Noticias de Ávila

Martes. 13 de diciembre de 2005. El palacio de los Velada acogía la presentación en sociedad de un medio de comunicación que con el paso de las ediciones se convertiría en la principal fuente de información para muchos vecinos. Cinco años después, Gente en Ávila continúa tomando el puso a la actualidad de la ciudad y provincia. La gratuidad de la información supone un paso más hacia en el campo de la comunicación y redunda en una sociedad más democrática y participativa, además de fomentar la lectura y facilitar el acceso de los ciudadanos a la información. Un papel social innegable que nos afanamos en defender noticia a noticia, día a día, edición tras edición. No es un fenómeno surgido ayer, a pesar de ser bastante reciente, sino que se va consolidando con el paso de los años. La primera cabecera del Grupo de Información Gente, ‘Gente en Burgos’, nació en el año 1998, y fue creciendo a nivel nacional con las aperturas en diciembre de 2003 de ‘Gente en Valladolid’, en octubre de 2004 de ‘Gente en Santander’ y ‘Gente en León’, en mayo de 2005 de ‘Gente en Logroño’, en noviembre de 2005 de ‘Gente en Segovia’ y ‘Gente en Palencia’. El 15 de diciembre de 2006 vio la luz ‘Gente en Madrid’ con 16 cabeceras, en octubre de 2007 ‘Gente en Valencia’ y el 14 de diciembre de 2007 ‘Gente en Barcelona’. En septiembre de 2009 tuvo lugar el lanzamiento de la edición nacional y la apertura de otras 15 nuevas cabeceras. De la mano de las nuevas tecnologías, en el año 2008 nació gentedigital.es, símbolo de información local y cercana. Una información rigurosa, independiente y de calidad a lo largo de estos 230 números. Una seña de identidad para forjar las bases de nuestro futuro, en el que pretendemos seguir siendo un referente en la información local. Esa es nuestra misión, dar valor al lector. Generamos nuevos lectores, en un panorama de medios de comunicación en el que sumamos, y aportamos en la medida en que seguimos teniendo mucho que decir.

Publicado el 10 de diciembre de 2010 a las 11:15.

               

Estamos tan obsesionados con dar la noticia los primeros, con aportar el hecho noticioso antes que nadie que en este ir más allá sembramos el horizonte con muertos que en minutos de víctimas pasan a verdugos. 

Me refiero al trágico caso de la niña de tres años que falleció en Tenerife y a la presunta implicación del novio de su madre, ahora en el hospital, que fue detenido como supuesto autor de un delito de abuso sexual y de lesiones.

En este caso no lo hicimos solos; filtraciones y criterios erróneos convirtieron al cuarto poder en un simple eslabón. Ojo, que con determinados temas estamos tan sensibilizados que parecemos dispuestos a tachar de culpable a cualquiera que lo parezca. El hecho debería hacernos reflexionar. No sólo en la capacidad de los medios -que nadie discute- para difundir y magnificar cualquier hecho, sino en las consecuencias que tiene en la vida de las personas y en el papel que tenemos los periodistas. En mi carta a los Reyes Magos de este año pediré que ni el "corta-pega" ni los recursos digamos limitados nos hagan olvidar lo necesario de trabajar desde el respeto a la profesión, y desde la responsabilidad.

Publicado el 30 de noviembre de 2009 a las 21:30.

               

Las niñas ya no quieren ser princesas. Como mucho, si no concursantes de Gran Hermano, modelos, actrices u (¡horror!) famosas.

Hasta aquí, todo normal. Ha nacido una nueva tiranía, la de ser más que perfectas. Hago un repaso, tras la polémica desatada, o más bien agravada, del anuncio de Ralph Lauren como la modelo Filippa Hamilton con un cuerpo de niña, retocada con Photoshop. No es el primero.

Del retoque de luz y color se ha pasado a definir cinturas de avispa, devolver a la más tierna adolescencia -o infancia- a mujeres mayores de 50 años con el cutis de un bebé que ni con litros de botox. Imágenes irreales que pasan por reales. Y ahí está el problema. Ahora que vamos consiguiendo superar lo de mujer-florero inventamos una realidad que trasciende como tal.

A la pregunta de ¿operada o natural? se suma ahora ¿exceso de Photoshop? Como siempre, la herramienta no es la culpable, si no, como en un sinfín de cosas, el uso que hacemos de ella. Falta sentido común, no digo ya autorregulación que suena a censura, entendida como compromiso responsable y conocimiento de la importancia de los medios de comunicación en la sociedad.

Publicado el 14 de octubre de 2009 a las 20:15.