'El nacimiento de una nación', racismo sin complejos
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Reconozco que nunca había visto El nacimiento de una nación, la obra cumbre de los inicios del cine, dirigida por el histórico D.W. Griffith. La verdad que no está nada mal, a pesar de ser muda (1915) y durar más de tres horas, engancha y tiene muy buenos momentos. Es un film que cambió la manera de hacer películas, por como adaptar una historia escrita al celuloide, por el montaje, totalmente novedoso y por muchos más aspectos técnicos. Pero lo más sorprendente es el sonrojante racismo que desprende cada fotograma.
¿Qué tipo de persona era Griffith para hacer una peli así? Fue un genio, es considerado el padre del cine, era el mejor director de su época, capaz de rodar una gran obra maestra como Intolarancia y creó junto con Chaplin y otros actores la United Artist. Afortunadamente se dedicó al cine, porque si se hubiese metido en política, posiblemente sería el Hitler norteamericano.
La película cuenta la historia de dos familias, una del sur y otra del norte, en los años de la preguerra de secesión, guerra y posguerra, que son los tres bloques en los que se divide el filme. Por ellos pretende narrar su versión de la historia de norteamérica. Al ganar el norte, con sus salvajes hordas de negros, somenten a los pobres ciudadanos del sur a una especie de tiranía negra. Entonces unos hombres de honor, valientes y sureños, deciden crear el glorioso Ku Kus Klan para luchar contra esa opresión. Este es el argumento, os juro que no exagero nada.
En medio de tanto despropósito histórico, podemos ver escenas de lo más bochornosas. Para empezar los supuestos negros son blancos pintados y comportándose como monos. El trato que dan a los asesinos del Ku Kus Klan es de héroes, los idolatra hasta tal punto que, al final de la peli rescatan a una virginal sureña de las garras de un negro violador, que para colmo era el nuevo gobernante de la región.
Trata a los negros como analfabetos, dice, que darles el derecho al voto fue lo peor que se pudo hacer, son saqueadores, violadores, malolientes y un larguísimo etc de descalificativos e insultos que no tiene fin y mira que la película es larga.
Pero también hay negros buenos, los nobles esclavos sureños, que incluso, critican a los "salvajes negros libres", dando a entender que necesitan a alguien que los esclavice.
De verdad, todo es una locura, tanta que engancha. No cabe duda de que es un documento semi-histórico, sociológico y cultural. Y viéndola hoy en día, es tan exagerada que hasta tiene gracia, pero creo que en su época no pensaron lo mismo. En su estreno hubo disturbios en Boston, Filadelfia y otras ciudades norteamericanas, no me extraña, yo creo que es la película más racista de la historia, mucho más que los documentales nazis de Leni Riefenstahl.
Publicado el 30 de junio de 2010 a las 17:15.