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La compra de productos falsificados supone unos 800 millones de euros en la Comunitat Valenciana, el 40% por internet

Confecomerç plantea estudiar la posibilidad de multar a compradores pero Economía lo ve "complicado" en este momento

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03/12/2019 - 15:18


Confecomerç plantea estudiar la posibilidad de multar a compradores pero Economía lo ve "complicado" en este momento

VALÈNCIA, 3 (EUROPA PRESS)

La compra de productos falsificados supone entre 700 y 800 millones de euros al año en la Comunitat Valenciana, donde en 2018 pasado se intervinieron 4,5 millones artículos de este tipo, la segunda región con más incautaciones por detrás de Andalucía. Y el lugar de compra habitual es ya, para más del 40% de los compradores, internet, seguido de puestos de venta ambulante legal (32%) y el top manta puestos de venta ambulante ilegal (19%).

Para combatir y concienciar sobre los "graves perjuicios" que provoca esta práctica en la economía, en la salud, en la creación de puestos de trabajo y en el medio ambiente, se ha puesto en marcha la campaña 'Di no a las falsificaciones. Por un consumo responsable y sostenible: Sé original' en la que se han por primera vez la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu), Confecomerç y la Conselleria de Economía Sostenible.

Desde la patronal, el presidente de la CEV, Salvador Navarro, ha incidido en la importancia de "concienciar sobre la necesidad de un consumo responsable". Hoy en día se falsifica prácticamente todo, ha lamentado. Las falsificaciones representan el 2,5% del comercio mundial, y el 5% de las importaciones en la Unión Europea son falsificaciones.

En España, el comercio legal pierde cerca del 10% de sus ventas a causa de los productos falsificados, lo que se traduce en 6.700 millones de euros y en la destrucción de unos 53.000 puestos de trabajo. El año pasado, se intervinieron más de 6 millones de productos falsificados, "más del triple que el año anterior y la Comunitat Valenciana estaba a la cabeza con 4,5 millones de productos intervenidos", ha alertado.

Ante esta situación ha instado al futuro Gobierno central a establecer "medidas de control" para luchar contra la venta ilegal de productos. Por su parte, la CEV va a "plantear a sus diferentes comisiones de trabajo la incorporación en temas puntuales de asociaciones de consumidores", como en el caso de los productos falsificados, ha avanzado.

Por su parte, el presidente de la Confederación del Comerció del Comercio de Alicante, Castellón y Valencia (Confecomerç), Rafael Torres, ha puesto en valor que la campaña 'Di no a las falsificaciones' pone de relieve los valores del producto autóctono, el comercio local y de proximidad frente al "daño" que provocan las falsificaciones en la generación de empleo y en los impuestos que no pagan, además del "peligro" que suponen para la salud de las personas "sin controles de seguridad ni etiquetado".

Torres, que ha lamentado que la Comunitat Valenciana es "la primera región en la que más falsificaciones se incautan por detrás de Andalucía y España, el segundo país europeo después de Italia", ha llamado a "intensificar la acción" en aduanas y polígonos, a ayudar a colectivos que venden falsificaciones a "salir de las mafias que los explotan" y a buscar la manera de "proteger al consumidor en el comercio electrónico".

"MEDIDAS CONTUNDENTES"

Para el representante del pequeño comercio, solo la concienciación no basta, se necesitan "medidas contundentes". Así, ha planteado la posibilidad de "multar al comprador" de productos falsificados, al igual que se hace en ciudades como Mallorca, Barcelona o Peñíscola, "no son leyes extrañas", ya se aplican, ha apuntado.

En este sentido, Torres ha argumentado que "sería ideal" que la concienciación funcionara pero "llega un momento que el problema es tan grande que hay que abrir la posibilidad" de multar como en otras ciudades, del mismo modo que cuando alguien se salta el semáforo en rojo, excede la velocidad o roba, ha ejemplificado.

Sin embargo, el conseller de Economía Sostenible, Rafa Climent, ha manifestado ser más partidario de la concienciación que del ámbito coercitivo y aunque "no decimos que no se pueda estudiar la posibilidad", ha matizado, ve "la idea es complicada en estos momentos".

En la misma línea se ha pronunciado el presidente de AVACU, Fernando Moner, quien cree que primero aboga por ver los resultados de la campaña 'Di no a las falsificaciones. Por un consumo responsable y sostenible: Sé original' y "al final de la escalera", si no funciona, "se puede ver" lo de las multas.

El conseller Climent confía en que la campaña 'Di no a las falsificaciones' permita "abrir conciencias". A su juicio, es "fundamental" la formación y educación en consumo desde edades más tempranas, ya que los consumidores han de ser conscientes de la "fuerza" que tiene su poder de decisión sobre qué comprar o dónde comprar "para hacer factible un modelo de sociedad u otro".

Así, ha defendido una compra sostenible consciente y bien informada, basada en necesidades reales, y centrada en productos de proximidad y marcas locales para ahorrar en costes energéticos asociados al transporte. "La emergencia climática comienza también por cambiar hábitos de compra", ha subrayado.

Climent aboga por "trabajar juntos" contra las falsificaciones frente a sus consecuencias: destrucción de puestos de trabajo, imposibilidad de crear nuevos, condiciones de explotación de vendedores, riesgos para la salud pública, competencia desleal y menor recaudación de impuestos con los que financiar los servicios públicos. En este sentido, ha recordado que se está trabajando en la creación del 'Observatorio del Trabajo Decente' que agrupará a patronal, sindicatos y administraciones.

HÁBITOS DE COMPRA DE PRODUCTOS FALSIFICADOS EN LA COMUNITAT

Desde AVACU, su presidente Fernando Moner ha dado a conocer los resultados de un sondeo realizado a más de 500 familias de la Comunitat Valenciana y que pone de relieve que "la calidad" es el aspecto más valorado al comprar un producto.

En el caso de productos de alimentación, el porcentaje asciende a un 49% y el precio quedaría en segundo lugar (26,5%), mientras que en los productos no alimenticios, destacan la calidad un 39,7%, seguido del precio (38,7%). También se da mucha o bastante importancia al lugar de origen del producto, fundamentalmente en alimentación.

Si bien el 58% de los consumidores dice ser contrarios las falsificaciones y solo comprar productos originales, un 23% ha adquirido en el último año algún producto falsificado. Los motivos que esgrimen son, principalmente, que creen que "tienen la misma calidad y utilidad que el original, pero más baratos", y, en segundo lugar, "porque el precio es más económico que el de la marca original, aunque de peor calidad". Los más mayores son los que más en contra están de los productos falsificados, según la encuesta.

El lugar de compra habitual de los productos falsificados es, para más del 40%, Internet, seguido de puestos de venta ambulante legal (un 32%) y top manta/puestos de venta ambulante ilegal (19%).

Los sectores en los que se adquieren más falsificaciones son, por este orden, ropa, calzado y aparatos electrónicos, complementos de moda, perfumería y cosmética y material y prendas deportivas y joyería y relojería y libros, música y películas. Y se ha detectado un aumento de la compra de fármacos falso, alerta el representante de los consumidores.

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