El adiós de Francisco Fernández
Francisco Fernández ya es historia en la política leonesa. El cobro de la prejubilación en Caja España acabó de un plumazo con su carrera política precisamente cuando se encaminaba a ocupar un puesto en la Carrera de San Jerónimo, curiosamente tomando el relevo de su amigo y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que ha sido diputado desde 1986 -en tiempos de Felipe González y siendo el diputado más joven-, pero que ya ha comenzado a hacer las maletas para volver a León tras una espectacular carrera política de 25 años como diputado, 11 de ellos como líder nacional del PSOE y casi 8 como presidente del Gobierno.
Pero Paco Fernández es así. Defiende a muerte todo aquello en lo que cree, le cueste lo que le cueste. Así en su modelo de ciudad el tranvía era la piedra angular y luchó por ello hasta perder las elecciones. Habría sido más práctico renunciar al tranvía y quitar el semáforo de Fernández Ladreda para abrir el carril hacia la plaza de toros, pero no dio marcha atrás a pesar de una oposición ciudadana bastante generalizada y le hizo perder tres concejales y al PP defendiendo lo contrario ganar 4 (uno de la UPL).
En la polémica de la prejubilación pasó lo mismo. Salta la liebre cuando ya estamos prácticamente metidos en campaña (finales de octubre) y con lo fácil que hubiera sido aplazar esa prejubilación, se ha aferrado a la legalidad y a sus derechos de 33 años de trabajador de la Caja desde los tiempos de Caja León. Pero no midió el daño personal y político que podía causarle el cobrar una cantidad de en torno a los 90 millones de pesetas cuando lleva 8 años en excedencia. Éste era el problema y la solución debería ir encaminada en esa dirección. Pero no. Se empeñó en mantener la prejubilación ‘mediomillonaria’ y de nada valía renunciar a sus sueldos de concejal y diputado, ya que el problema seguía vigente y sin atajarse. Y así 32 horas después, no tenía otra opción que renunciar a sus cargos de concejal de León y secretario provincial del PSOE, así como a ir en la lista del PSOE al Congreso de los Diputados. Lo grave del asunto es que el problema sigue sin atajarse y produciendo un daño inmenso a su partido y también a Caja España-Caja Duero que tendrá que decidir a corto plazo si todo el proceso de la indemnización es correcto o si revoca la concesión de la polémica prejubilación. Un auténtico lío. De las dos elecciones lógicas- retirarse tras perder las elecciones o renunciar a la prejubilación para seguir en política una vez que los cargos de concejal y diputado le garantizaban unos ingresos notables- optó por compatibilizarlo, lo que se convirtió en un arma arrojadiza contra él y contra el PSOE. Paco Fernández se va defendiendo la legalidad de una prejubilación que al sumarla a los cargos de concejal y diputado se convirtió en una bomba de relojería. La bomba explotó y le costó caro: tener que abandonar la política por la puerta de atrás cuando tenía una carrera política brillante que iba a coronar en Madrid y en el Congreso.
Publicado el 4 de noviembre de 2011 a las 10:00.