan General, un modelo de ciudad basado en la participación ciudadana. En las peores circunstancias imaginables, en medio de  la pandemia, hemos conseguido sacar adelante el modelo de participación ciudadana. Y ahora tenemos que sacar el modelo de ciudad. Está a punto de sacarse a licitación la redacción de ese modelo de ciudad que tendrá que respetar lo que nos han dicho los ciudadanos en ese proceso. 

 

Es un cambio de la noche al día. Aquí ya no cumplimos con lo que dice la ley de dejar un periodo de alegaciones para que hablen los ciudadanos. No. Aquí, primero hablan los ciudadanos, nos dan unas ideas, vienen los especialistas y con esas ideas crean un modelo de ciudad que volverá a tener una participación ante la gente, se dará a conocer y se abrirán, evidentemente, los periodos de alegaciones en los que se podrán presentar las propuestas particulares. 

 

Y la idea es avanzar con esto y aprovechar también la participación ciudadana para que uno de los grandes proyectos, de los ‘mantras’ de la ciudad vayan avanzando. Mantras como la integración ferroviaria. 

 

Treinta años de integración ferroviaria y ahora hay mucha prisa porque aceptemos el peor proyecto que ha habido en los 30 años, que es el que tenemos encima de la mesa. Pues no hay prisa. 

 

Lo que hay es que, en ese modelo de ciudad, incluir también las notas necesarias sobre la integración y, además, al tiempo que se esté tramitando y redactando el modelo iremos tramitando un concurso de ideas para que con lo que surja del modelo puedan ya proponernos planteamientos muy concretos sobre cómo enfocar esa integración ferroviaria.

 

Hay una cosa sencillísima que nos dicen los vecinos, especialmente los más afectados, que es que con todo el tiempo que llevan esperando lo último es aceptar un mal proyecto que tengan que aguantar durante cien años. Hay que hacerlo bien. Lo que sea se tiene que hacer bien.

 

 

- ¿Algo que debería haberse hecho y no se ha hecho?

 

A mí me encantaría que los tiempos en la administración fueran los tiempos de la empresa privada, pero desgraciadamente no lo son. Es decir, en cualquier empresa privada se pueden hacer planteamientos como el que hemos hecho, incluso la redacción de un Plan General  en muchísimo menos tiempo, pero desgraciadamente la tramitación administrativa impuesta por las leyes es la que es. Y lo que sentimos todos, en este caso hablo por Felipe (Pérez Manso) y por mí, que venimos del sector privado, que sabemos cómo se hacen las cosas en el sector privado, es como si tuviéramos permanentemente a alguien tirando de nosotros impidiéndonos avanzar.

 

 

- ¿Incluido el socio de gobierno?

 

Sí, desde luego, facilitar, en algunas cosas, no facilitan. Cuando las cosas avanzan, se ponen delante para sacarse la foto, pero cuando las cosas se quedan paradas o cuando se necesita el impulso que pueden tener ellos, nada menos que con la alcaldía y algunas concejalías muy potentes, sí, se echa de menos. Incluso cuando se hacen declaraciones públicas en sentido contrario a lo que hemos pactado y está escrito porque su manera de ver determinados asuntos es distinta a la nuestra. Evidentemente eso no se agradece nada. 

 

 

- ¿Y cuál es la valoración del pacto de gobierno?

 

Es que el incumplimiento del pacto donde es más evidente es en el preámbulo, en la parte que habla de la lealtad, la información, etc. Eso se está incumpliendo desde el minuto cero. 

 

Alguno de los otros puntos se han cumplido, para nuestra alegría, porque ahí sí que fuimos más exigentes y pusimos plazos. Por ejemplo, en la rebaja importante de impuestos. Eso es una imposición nuestra. Ellos querían demorarlo hasta el último año de la legislatura, dijimos que no, que el primer año, por lo menos, se debería bajar el 6% del IBI, el segundo otro 2%, y así sucesivamente. Lo conseguimos y, desde entonces, el ‘mantra’ del Partido Popular es que ellos han bajado los impuestos. No, esos impuestos se bajan gracias a que hay quien está dispuesto a pasar por ser el malo de la película y a quejarse cuando no hay cumplimientos.

 

Por otra parte, hay una serie de puntos del pacto que son verdaderamente anecdóticos pero que a la gente le afectan muchísimo. Por ejemplo, el atasco innecesario en el Paseo de Pereda. Bien. Lo que tienen que saber los santanderinos es que nosotros exigimos permanentemente que se cumpla esa parte del pacto que solo requiere de una decisión política; ahí no hay ningún informe jurídico ni técnico que tenga que determinar nada. Es una pura decisión política del concejal de movilidad. No lo hacen porque no quieren. Es decir, que sepa todo el mundo que cuando hay ese atasco lo hay porque quiere el concejal de movilidad y porque le apoya la alcaldesa. Lo único que tendrían que hacer es llevarlo a la práctica pero se niegan a hacerlo. 

