12 de octubre, Día de la Hispanidad
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El martilleo machacón del rescate y la independencia continúa una semana más. Aún así, esta semana no me he aburrido tanto como la pasada, quizá porque gracias al Día de la Hispanidad es más corta. O quizá porque me imagino las ronchas que les saldrán el viernes a los independentistas y nacionalistas de cualquiera de las tres comunidades autónomas inmersas en procesos electorales.
Es curioso esto de la identidad geográfica. Resulta que los que somos españoles y sentimos a España como una nación en la que caben todos tenemos que convivir con otros que se dedican a despreciarnos y pisotear los símbolos que nos representan y discriminar la lengua que nos une. Y más aún, tenemos que tragarnos en los informativos nacionales las declaraciones y mítines de políticos regionales en sus lenguas, ya sea gallego, vasco o catalán. Pues me niego, en cuanto les oigo cambio de canal. ¡Ya estoy harto de aguantar a tanto bobo que sólo tiene derechos! Claro que para bobo el dirigente de CiU que salió diciendo que ellos “tienen vocación de nación”. ¡Toma ya! Yo también tengo vocación, pero de rico y no lo soy. ¡Hay que ser mamarracho!
Mi amigo Miguel Ignacio utiliza frecuentemente una frase cuando está incómodo. Dice así: “estoy más violento que Ibarretxe el Día de la Hispanidad’. No me dirán que no viene al pelo esta semana. Pues bien, así debió sentirse el pasado martes en el Congreso Jordi Xuclá cuando la inmensa mayoría de parlamentarios votaron en contra del referendum en Cataluña, incluidos los del PSC que lo habían hecho a favor en su comunidad.
Publicado el 11 de octubre de 2012 a las 10:45.
