Lo cierto es que el revés de Buenos Aires ha supuesto a una bofetada brutal para el movimiento olímpico español y para la candidatura madrileña. No se vio (o no se quiso ver) que Tokio también presentaba un proyecto de altura y que a la hora de ganarse a los votantes del COI hace falta algo más que apelar a la emoción. Es ahí donde verdaderamente surge el problema de Madrid. Alejandro Blanco, una de las personas a las que no se las puede reprochar su entrega y trabajo, reconocía minutos después de quedarse fuera de la votación final que no sabía en qué se había fallado. Ese, tal vez, sea el gran error de Madrid, no saber cuáles son los puntos sobre los que se debe incidir para decantar la balanza a su favor, como por ejemplo la lucha contra el dopaje, un campo del que España se congratula por la nueva ley al mismo tiempo que obvia el ridículo internacional que ha supuesto la gestión de la 'operación Puerto'.

Madrid se queda sin sus soñados Juegos, pero no es la gran damnificada por ello. La peor parte va, sin duda, para los deportistas. Alejándonos de las disciplinas más mediáticas encontramos a deportistas cuyos ingresos se antojan a todas luces insuficientes para dedicarse única y exclusivamente al entrenamiento y la competición. Después llegan los Mundiales y los JJOO en deportes como el atletismo, la natación, la gimnasia y otras tantas especialidades y exigimos éxitos y medallas sin entrar a valorar las condiciones en las que han tenido que preparar esa gran cita.

Muchos de esos deportes esperaban como agua de mayo unos JJOO en el horizonte que sirvieran como excusa para remodelar profundamente el decorado, desde el sistema de becas hasta las instalaciones. Es lamentable que estos deportistas se tengan que aferrar a una decisión que está en manos de unos señores (los miembros del COI) a los que esta situación les es totalmente ajena. El deporte español y un país en general no pueden depender de una elección para intentar salir de la crisis. Sin embargo, el papel de Madrid 2020 en Buenos Aires ha vuelto a poner de relevancia algo que ya intuíamos: nuestros deportistas están muy por encima de nuestros políticos, incluso a nivel de formación. Con estos mimbres parece complicado que España albergue unos JJOO a corto plazo. Si Madrid se lanza de nuevo a la carrera para 2024, que Dios (y el COI) nos cojan confesados.

La temporada llega a su recta final, ¿cómo ve al equipo de cara a esta fase decisiva?

El equipo está muy confiado, sobre todo después de los partidos de octavos de final ante el Fuchse Berlín. Fue una eliminatoria en la que nadie daba prácticamente nada por nosotros y en la que casi todo el mundo pensaba que nos quedaríamos fuera de los cuartos de final. Era lógico, ya que el Fuchse había hecho mejores números que nosotros en la anterior fase. Sin embargo, estuvimos ahí peleando, sufriendo y trabajando y al final logramos clasificarnos.  De esa eliminatoria salimos con mucha moral y creo que estamos en el mejor momento de la Liga.

La eliminatoria ante el Fuchse Berlín habrá servido para reforzar la moral del equipo, ¿qué lecciones extrajeron de esos partidos?

Que tenemos equipo para competir, que era algo que se había llegado a poner en duda, puesto que todo el mundo puede jugar, pero no todos pueden competir. Ante el Berlín quedó de manifiesto que efectivamente podemos competir ante los grandes, que tenemos un buen nivel y que si hacemos las cosas bien, llevando a cabo lo que vemos en los vídeos y lo que planificamos en los entrenamientos, podemos llegar a la Final Four.

Además, esa eliminatoria también llevó aparejado el regreso de Hombrados, un plus para el equipo

Sí. Siempre que un jugador de la calidad de Jota vuelve al equipo es una gran noticia. Cualquiera que sale de una lesión es algo positivo para el equipo. Si además le sumamos que en este caso hablamos de un portero, un puesto tan sensible, tan importante en balonmano, como Hombrados, eso da mucha confianza al equipo. Siempre que un jugador ha estado lesionado y puede aportar su granito de arena es bienvenido por el equipo. Ojala no tuviéramos más lesionados que es una de las cosas que más nos está afectando esta temporada y pudiéramos competir la plantilla al completo, pero lamentablemente es algo a lo que debemos hacer frente.