 

Insisto en que es anecdótico, porque eso no va a cambiar la vida de la ciudad, va a hacer más fácil la vida a mucha gente que se queda atascada ahí pero no es un tema profundísimo como la integración ferroviaria o como el frente marítimo pero a la gente le afecta muchísimo. Y hay gente que me echa en cara a mí que no se cumpla. Pues que sepan que yo  no tengo la fuerza de hacer cumplir lo que han firmado y se niegan a cumplir. 

 

 

- En el retraso que lleva el cumplimiento de algunos de los puntos del pacto ¿ha podido influir la situación de alerta sanitaria?

 

Yo creo que es una cuestión de voluntad. Es de todos sabido que no fue un pacto que a mí me agradara. Si hubiera podido decidir yo no habría decidido este pacto. Pero una vez que acato la decisión del partido y se firma lo hago con la firme voluntad de cumplirlo. 

 

Nosotros hemos cumplido hasta la última coma de nuestra parte. Hemos hecho alcaldesa a Gema Igual, que si no no lo habría sido, así de sencillo. Había una mayoría alternativa, con más votos que el PP, que podía haber entado a gobernar. No me permitieron hacerlo y firmamos un pacto. Y yo cuando firmo un pacto lo firmo con voluntad de cumplirlo y no entiendo que haya quien lo firme con voluntad de incumplirlo.

 

 

- Ustedes venían a cambiar la política, ¿lo están haciendo?

 

El otro día me dijo una cosa un político de otro partido que me ha hecho pensar que estamos cambiando más de lo que creemos. “Tenéis que mover ficha porque, como no lo hagáis, van a volver a tener la mayoría absoluta y en esta legislatura por lo menos os tienen a vosotros frenando”. 

 

Luego, sin nosotros sería distinto, eso lo tengo clarísimo. Nuestro planteamiento, como el ejemplo del área de Urbanismo, es completamente distinto. 

 

El planteamiento de Urbanismo en Santander anteriormente fue sentarse en una mesa con algunos promotores que, de repente, empezaron a comprar en determinadas zonas y esas zonas se veían muy beneficiadas en los planes urbanísticos. Nuestro planteamiento es la antítesis. Es pedirle a los ciudadanos que nos cuenten lo que quieren. 

 

En Cultura, tenemos un Plan director que cumplir y del que no se había cumplido absolutamente nada. Ahora, hay una directora volcada en ir avanzando en ese cumplimiento y se está haciendo.

 

Y tenemos una serie de proyectos que estaban ya encima de la mesa que implican a todas las administraciones y también al sector privado. Proyectos que auguran un futuro cultural muy esperanzador a Santander y que hay que compatibilizar con el impulso al sector local. Con los dos planes de choque hemos apostado por ayudar a las empresas culturales de Santander  y en eso estamos. 

 

En Contratación, que era otra de nuestras esencias del pacto, no permitimos que se siguiera con el sistema de contratar a grandes empresas para los grandes servicios y luego no fiscalizar el cumplimiento y dejar que todo esté manga por hombro.

 

Recibimos un contrato de Parques y Jardines podrido, que había vencido, que se estaba incumpliendo, de hecho, se le está sancionando por incumplimientos, y con una redacción del siguiente contrato que había chocado con el escollo de que había una oferta muy baja, que los sindicatos decían que era insuficiente para pagar los salarios y que dentro del Ayuntamiento provocaba una polémica porque había unos órganos que decían que era insuficiente y otros que no.

 

Ante eso, sentido común. 

 

Nos sentamos con quienes iban a ser beneficiarios de ese contrato y conseguimos desatascarlo. 

 

Ahora está en Intervención el pliego que ya ha pasado por todas las áreas de redacción y confiamos que en unos meses podamos tener un contrato con garantías de que se va a cumplir. 

 

Porque a lo que íbamos, como en el caso de las basuras, era a un contrato con unos índices y unos precios que iban a llevar, seguramente, al incumplimiento y al fracaso.

 

Hablando de las basuras. Durante casi siete años la concesionaria ha estado haciendo lo que le ha dado la gana. Incumpliendo a ojos de todos. Y únicamente en el primer año hubo unos expedientes sancionadores porque faltaba alguna maquinaria. 

 

Después cinco años no solo de silencio sino de complacencia, en los que la alcaldesa presumía de que el servicio de control electrónico del contrato de basuras era espectacular, llegamos nosotros y le tuvimos que decir  que no estaba funcionando, que ni siquiera lo implementaron nunca. 

