Archivado en: Visita del Papa
La visita del Papa durante el pasado fin de semana no ha pasado desapercibida, esto es lo normal, lo de siempre, lo esperado. Sin embargo, esta vez han sucedido cosas que no son normal, vamos que no son ni lo de siempre ni lo esperado.
En Barcelona, la previsión de asistentes a los actos papales estimada por la curia catalana ha sido muy inferior a la habida. Las calles de la ciudad ‘Condal’ estaban casi vacías en el inicio matinal de la visita del Sumo Pontífice, menos mal que por la tarde la cosa se animó.
Los hoteles, comercios, restaurantes, etc. tampoco han visto satisfechas sus previsiones, la gente ha gastado menos de lo esperado. Pese a ello, ya ha salido el presidente de la Generalitat y el alcalde para tranquilizarles y aclararles que la visita es un acto visto por millones de personas que se convierten en clientes y visitantes potenciales. La verdad es que no sé si esto les consolará o no.
Pero lo menos normal de todo fueron las declaraciones de Su Santidad, a su llegada a Santigo de Compostela, comparando la situación ‘laica’ actual con la de los años 30. Va a resultar que los asesores y camarilla que rodean al Papa se han olvidado de actualizar los almanaques y relojes. Si estuviéramos en esa misma situación, quizá en lugar de oficiar misa en La Sagrada Familia le hubiera tocado hacerlo en una iglesia en ruinas o en un descampado. Claro está que para eso tendría que haber venido a España y en esas condiciones dudo mucho de que hubiera sido capaz de hacerlo.
Me parece del todo impropio que haya hecho esta comparación tan simplista cuando la iglesia católica sigue gozando de más privilegios en España que cualquier otra confesión. Cierto es que también reporta ayuda y cosas importantes a la sociedad, pero no creo que les vaya tan mal como para realizar semejante mamarrachada de comparación.
Para quitarle hierro al asunto ha intervenido el presidente autonómico gallego para decir que no se pueden interpretar al pie de la letras las palabras del Papa, ¿cómo hay que interpretarlas entonces? ¿Cómo un dogma de fe?
Con manifestaciones como estas no me extraña que cada vez haya menos creyentes.
Publicado el 9 de noviembre de 2010 a las 15:00.