Cumple su séptima temporada en el club y por tanto ha jugado muchos partidos importantes ¿ve al equipo preparado para esta eliminatoria contra el Barcelona?

Lo veo bien. Sabíamos que nos iba a tocar un equipo complicado, por el hecho de haber acabado terceros de grupo nos veríamos las caras con algún primer clasificado. Ya fuera el Kiel o el Barcelona, sabíamos que iba a ser muy complicado. Pero bueno, el equipo está con confianza plena y con los cinco sentidos puestos en este partido. Vamos a pelear todo lo posible y más por intentar ganar los dos partidos o, al menos, pasar la eliminatoria para estar en la Final Four por cuarta vez.

A pesar de la diferencia de puntos que hay en la Asobal, en el enfrentamiento directo el BM Atlético jugó de tú a tú, al Barcelona, ¿os sirve como referencia para la cita de este sábado?

Hay que coger información de los tres partidos que hemos jugado contra ellos. Aunque perdimos todos ellos, podemos extraer muchas conclusiones sobre cómo jugarles. Hay que quedarnos con las cosas buenas y sacar toda la información posible, estudiarlo bien y tratar de entrenar pensando en sacar partido de todo ello.  Si solamente nos fiamos de ese partido no vamos a tener una visión global. Hay que echar la vista atrás, intentar mejorar todo lo que hiciéramos mal y así intentar sorprenderles.

Otro de los antecedentes de esta temporada es la Supercopa. En ese partido Rutenka fue el factor desequilibrante, ¿qué es lo que más temen de este equipo?

Ellos parten básicamente de su defensa. Son muy fuertes, muy altos, rápidos y defienden con muchísima intensidad. Luego en la portería tienen a dos de los guardametas que están más en forma del balonmano mundial como Saric y Sterbik. Los dos suelen sacar entre 15 y 20 balones por encuentro y cualquiera de los dos que esté, incluso si juegan media parte cada uno, es un hándicap altísimo. Les da mucha confianza contar con ellos, porque si cometen un error en defensa saben que tienen detrás una garantía. Esa calidad en la portería  y en la defensa acaba condicionando todo, ya que no sólo supone que encajan pocos goles, sino que además les sirve para correr al contragolpe y hacer goles fáciles. Eso te acaba matando. Hay que evitar que puedan jugar rápido, ya que aunque tienen buenas individualidades para el ataque estático se basan mucho en el contraataque.

A nivel global, ¿cree que el equipo salvaría la temporada metiéndose en la Final Four y ganando la Copa del Rey?

Creo que por el hecho de meternos sólo en la Final Four no serviría para salvar la temporada. El equipo se hizo para ganar la Final Four, al igual que en las temporadas anteriores. A pesar de las bajas el equipo lo está haciendo realmente bien, aunque para salvar la temporada tal vez deberíamos ganar la Champions y la Copa del Rey. A pesar de esto, está claro que llegar a la Final Four es muy complicado, todos los años lo ha sido. Hemos tenido bajas y algunas críticas que hablaban del final de un ciclo, aunque el equipo se ha ido reponiendo y llegando a donde tenía que llegar, aunque de verdad creo que para salvar la temporada habría que ganar esos dos títulos.

Personalmente, ¿qué papel espera tener en estos partidos?  ¿Puede aportar más al equipo defendiendo en el extremo o como avanzado en la defensa 5-1?

Eso depende de Talant y de Raúl que son los que tienen, como digo yo, que equivocarse a la hora de plantear los partidos. Tras el partido contra el Granolllers comenzaremos a ver cómo vamos a afrontar ese choque. Venimos casi toda la temporada jugando con una defensa 6-0, en pocos partidos hemos defendido 5-1. Todavía no sabemos si vamos a continuar con la idea del 6-0 o si vamos a intentar sorprenderles con el 5-1. De todos modos, el papel que me toque es el que cogeré y lo haré encantado.

