Carvajal, Isco e Illarramendi; el Real Madrid vuelve al pasado
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Ya es oficial. Después de unas semanas de rumores, Asier Illarramendi ya es jugador del Real Madrid. Unos 36 millones de euros tienen la culpa de que uno de los jugadores más destacados del pasado Europeo sub-21 vista de blanco, en una operación en la que todos salen contentos: el jugador, porque de cara a la afición de la Real no queda como un mercenario; su anterior club, porque se escuda en que no ha habido negociación; y el Real Madrid, que se ahorra un pico en esta operación, ya que no pagará el IVA, es decir, paga la cláusula de rescisión, no la ejecuta.
Pero más allá del montante económico, en mi opinión un poco desfasado en relación a la valía del jugador, lo realmente importante en esta operación es la confirmación de que el Real Madrid ha cambiado el chip. En casi todos los discursos, Florentino Pérez no se cansa de repetir que los mejores jugadores de la historia han defendido la camiseta del Real Madrid. El hecho de que en décadas pasadas el Barcelona fichara a jugadores como Maradona, Lineker, Koeman, Laudrup, Ronaldo, Romario o Ronaldinho desmiente a la proclama del presidente blanco. El club de Chamartín se caracterizaba por contrarrestar al 'eterno rival' dando paso a los nuevos valores de su cantera y, sobre todo, fijándose en el mercado nacional.
Aún queda por ver si Isco o Illarramendi dan el mismo rendimiento que en su día dieron jugadores como Maceda o Juanito, pero lo que sí es cierto es que ese proceso de españolización que tanto demandaba una parte de la afición ya es un hecho. Además, el regreso de Carvajal y los ascensos de Morata y Jesé Rodríguez recuperan el cupo de importancia que tuvo la cantera en épocas anteriores.
Tal vez ninguno de estos nombres ilusione tanto como Neymar y, seguramente, el brasileño esté individualmente por encima de cualquiera de ellos, pero el Real Madrid parece entrar en nueva fase, en la que probablemente la exigencia sea la misma de siempre, pero con unos puntos menos de presión. En el Bernabéu no se le exige lo mismo a Drenthe que a Jesé y eso es un punto a favor sobre el que Ancelotti puede articular su proyecto con más paciencia de la que cabría esperar. Aunque esto es fútbol y sólo los resultados definan si esta apuesta es válida o no, queda la sensación de que el Madrid y el Barça se han intercambiado los papeles. En años anteriores los blancos buscaban nuevas estrellas en la Bundesliga (Sahin, Özil o Khedira) o en la Ligue1 (Benzema), mientras el Barcelona pescaba en la Liga (Dani Alves, Villa, Eto'o o Keita). Bienvenidos a una nueva era.
Publicado el 12 de julio de 2013 a las 11:15.