Con la Supercopa a la vuelta de la esquina, el Madrid sigue generando expectativas tras golear por 1-7 al líder de la liga china. Es cierto que el rival de los blancos no era de altura, pero el buen momento de forma que exhiben los pupilos de Mourinho hace que los aficionados merengues alberguen serias esperanzas de ve a su equipo levantando el primer título de la pretemporada.
Ha pasado de ser el jugador de moda en el fútbol español a encontrarse frente a uno de los momentos clave de su carrera. Sergio Canales ha sufrido en sus propias carnes la exigencia de ser una estrella, esa que te lleva a madurar en tiempo récord (ya avisaba en un post hace más de un año de los peligros de no dejar crecer al jugador) si no quieres que tu nombre pase a formar parte de esa lista de dudoso honor de eternas promesas.
Semana de selecciones; turno para rumores sobre fichajes y ruedas de prensa de los jugadores menos habituales. Sergio Canales es uno de esos jugadores que puede dar fe de estas máximas. Si hace un año el cántabro era noticia por su fichaje por el Real Madrid, doce meses después comparece ante los medios de comunicación para contradecir a la lógica.
Canales ha asegurado que para él "no ha sido un año perdido". Puede ser que el jugador esté madurando, que al lado de Mourinho aprenda mucho en los entrenamientos y que estar jugando con futbolistas de la talla de Özil o Ronaldo le esté ayudando a mejorar. Tal vez. Sin embargo, a día de hoy me inclinaría a pensar que el '16' blanco sí que ha perdido un año. Tiene calidad como para que el Madrid apostara por él, pero a día de hoy parece complicado que tenga minutos.
La historia reciente ha demostrado que aquellos jugadores que no gozan de minutos con cierta asiduidad pueden quedar encasillados en el papel de eterna promesa. Baste como ejemplo los casos de dos jugadores con los que ha coincidido en las inferiores de la 'Roja': Thiago y Bojan. Mientras el delantero se conforma con jugar pocos minutos, el centrocampista sigue creciendo aunque sea a costa de volver al filial. Bien haría Canales en reflexionar sobre ello para acabar pareciéndose más al hijo de Mazinho que al delantero de Linyola.
"Enero ha sido un mes en el que hemos jugado nueve partidos y hay jugadores que están habituados a hacerlo, pero estos futbolistas no están habituados porque en los últimos años al Madrid le han eliminado a la primera de la Copa. Igual que en la Champions. Estos jugadores están acostumbrados a jugar sólo la Liga". Esta ha sido la razón esgrimida por José Mourinho en rueda de prensa para justificar el bajón importante del equipo en el último mes.
Nos hemos hartado de escuchar que el Real Madrid disponía de la mejor plantilla de los últimos años. Mourinho apostó por un once en el comienzo del curso, pero en el banquillo esperaban su oportunidad jugadores de la talla de Albiol, Arbeloa, Granero, Pedro León, Canales, Benzema... ya hubiera querido Pellegrini tener tanto donde elegir el año pasado.
Lo que no se entiende de las declaraciones del entrenador portugués es la sorpresa por el calendario del mes de enero. Si la intención era llegar lo más lejos posible en la Copa, el primer mes del año debería estar marcado en rojo desde hace mucho tiempo. Revirtiendo la tónica de otros años, los blancos han perdido el paso en la Liga y el Barça se mueve a ritmo de campeón.
Por eso extraña aún más que el técnico luso deje fuera de la convocatoria contra el Sevilla a jugadores como Gago, Canales y Pedro León. Los dos primeros han estado fuera del equipo muchos meses y en partidos como este tendrían la oportunidad de adaptarse a la dinámica del equipo. Xabi Alonso y Özil lo agradecerían.
Más incomprensible aún es la situación de Pedro León. Desde su trascendental gol en Milán ha jugado 23 minutos en Liga. Si era un fichaje de Valdano que contaba con el visto bueno de Mourinho, ¿por qué juega tan poco? Sólo la existencia de algún asunto extradeportivo podría justificar esa decisión.