Pensando un poco en el futuro, es uno de los jugadores más veteranos de la plantilla, ¿tiene decidida su continuidad para la próxima temporada?

Si digo la verdad, no lo sé. Estamos como la economía y el resto de trabajadores, con incertidumbres. No se sabe lo que va a pasar, estamos todos a la espera de lo que vaya sucediendo. Nadie puede confeccionar los equipos para la próxima temporada porque no saben el dinero que van a tener. En campañas anteriores todo el mundo sabía en enero o febrero qué iba a hacer el curso siguiente. Pero de cara al año que viene estoy como todo el mundo y no sé dónde voy a estar. No sé si seguiré aquí, si tendré ofertas o si decidiré no seguir jugando. Estamos esperando porque está todo muy parado.

Para las semifinales, la segunda competición europea presenta a dos campeones como Chelsea y Benfica, pero también a dos conjuntos más underground como el Basilea y el Fenerbahçe, en lo que podría servir como claro ejemplo de lo que es la actual Europa League: un reducto en el que tienen cabida los modestos y aquellos 'gigantes' que salen rebotados de la mastodóntica Liga de Campeones. Pero dejando a un lado el análisis general parece de obligado cumplimiento dedicar unas líneas al Basilea.

En las últimas temporadas el fútbol suizo ha presentado un nivel más que aceptable a nivel de selecciones, sobre todo en categorías inferiores. Las grandes actuaciones de la generación que ganó el Mundial sub-17 en 2009 en Nigeria y su posterior subcampeonato en el Europeo de 2011 de Dinamarca encumbraron a jugadores como Granit Xhaka o Xherdan Shaqiri. Ambos dieron el salto al primer equipo del Basilea para llevar al equipo azulgrana a los octavos de final de la pasada Liga de Campeones. Tras ser goleado por el Bayern y con la salida de estos dos jugadores rumbo a la Bundesliga, casi nadie apostaba un euro por que este equipo resurgiera de sus cenizas, pero el tiempo ha acabado dando la razón al conjunto helvético.

El Basilea tuvo cierta fortuna en el sorteo de la fase de grupos de la Europa League, competición a la que llegó tras caer en la última eliminatoria previa de la Liga de Campeones. Videoton, Sporting de Portugal y Genk fueron sus rivales. Tras pasar de ronda como segundo de grupo, el equipo suizo ya mandó un aviso en los dieciseisavos de final al eliminar al Dnipro ucraniano de Juande Ramos, otro conjunto desconocido para el gran público pero que cuenta en sus filas con jugadores con experiencia internacional como Konoplianka. A todos los que seguimos el fútbol internacional ese paso ya nos llamó la atención, pero lo mejor estaba aún por llegar.

Zenit y Tottenham, dos equipos que la próxima campaña podrían presentar batalla en la Liga de Campeones, serían sus próximos rivales y ambos ya han comprobado que el milagro del Basilea es real. Murat Yakin, el hermano del gran Hakan, demuestra como entrenador que no tenía la misma magia en las botas que su pariente, pero que cuenta con más capacidad para ver el fútbol. Gracias a él, a su interersante apuesta que mezcla jóvenes valores como el portero Sommer o el central Dragovic, junto a veteranos como Streller; a no renunciar a cada partido y a no agachar la cabeza ante equipos a priori más potentes, el Basilea está viviendo su particular cuento de hadas. Los otros tres supervivientes en la Europa League desean que el bombo les depare un enfrentamiento en semifinales con el Basilea. La historia reciente demuestra que tal vez estén equivocados.

