¿Ha sido Eduardo Mendicutti suficientemente sensible en las líneas que le escribe en este libro?
Bueno, él es siempre sensible. Sería sorprendente que no lo hubiera sido. Es una carta que me emocionó mucho, terminé de leerla casi con lágrimas en los ojos. Tiene mucho de la juventud que se está yendo para los dos, tiene mucho de melancolía, es nuestra historia, pero también hay un reproche de un hombre al que la vida le ha llevado por un lado, y una mujer que ha tomado otro camino que les ha separado, el matrimonio. Él no está casado, no tiene hijos, no podemos hablar de lo mismo. Hay mucha sensibilidad y mucho cariño, que es lo importante.
¿Qué tiene que decirle el hombre a la mujer hoy en día?
Tiene muchísimas cosas que decirle. Vivimos en una sociedad en la que, afortunadamente, cada vez nos parecemos más, aunque sin llegar a la igualdad real en la vida cotidiana. Mi generación ha experimentado una especie de equiparación, no total pero notable respecto a generaciones anteriores, en los intereseses, en las sensiblidades. Los hombres saben que pueden llorar, hablar de lo que les emociona, de su sufrimiento, y las mujeres al mismo tiempo podemos hablar de lo público, ya no estamos recluidas en el espacio de lo privado. Y como el espacio de lo público y de lo privado está habitado por ambos, nos iría mejor si nos dijesemos las cosas.
¿Qué cree que quieren escuchar las mujeres?
Yo he escuchado sinceridad , una verdad sobre mi vida y la de Eduardo. Pero estaría bien que los hombres abandonarán un ratito todos los días el papel de seductor permanente para hablar de las cosas pequeñas. Creo que muchos lo hacen ya.
¿En qué estadio se encuentran las relaciones entre hombres y mujeres en este siglo XXI ?
La sociedad española -y la mundial en general-, ha experimentado una crisis de crecimiento muy fuerte en los últimos años. A los hombres y a las mujeres no nos educaron para relacionarlos como la vida nos obliga a hacerlo ahora. Hemos recibido una educación que no nos sirve de mucho, pero es inevitable, es una crisis, y me gustaría pensar que la situación fluirá con más naturalidad en la generación de mis hijos.
¿Varía la sensibilidad de un hombre dependiendo de edad, nacionalidad, el campo de dónde provenga...?
En lo esencial no. Tampoco creo que la sensibilidad de hombres y mujeres varíe tanto. Escribir es mirar al mundo y es contar lo que uno ve.
¿Escribe cartas?
Correos muy largos, aunque he sido muy de escribir cartas antes. Ahora escribo correos y les adjunto documentos que guardo en el ordenador y no los borro hasta que me da la ventolera. Algunos no los he borrado nunca.
*Consulta también el post: ¿Qué cuenta el hombre del siglo XXI a la mujer en sus cartas?
Publicado el 15 de diciembre de 2009 a las 09:00.