 

En los días que transcurrieron entre el final de la anterior legislatura y el comienzo de esta, de repente, incoaron unos expedientes sancionadores que si no hubiéramos entrado nosotros al equipo de gobierno no hubieran seguido adelante. Esos expedientes han seguido adelante, nueve han terminado en sanciones que han sido ratificadas por los tribunales y, ante la persistencia del incumplimiento, y ante la falta de reacción a estos expedientes abiertos hemos exigido la resolución del contrato. ¿Alguien cree que lo hubiera pedido el Partido Popular si no estamos nosotros?  Es absolutamente impensable. Era mucho más fácil pensar que cuando dentro de dos años venciera el contrato y pudiendo prorrogarse lo hubieran prorrogado, porque es lo que han hecho habitualmente con determinadas contratas.

 

Y frente a esto, seguimos con los trámites para la resolución del contrato.

 

Con todo esto quiero decir que una parte esencial de nuestro compromiso se está cumpliendo. ¿Encontramos dificultades en nuestros socios? Sí.

 

Para nosotros es esencial que los ciudadanos sepan porqué el contrato de basuras no ha funcionado. 

 

Y para eso es fundamental una comisión de investigación pública y no está siendo pública porque la alcaldesa no quiere avanzar en que lo sea. Se ha comprometido a hacerlo pero no quiere avanzar. Tiene que  convocar una comisión de Administración y no la convoca. Y nosotros seguiremos exigiendo que sea pública. Pero que lo entiendan los ciudadanos, yo puedo pedirlo, puedo exigirlo, puedo rogarlo pero no tengo la capacidad ejecutiva de convocar esa comisión.

 

 

- Con los bolos así pinados, ¿en algún momento confió en que también en Santander se presentara una moción de censura?

 

Sí, claro que sí. Clarísimamente, visto el incumplimiento. Si la decisión dependiera de mí... Cuando firmo un contrato y la otra parte lo incumple, dejo de estar obligado por ese contrato. Sin la menor duda.

 

Que no solo no cumplen, sino que hacen ostentación. Les falta salir a la calle y gritar “no lo cumplo porque no me da la gana”.

 

No soy tan ingenuo de creer que gobernar con la oposición fuera fácil. Roces siempre habría, si se diera el caso, pero no es una cuestión de comodidad personal. Sé que personalmente me complico la vida mucho en caso de que se avanzara en ese sentido, lo sé, pero serían dos años, que me echen lo que me tengan que echar.

 

 

- ¿Qué espera del resto de la legislatura? ¿Podrán llevar adelante algo más de lo pactado?

 

Yo creo que sí. Pero no porque cumplan, sino porque somos muy cabezones. 

 

Ante cualquiera de las perspectivas de futuro para esta legislatura, que sea continuar con este pacto, pasar a un pacto en el que cumplan o cualquier otra alternativa, nuestro objetivo va a seguir siendo el interés de los ciudadanos. El modelo de ciudad, los concursos de ideas para los puntos esenciales urbanísticos, las negociaciones con otras administraciones, el desarrollo de los grandes proyectos en lo que dependan de nosotros… Que algunos han dependido mucho. El proyecto Pereda ha pasado por Urbanismo con todo nuestro  apoyo porque es un proyecto extraordinario; el proyecto Reina Sofía, enormemente ilusionante, y que hay que agradecer al empeño de José María Lafuente en que se haga en Santander; los proyectos de otros,  como el proyecto Enaire, del Gobierno de la nación, o el MUPAC, del Gobierno regional; o como la negociación de La Remonta para conseguir el gran espacio verde para el desahogo urbanísitico de la ciudad...

 

Dedicaremos estos dos años, estemos como estemos, a intentar apoyar en lo que de nosotros dependa todo esto. 

 

Igual que al sector cultural, que las está pasando canutas; o al deporte para que haya unas instalaciones deportivas dignas, porque el IMD tiene dinero a espuertas para hacer muchas obras y ha estado teniendo dinero a espuertas sin que se hiciera nada, cuando es obvio que las instalaciones se estaban deteriorando notabilísimamente. 

 

También estamos empeñados enconseguir una relación del ciudadano con el Ayuntamiento mucho más directa, haciendo mucho más fluidos los servicios, luchando enormemente, y eso sí que es luchar contra gigantes, por mejorar la organización interna del Ayuntamiento que es un verdadero desastre.

 

Tenemos muchas ganas de seguir avanzando en todas esas cosas y de hacer lo que tenemos que hacer estos dos años, en las circunstancias que sean, no perder nunca de vista el objetivo, que es conseguir aquello que interesa al ciudadano.

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