Bastó con el potente servicio de Milos Raonic (no hay que olvidar que es el número 15 en el ránking de la ATP) y con que Dancevic diera la sorpresa ante Granollers para hacer las maletas con una derrota. Alex Corretja ha afirmado que "no hay reproches para nadie". Cierto. Los jugadores llamados para esta eliminatoria cumplieron, más o menos, con lo esperado. La pareja de dobles sumó el único punto, mientras que Albert Ramos y Guillermo García-López hicieron lo que pudieron ante un jugador como Raonic al que la pista le iba como anillo al dedo. Por tanto, si hay alguien al que reprochar algo ese es el propio Alex Corretja.

Es cierto que Feliciano López no estuvo muy afortunado con sus comentarios en la previa de la pasada final ante República Checa, pero el toledano siempre ha demostrado que en la Copa Davis se crece. Con tantas bajas en el equipo, Corretja debería haber hablado con el jugador y llegar a una especie de acuerdo en el que el principal beneficiado sería el tenis español. Tampoco hubiera estado asegurado el pase con su presencia, pero al menos sí hubiese jugado un papel intimidador en una pista donde el servicio era clave y en esa suerte, López es el mejor representante de la 'Armada'.

Ahora sólo queda esperar hasta el mes de septiembre para saber si se consuma la tragedia (descenso del Grupo Mundial) o si el equipo español es capaz de dar la vuelta a esta situación. Esta eliminatoria llegará en un momento de la temporada donde la resaca del US Open y el comienzo de los torneos indoor marcarán la agenda de todos los jugadores. Será difícil que los primeros espadas estén disponibles al 100% para esta cita, por lo tanto la pelota vuelve a estar en el lado de Corretja. De su capacidad para gestionar esa eliminatoria dependerá su futuro como capitán...y la permanencia del equipo español en la élite de la Copa Davis.

Si cuatro años atrás la selección española hincó la rodilla ante la brasileña en la tanda de penaltis, en esta ocasión volvió a hacerlo tras una genialidad de Neto. El exjugador del Inter Movistar leyó a la perfección su emparejamiento con el jugador español más débil en el plano defensivo, Fernandao, para rebasarle y cruzar magistralmente el balón ante la salida de Juanjo, cuando todos empezaban a buscar números en la lotería de los penaltis.

A pesar del mal sabor de boca que deja un subcampeonato, conviene echar un vistazo a la trayectoria general para concluir que la selección española ha hecho un gran papel en el Mundial. Ha superado un cuadro muy exigente hasta llegar a la final, donde compitió e incluso tuvo el título muy cerca tras remontar un 1-0. José Venancio López sigue contando con crédito como seleccionador y el relevo generacional que tanto preocupaba parece un hecho consumado.

Hasta aquí, todo correcto. El problema surge cuando uno mira con detenimiento la final, o mejor dicho, los prolégomenos del partido decisivo. Autoridades de la FIFA, encabezadas por su presidente Joseph Blatter, saltaban al parqué para saludar a los integrantes de ambas selecciones. Cerrando ese séquito aparece el presidente de la RFEF, Ángel María Villar, a la sazón vicepresidente del máximo organismo del balompié mundial.

Tras esa ceremonia, el peruano Héctor Rojas y el británico Marc Birkett daban su autorización para que el gran partido comenzase. Sí, han leído bien, un peruano y un británico, dos países donde este deporte no es ni mucho menos una práctica habitual. Para que nos entendamos, es como si se encargase a un colegiado español pitar la final del Mundial de hockey sobre hielo. Brasil y España estuvieron a la altura de la final, con un juego que les confirma como los referentes del fútbol sala mundial, sin embargo no se puede decir lo mismo del arbitraje. Je debió ser expulsado por una entrada brutal sobre Sergio Lozano; Kike y Fernandao vieron sendas tarjetas amarillas por dos faltas inexistentes; una clarísima mano del brasileño Neto en la frontal del área brasileña se marchó al limbo...Fueron tantas las acciones en las que el dúo Rojas-Birkett demostraron no estar a la altura que la FIFA debería recapacitar sobre su designación.

