Noticias de Burgos

Como lo prometido es deuda, un año después de mi última misiva a Sus Majestades de Oriente y lejos de resultar original, retomo la tradición y dirijo estas líneas a mis queridos Melchor, Gaspar y Baltasar, con la esperanza de que, al menos en parte, atiendan mis peticiones, que van a ser pocas y no difieren mucho de las del pasado año.

Consciente de la situación actual,mi primera petición no puede ser otra que un empleo para las personas que lo están buscando. Estrenamos 2013 con un dato esperanzador, así al menos quiero yo verlo, pues en diciembre el paro aumentó en Burgos en tan solo dos personas, cuando un año antes, en el mismo mes, se incrementó en 902 personas, y hace dos, en 482. Cierto es que 32.090 parados en Burgos, 237.259 en Castilla y León, y 4.848.723 en España son muchos parados, demasiados, para un país como el nuestro, pero vamos a confiar en que la tendencia a la baja con la que ha terminado 2012 tanto en el ámbito nacional -59.094 desempleados menos-, como en Castilla y León, donde se ha registrado un descenso en diciembre de 2.608 personas, continúe.

Os pedía el pasado año que utilicéis vuestra magia para contagiarnos de ilusión y confianza en nuestras posibilidades, tanto individuales como colectivas, porque el desánimo y el pesimismo, que se contagian muy fácilmente, no conducen a nada bueno, así que en esta ocasión vuelto a pediros muchas dosis de ilusión, fuerza y coraje para afrontar las dificultades del día a día.

Queridos Reyes Magos, también os pido que echéis una manita a nuestra clase política, tan alejada a veces de las preocupaciones de los ciudadanos a los que gobiernan. Son muchos los recortes y ajustes que estamos sufriendo mientras ellos continúan con sus privilegios, así que unas tijeras, por favor, para que prediquen con el ejemplo.

En fin, Majestades, aquí me detengo. Salud para todos y hasta el próximo año.

Publicado el 3 de enero de 2013 a las 21:00.

A punto de iniciar la tan temida ‘cuesta de enero’ y sin tiempo para recuperarnos de los excesos navideños que tan maltrechas han dejado las ya de por sí resentidas economías familiares, van a permitirme esta semana una licencia por aquello de la llegada de los Reyes Magos y aprovecho estas líneas a modo de carta abierta a Sus Majestades de Oriente.

Apreciados Melchor, Gaspar y Baltasar:
Aunque ya peino canas, el mero hecho de escribiros evidencia que mantengo viva la ilusión por vuestra llegada. Y es precisamente, que contagies este estado de ilusión a cuantas personas me rodean mi primera petición, porque con la que está cayendo, hacen falta muchas dosis de ánimo, optimismo y esperanza para afrontar las dificultades, que sin lugar a dudas, irán surgiendo en el día a día.

Majestades, cuando en la madrugada del 6 de enero vayáis de casa en casa dejando vuestros preciados regalos, aprovechad la oportunidad que supone vuestra visita para inundar todos y cada uno de los hogares burgaleses con pensamientos positivos y confianza en el futuro.

En momentos difíciles y de incertidumbre como los que nos toca vivir, y consciente de vuestra generosidad reiteradamente demostrada a lo largo de toda mi existencia, os pido, por último, aunque debiera haber sido mi primera petición, trabajo para todas aquellas personas que lo están buscando.Sé que la tarea no será fácil, pero aliados para realizarla tenéis cientos de miles.Impregnarles de sentido común, por favor.

En cuanto a mí y los míos, con tener salud y trabajo me conformo. Gracias y hasta el próximo año.

Publicado el 9 de enero de 2012 a las 13:30.

Parece que se va a acabar el mundo, a juzgar por las prisas que les ha entrado al personal.Cuando escribo estas líneas, las 19.30 h. del 4 de enero del recién nacido 2010, la imagen que contemplo desde el despacho me confirma uno de los tópicos asociados a los españoles: todo lo dejamos para última hora, y la compra de los regalos de Reyes no iba a ser una excepción. ¡Así están hoy las tiendas y centros comerciales! Llenos a rebosar.

La calle Vitoria, conforme nos acercamos a la Plaza del Cid, colapsada. Las aceras, repletas de gente. Conducir hoy por Burgos, un suplicio. El tráfico, imposible. Entrar a las tiendas, un ejercicio de paciencia: aglomeraciones, colas y estrés. ¡Quién dijo crisis! Tiramos de tarjeta, que ya vendrá luego la cuesta de enero, la de febrero, la de marzo...

Y con las prisas por encontrar a tiempo el regalo perfecto (quizá para quien lo regala lo es, pero para quien lo recibe no) y a estas alturas de la película, pues pasa lo que pasa. Que se compra por comprar, por salir del paso, y no siempre se acierta. Según un estudio realizado por eBay en Europa, los españoles, junto con los británicos, son los consumidores europeos más insatisfechos con sus regalos de Navidad. Cerca de la mitad.

Supongo que todos ustedes se habrán encontrado alguna vez en la tesitura de qué hacer con un regalo que no les gusta. Las opciones no son muchas. Se lo quedan y lo guardan en lo alto del armario o en el desván; lo vuelven a regalar; lo revenden a través de alguna web; o lo cambian por otro si hay confianza con los ‘Reyes'... Para que los regalos que reciban sean de su agrado, lo mejor es informar adecuadamente a los Magos de Oriente de los gustos respectivos, e incluso acompañarles en una tarde de compras. Así, todos contentos. Hay que ser prácticos. Y si no, ya saben, 'A caballo regalado, no le mires el diente'.

Publicado el 4 de enero de 2010 a las 20:00.