La recomendación de la semana: 'Muerte entre las flores'
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MUERTE ENTRE LAS FLORES
Sin duda los Cohen hace tiempo que están entre los mejores directores contemporáneos. A pesar de los años siguen creando grandes obras, sus dos últimas son un buen ejemplo. También son inolvidables las espléndidas Fargo, Barton Fink o El hombre que nunca estuvo allí. Pero si tuviese que escoger su gran obra maestra, la más redonda y perfecta de todos sus films, este sería Muerte entre las flores.
Ver Muerte entre las flores es como regresar al pasado, a la época dorada de Hollywood, cuando el cine negro o de gansters dominaba la cartelera. Recuerda a los míticos films de Humphrey Bogart o James Cagney. También es imposible no compararla con El Padrino, de hecho desde que Coppola dirigiese la segunda parte en 1974, en mi opinión, esta es la mejor película de este género rodada hasta la fecha. Ademas tiene todos los ingredientes del cine negro clásico, una mujer super fatal, un protagonista antihéroe, mucho alcohol, muchos tiros y mucho juego.
La comparación más evidente con El Padrino (a parte de la temática) es su oscura fotografía a cargo de Barry Sonnenfeld, hoy director de los Men in Black y las familias Addams. Pero a pesar de ser muy similar a la de El Padrino, Sonnenfeld le da un toque surrealista, un toque Cohen que la hace inconfundible y fascinante.
La historia se centra en un matón (interpretado magníficamente por Gabriel Byrne), mano derecha de un jefe de la mafia (también interpretado a la perfección por Albert Finney). Byrne intenta mantener la paz en la ciudad y la hegemonía de su banda ante la amenaza de otro líder mafioso.
La banda sonora es sencillamente maravillosa, una de mis favoritas de los últimos años, a cargo de Carter Burwell, fiel colaborador de los Cohen. Su tema principal va tan unido al film como en su momento lo estuvo la partitura de Nino Rota para la saga de El Padrino.
El perfecto guión unido a una excelente dirección hace que las imágenes fluyan como un torrente sin dejar un respiro al espectador. Se entremezclan genialmente momentos de acción y violencia con un extraño preciosismo muy característico de los Cohen.
No es país para viejos arrasó en los Oscar, Fargo también y la crítica la alabó unánimemente, Barton Fink ganó todo en Cannes, El gran Lebowski se convirtió en una peli de culto total. Sin embargo Muerte entre las flores quedó atrapada en un pequeño olvido. Pero estoy seguro que el tiempo la pondrá en su sitio como la gran obra maestra de los hermanos más famosos del cine contemporáneo.
Publicado el 11 de febrero de 2010 a las 19:45.