No es una pataleta por la derrota, sino la constatación de unos hechos objetivos. Desde su puesto de vicepresidente de la FIFA, se espera al menos que Ángel María Villar transmita una queja a Blatter por lo acontecido o, al menos, que marque unas pautas para que esto no se repita. Intentar que el fútbol sala siga traspasando fronteras es una estrategia loable, pero de ahí a cometer una irresponsabilidad de este calado va un trecho. Si Villar siente la misma vergüenza que otros tras esa actuación arbitral debería ejercer algo de presión en la FIFA. De lo contrario, su siguiente decisión debe pasar por poner la rúbrica a su carta de dimisión de una Federación como la RFEF que, no lo olvidemos, también engloba al fútbol sala.

Sin Samuel Sánchez y sobre todo sin Rafa Nadal, el equipo español pierde a dos referentes internacionales, pero también a dos de sus mejores opciones de medalla. El ciclista asturiano ha demostrado a lo largo de su carrera que sin ser un súperclase como Alberto Contador sí puede dar la talla en cualquier competición, ya sea una gran ronda de tres semanas o una prueba de un sola jornada como la de los Juegos de Pekín. Pese a todo, la presencia de velocistas como José Joaquín Rojas y Fran Ventoso y de otros tan diferentes como Luis León Sánchez o Alejandro Valverde animan a pensar en que la medalla no es una utopía.

Más sensible es la baja de Nadal. Feliciano López y últimamente David Ferrer se han mostrado como dos jugadores fiables sobre la superficie de hierba, pero ninguno de ellos atesora dos torneos de Wimbledon en su palmarés. El balear es una garantía de éxito y en caso de haber llegado a Londres en condiciones óptimas sería una baza segura, ya que al contrario que en otros torneos tenísticos no hace falta ser el ganador para irse con un trofeo bajo el brazo, o mejor dicho, colgado del cuello.

Pero más allá del plano deportivo, la ausencia de Nadal reabre el debate sobre un asunto que en otras ediciones de los JJOO no ha levantado tanta polémica. Iker Martínez y Xabi Fernández ya han renunciado a ser abanderados y mientras se acaban de decidir los miembros del COE, los nombres de Pau Gasol o JJ Hombrados llenan las quinielas. Desafortunadamente, a siete días de que arranquen los Juegos se habla más de esa decisión y del presunto caso de dopaje de Ángel Mullera que de las opciones que tienen los nuestros de subir al podio. Sin duda, un mal presagio.

¿Cómo va la preparación de los Juegos?

Estamos ya en la recta final puesto que estamos a menos de un mes para la cita de Londres. A lo largo de este año sí que hemos ido a diferentes competiciones , siendo la última de ellas el Europeo, en la que acabamos en quinta posición, muy cerca de las cuartas y las terceras clasificadas. Tras esto ahora estamos dando los últimos retoques con casi toda la atención puesta en los Juegos.

Tras la decepción del Mundial de Montpellier seguro que el Preolímpico supuso una alegría enorme

Si todo hubiese ido bien, en el Mundial ya habríamos logrado el pase, pero tuvimos mala suerte en el ejercicio de cintas y eso nos bajó la nota, obligándonos a ir al Preolímpico en enero de este año. Allí sí que clavamos los dos ejercicios y obtuvimos lo de la plaza.

¿Con qué expectativas irá el equipo español a los Juegos?

Todo el mundo que va a los JJOO aspira a una medalla, pero sí que está difícil y complicado, porque esos cinco equipos que estábamos en los primeros puestos del Europeo son los que estamos luchando por tres medallas. A nosotras sólo nos queda hacerlo lo mejor posible, luego los jueces que valoren como ellos vean porque es un deporte un poco subjetivo.

Personalmente, ¿cuáles son tus deseos de cara a esta cita?

Unos JJOO es lo máximo para un deportista, es algo a lo que aspira en su carrera deportiva. En mi caso son los primeros en los que voy a estar, por lo que intentaré disfrutarlos al máximo, dar lo mejor de mí para ayudar al equipo a representar a España lo mejor posible.