Ante Almería y Osasuna, el Madrid se ha dejado puntos por atascar en demasía el juego de ataque por el centro. Con el fichaje de Adebayor, se necesita de un jugador de banda para poder desatascar los partidos con centros laterales. Di María tiene el depósito medio vacío y si Marcelo coge un resfriado como el de la semana pasada, el juego de ataque blanco cae enfermo.
Cada día que pasa este equipo recuerda al de la 03-04 que en enero tenía opciones de ganar el 'triplete' y en abril había dicho adiós a todo. Mourinho, es la hora de la verdad.
Si hay un jugador que ha salido perjudicado del partido de Copa ante el Murcia es Sergio Canales. Mourinho decidió cambiarle en la segunda parte, justo antes que el equipo se desmelanara en ataque. Parece que el cántabro tendrá problemas de aquí en adelante para gozar de minutos. Con Benzema y Pedro León, Mourinho ya probó sus dotes de psicólogo y ahora parece haberse propuesto recuperar para la causa a Canales.
Cuando el Madrid aprovechó toda la explosión del fenónemo Canales el año pasado no se paró a pensar en algo necesario en el fútbol: que el jugador fuera quemando etapas poco a poco. En Chamartín se olvidaron que se trataba de un jugador de 18 años que tiene calidad a raudales en su pierna izquierda pero que necesita estar en un entorno más familiar y menos exigente para seguir creciendo.
En Santander mostró su magia, pero en los 'highlights' de los partidos sólo se ven los destellos, un regater, un gol; es decir, se separa el grano de la paja. De ahí que la poca constancia que ahora muestra el jugador pasara desapercibida para una secretaría deportiva que por primera vez en años debía pasar de fijarse en cracks consolidados a buscar jóvenes promesas.
Porque pedir que un jugador con esta edad se reponga del pulso mental que supone cada partido en el Bernabéu es casi una quimera. La mentalidad de Higuaín, es que ha hecho al delantero argentino no desesperar incluso cuando el speaker se reía de él ("Y por fin metió gol Higuaín", vociferó con sorna el animador en un Madrid-Sevilla de la 07-08); es difícil de encontrar. Canales corre el serio riesgo de quedarse en el mismo peldaño que los jugadores a los que se le ha comparado: Julen Guerrero y Guti.
Con Özil a un gran nivel y Kaká probablemente disfrutando de los próximos partidos de Copa para coger el tono, la lógica dice que Canales debe salir cedido en el mercado invernal. Un Racing muy falto de calidad le recibiría otra vez con los pasos abiertos. Parece que más que nunca, Canales debe dar un paso atrás para dar otros hacia adelante. De lo contrario, puede caer en el olvido más absoluto.
Hace doce meses Sergio Canales era un gran desconocido para el gran público. Ahora, hablar del cántabro es sinónimo de hacerlo de un auténtico crack en ciernes. El joven madridista va quemando etapas a un ritmo vertiginoso. Este jueves, subió otro escalón: el debut con la selección sub-21.
Luis Milla le conoce bien de la selección sub-19. Tal vez por ello no dudo en darle el mando del equipo en un encuentro tan decisivo como el que ayer jugaba España contra Holanda. El pase al Europeo y por tanto a los Juegos Olímpicos sería casi imposible sin una victoria ante los 'Oranje'. Era una gran escenario para dejar constancia de su valía, y Canales no lo desaprovechó.
Pases al hueco, cambios de juego... todo lo que se le debe pedir a un mediapunta lo hizo ayer Canales, sobre todo en la primera parte. Además, se fajó en la presión. Pero aún quedaba la guinda. El madridista aprovechó una internada por la banda izquierda de Capel para hacer un desmarque al primer poste que desembocó en un gol de bandera con el tacón. Espectacular.
Exhibiciones como ésta sirven para tapar la boca a todos aquellos que dicen que "el Madrid no puede depender de un jugador de 18 años". La calidad se mide sobre el terreno de juego, no por la fecha de nacimiento que aparece en el DNI. Los jugadores pueden marcar diferencias aunque tengan 36 años como Del Piero o 18 como Canales.
