“Estaciones”, Rigoni Stern

EstacionesEl muchacho regresó de la Segunda Guerra Mundial muy delgado y enfermo, también del alma. Un día, tumbado en la hierba con los ojos cerrados, notó que la chica que le acompañaba se sentaba a su lado y buscaba su mano. Entonces sintió que se disipaba el frío de su corazón, la tristeza que le atenazaba desde hacía tres años.

Mario Rigoni Stern, italiano como Vivaldi, ha puesto su magnífica prosa al servicio de las cuatro estaciones. El resultado es un libro trenzado con los recuerdos de la niñez, juventud, madurez y vejez de un hombre que siempre vivió en un pueblo de los Alpes italianos, donde la primavera, el verano, el otoño y el invierno hacían imposible la monotonía.

Los recuerdos de esta pequeña obra maestra -como el resumido en el primer párrafo- forman un mosaico lleno de vida donde no faltan los trabajos y oficios habituales, las fiestas y las aulas, la caza y la siega, la mujer y los hijos, los vecinos, los amigos, los juegos, las nevadas…

Mario Rigoni, uno de los grandes novelistas italianos del siglo XX, pasea su mirada sobre un mundo profundamente humano y hermoso. Una mirada generosa y agradecida, llena de respeto y amor por las cosas, las gentes y la naturaleza.

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