Dentro de poco disputáis la Copa del Mundo de Bielorrusia será un test fiable. Esta competición ¿es un buen entrenamiento para la cita olímpica o por el contrario es un obstáculo en el calendario?

Sí, así es, a mediados de este mes tenemos la Copa del Mundo en la ciudad de Minsk. La verdad es que nos viene bastante bien porque la última competición importante que tuvimos fue el Europeo a principios de junio, entonces si no hubiéramos competido hasta mediados de agosto, que es cuando disputaremos los Juegos, pues sí que habríamos estado un poco paradas. Nos viene bien porque nos pone a prueba una última vez y así podemos hacer los últimos retoques de cara a Londres.

Llevas desde los cinco años practicando este deporte, ¿cómo es un día normal en tu vida? ¿cuántas horas dedicas al entrenamiento?

Efectivamente, empecé a los cinco años a practicar gimnasia rítmica, al principio a nivel escolar. Luego a los 12 años empecé en el equipo nacional junior. Ahora tengo la suerte de cumplir 20 años justo el mes en el que competimos en Londres.

El tiempo de entrenamiento es diferente. La gimnasia es como un trabajo, si cumples con la tarea que tienes prevista para una determinada jornada te marchas antes, en cambio, si no lo haces en el tiempo estimado a lo mejor tienes que dedicarle un poco más. Es una tarea que debo compatibilizar con los estudios. Por ejemplo, ahora estoy en plena época de exámenes y también estoy volcada con los entrenamientos.

Como cualquier chica de tu edad, también dedicas buena parte de tu tiempo a los estudios ¿cómo lo compaginas?

Este año al ser Olímpico es un poco especial. Lo prioritario en este 2012 es el deporte, pero siempre sin dejar de lado los estudios porque en un futuro es lo que me va a ayudar. Es complicado compaginarlo, pero poquito a poco te vas a acostumbrando y acabas cumpliendo en ambas facetas.

Supongo que ahora tus amigos estarán de vacaciones mientras tú sigues en el CAR entrenando ¿Tienes que hacer muchos sacrificios de este tipo?

La verdad es como cualquier deportista de élite te ves obligado a hacer bastantes sacrificios ya sea por tema relacionado con las vacaciones o por salidas de cumpleaños o incluso eventos a los que quieres ir y no puedes por horarios de entrenamientos y competiciones. Pero bueno, los JJOO son una cada vez cada cuatro años y creo que al final el esfuerzo se ve de sobra recompensado.

¿En quién te fijabas cuando comenzabas a dedicarte a la gimnasia?

En este deporte Rusia es una potencia indiscutible y siempre acabas fijándote en alguna de ellas, pero también a nivel nacional Almudena Cid siempre ha sido un referente por haber estado en tantos JJOO. Como en cualquier deporte, supongo que acabas fijándote siempre en las más grandes.

¿Crees que la gimnasia española goza de buena salud?

Sí, creo sinceramente que sí. El equipo del que formo parte está en buena forma y se vive un gran ambiente.

En tu especialidad, hay una parte individual pero sobre todo debe haber una compenetración con el resto de tus compañeras ¿cómo se trabajan esos ejercicios colectivos?

En gimnasia rítmica hay dos modalidades, una individual y otra de conjunto. Yo practico la última y se nota que es mucho más compleja porque tienes que estar al 100% compenetrada con tus compañeras. Somos cinco componentes y eso supone que tienes que pensar por ti misma y por los demás. Al final todo esto supone que la compenetración y por tanto el trabajo acaban siendo mayores que en el individual.

Ya de cara a los Juegos, el ejercicio que desarrolléis lleva aparejado mucho entrenamiento, pero también una alta dosis de concentración porque os lo jugáis todo en pocos minutos ¿supone un punto mayor de presión?

Sí, hay un poco más de presión, pero es un trabajo que llevas preparando durante bastante tiempo y que tienes ya interiorizado y mecanizado. Están los nervios típicos cuando sales a competir, pero al final eres como un robot que tienes encadenar movimientos uno detrás de otro. Esto no evita que tengas el gusanillo cuando estás a pocos segundos de empezar, pero una vez que comienzas el ejercicio ya dejas todo de lado y te centras plenamente en tu trabajo.

Antes hablabas del componente subjetivo que hay en la valoración de los jueces, ¿cómo se llevan esas decisiones?

Es uno de los deportes más subjetivos que hay, porque no es como por ejemplo una carrera en la que si llegas el primero a meta es el ganador y no te puede decir nadie que no. Esto depende de unos jueces y eso conlleva unas decisiones subjetivas por naturaleza. Al principio te choca, pero ahora ya estamos más acostumbradas y aprendes a valorar mejor ese tema de la subjetividad.

En Londres os mediréis a equipos que son una referencia como Rusia o Bulgaria. Supongo que será un estímulo importante y un orgullo estar con las mejores gimnastas del mundo.

Sí, por supuesto. Este año hemos estado en la Copa del Mundo, el Europeo y el Grand Prix, por lo que ya hemos competido alguna vez contra ellas y hemos compartido algunos entrenamientos. Puedo decir que sí, que es un orgullo estar entre ellas. Sabes que son las mejores del mundo del gimnasia y que estás muy cerca de ellas es un orgullo.

Sólo su corazón ha sido capaz de frenar a un hombre valiente, honrado y ante todo luchador. Se hizo técnico en su Cantabria querida, primero en la Gimnástica de Torrelavega y después en uno de los clubes de sus amores, un Racing de Santander que abandonó de forma voluntaria tras la llegada del polémico Piterman. Así era Preciado, un hombre de convicciones y entregado a su pasión.

La vida le guardó tragos demasiado amargos. En 2002 murió su esposa, a la que recordaba dos años después sobre el césped de Chapín festejando un ascenso a Primera con el Levante. Poco después moría su hijo y en 2011, cuando los ecos de su rifi-rafe con Mourinho todavía resonaban, fallecía su padre. Demiasados golpes para cualquiera salvo para él. "Cuando murieron mi mujer y mi hijo tenía dos opciones. Tirarme de un puente o seguir adelante. Decidí lo segundo", afirmó.

El destino ha querido que Preciado nos deje cuando volvía a sentirse entrenador gracias al Villarreal. El fútbol español se ha puesto de luto y las reacciones no se han hecho esperar. En días tan tristes como hoy, es fácil decir cosas buenas del protagonista. Afortunadamente para Preciado eso ya sucedía antes de su muerte. Descanse en paz.

Nadie contaba con ellos, pero los Lampard, Terry, Drogba y compañía pudieron sacarse la espina que la Champions les había clavado con especial saña en anteriores ediciones. Ya lo hablamos aquí hace unas semanas cuando eliminó al Barça: al Chelsea no se le podía hablar de que tuviera buena estrella. Cuatro años después de aquel resbalón de Terry en una noche lluviosa de Moscú, el multimillonario equipo de Abramovich acababa conquistando el paraíso desde un punto que para los 'blues' había sido más fatídico que nunca en anteriores ocasiones.

Lejos del glamour y del ruido mediático que destilan las noches de Champions League, el Mirandés se hizo acreedor de la simpatía de muchos aficionados españoles con sus continuas gestas en la última edición de la Copa del Rey. Sólo el Athletic acabó por dar fin al sueño del modesto club que entrena Carlos Pouso, aunque sólo los seguidores más habituales de este equipo burgalés habían probado antes el amargo sabor de un ascenso frustrado. Fue ante el Guadalajara y en Anduva, ese campo que ha sido testigo de noches épicas en el torneo del KO. Era la última eliminatoria de ascenso a Segunda y el público mirandés se preparaba para una gran fiesta tras el 0-1 logrado en el Pedro Escartín. Al descanso, los festejos ya estaban preparados, ya que los locales ganaban por 1-0, pero aún faltaba por llegar el drama. Juanjo empató a falta de 20 minutos para el final y cuando el cronómetro se acercaba al 86 de partido, los nervios burgaleses se tradujeron en un penalti que anotaba Ernesto.

Tocaba hacer de tripas corazón, rearmar el proyecto y volver a intentarlo. A pesar de su excelente trayectoria copera, el Mirandés hizo los deberes en la liga. Acabó primero y además se llevó del partido de ida de la eliminatoria de ascenso un 1-0 que valía su peso en oro. El Atlético Baleares igualó la serie medida la segunda parte, pero cuando aparecían los fantasmas del pasado Pablo Infante los despejó del todo con un gol desde el punto de penalti. El partido terminó 1-2 y el Mirandés festejó su ansiado ascenso. A miles de kilómetros y con bastantes ceros de diferencia en su presupuesto, el equipo burgalés acababa constatando lo mismo que el Chelsea una semana atrás: el fútbol siempre acaba dando una nueva oportunidad, aunque sea desde el punto de penalti.

Si hace dos meses hubiésemos hecho una encuesta sobre si el Olympiacos iba a estar a en la Final Four de Estambul, seguramente pocos hubieran dado alguna chance al equipo de Ivkovic. En la eliminatoria de cuartos de final esperaba al equipo del Pireo el Montepaschi Siena, habitual de las rondas finales en las últimas ediciones y uno de los conjuntos con plantilla de mayor potencial. Mientras los griegos habían superado el Top-16 gracias al basketaverage con el Galatasaray, los italianos habían comandado con autoridad su grupo con triunfos de prestigio como el obtenido en el Palacio de los Deportes de Madrid. Todo esto sirvió de muy poco en la serie de cuartos de final. Tras imponerse en el primer partido jugado en Siena y caer en el segundo por un solo punto, el Olympiacos pasaba a la Final Four sin esperar al quinto y definitivo encuentro. Ivkovic ya podía añadir otro milagro a su extenso curriculum.

Una de las señas de identidad a lo largo de la historia del equipo del Pireo reside en la competitividad. La plantilla rojiblanca decidió tenerlo muy presente cuando llegaron a Estambul. La primera piedra en el camino era el gran aspirante, el Barcelona Regal, aunque Navarro y compañía acabaron sucumbiendo ante la inspiración de un Spanoulis que sería determinante. Otra sorpresa que parecía cumplir con el expediente ante la entidad del rival que esperaba en la final. A base de talonario, el CSKA ha configurado un equipo que ha ido sembrando el pánico por las canchas europeas. La dirección del mejor base del momento en el viejo continente, Milos Teodosic; el acierto exterior de Siskauskas y la presencia de dos jugadores como Krstic y Kirilenko a los que sólo la inestabilidad del lockout impidió que jugaran esta temporada en la NBA; colocaban al equipo ruso como favorito incontestable.

Los parámetros de la final se movieron por los mismos derroteros que vaticinaban los expertos. Valentín Martín, una de las voces más autorizadas en el deporte de la canasta en nuestro país, decía en 'Radio Marca' pocos minutos antes de empezar el partido que el CSKA iba a ganar con mucha solvencia. A falta de disputarse un último cuarto, el marcador le daba la razón. Sin embargo, en ese momento surgió la fe del Olympiacos. Con 53-40 en el marcador, casi todos los equipos hubieran tirado la toalla, pero la pizarra de Ivkovic, el viejo zorro serbio y el talento de Spanoulis y Papanikolau (la gran confirmación de esta Final Four) fueron obrando una remontada histórica. El acongojamiento del CSKA también jugó su papel para un parcial de 8-22 que acabó con un inesperado invitado bajo el confeti del ganador.

Habría que remontarse tal vez hasta 1993 cuando el Limoges de otro técnico serbio, Božidar Maljković, para encontrar otro equipo que fuera dando sorpresas de este calibre. Muchos piensan que al igual que entonces se extenderá el modelo de jugar un baloncesto defensivo en el que la anotación se mueva en torno a los 60 puntos. A expensas de lo que dicte el futuro, saquemos el lado positivo: las sorpresas también se pueden dar en este deporte.