El calendario le jugó una mala pasada a los hombres de Mourinho. Que sus aficionados contemplaran unas horas antes la exhibición del Barça les puso el listón muy alto. Este equipo lleva poco más de un mes de trabajo, con muchas variaciones tácticas. Pedir que el equipo carbure desde el primer día es como esperar que un coche dé todas sus prestaciones antes de hacer el rodaje.
Pero la impaciencia de los aficionados (e incluso de los directivos) no es el único problema al que se enfrenta ahora Mourinho. El portugués contempló en Palma el guión de un partido que va a tener que interpretar muchas veces a lo largo de la temporada: un equipo encerrado atrás esperando un fallo madridista para ganar el partido. Con este contexto, la figura de los extremos y el mediapunta es clave. Pero ayer, Cristiano olvidó su papel de pasador que tantas veces he alabado para vestirse de individualista y Canales apenas pudo asociarse con alguien. Cuando pasó la pelota nadie se la devolvió. Ese mismo problema se encontrará Ozil, un futbolista que puede pagar el paso de un equipo coral en el ataque como el Werder Bremen a un elenco de individualidades como es este Madrid.
El equipo sigue dando la sensación de necesitar un '9'. Mientras Guardiola decide que el Barça juegue sin una referencia, el Madrid parece añorarla. Un jugador que fije a los centrales, que aporte una alternativa en el juego directo y que además sirva para conservar el balón mientras las dos líneas de centrocampistas llegan a zona de remate. Quedan 29 horas para el cierre del mercado y parece que no habrá novedades en este apartado. Y mientras, Dzeko aburriéndose en Wolfsburgo. Qué paradoja.
Para todos aquellos que estaban esperando un resultado así para decir que Mourinho no era el entrenador ideal para el Real Madrid, les dejo un par de datos de calado que he leído en la web 'soymadridista.com' y que refleja el tiempo que tardan los equipos del entrenador portugués en asimilar sus métodos:
-Inicios con el Chelsea: en las nueve primeras jornadas, tres empates (0-0) y una derrota (1-0) frente al City.
-Inicios con el Inter: en las nueve primeras jornadas, tres empates y una derrota (1-0) frente al Milan.
Llega el parón por los compromisos de la selección. Puede ser un buen momento para que la tormenta se calme y todos aprendan de lo que se debe mejorar.
Después de la temporada de su llegada al estrellato, Sergio Canales ha vivido este viernes una de las caras más amargas del fútbol. El cántabro vio como su equipo perdía en la final del campeonato de Europa sub-19 ante una selección francesa que no era mejor que la 'Roja'.
Porque debe doler mucho perder un partido que tenías encarrilado al descanso, en el que te hacen un gol tras un error nada más empezar el segundo acto y donde tu entrenador observa atónito e impasible desde el banquillo el cambio de actitud del rival. España no estuvo a su nivel. La relajación tras el 0-1 y el escaso fuelle que tuvieron los hombres de Milla en la segunda parte pasaron factura.
Canales no fue de los peores. Apareció siempre con peligro y se vació más que otros días en la presión. Fue el que mejor vio y comprendió que los centrales franceses sufrían horrores con el balón en los pies. Así estuvo a punto de llegar el 0-2 en un robo suyo, pero la suerte no estuvo de cara. Al final, el madridista acabó fundido y no hubiera sido mala idea haberle sustituido por Koke, un futbolista que cuando ha salido ha dado aire y criterio al equipo, pero Milla se limitó a hacer los mismos cambios que en partidos precedentes, hombre por hombre, sin arriesgar en demasía.
Ahora, le toca hacer borrón y cuenta nueva para pensar en su nuevo reto. Llegará a la pretemporada blanca con más cansancio y un mal sabor de boca, pero también estará mejor que sus compañeros. A Mourinho le tocará hacer de psicólogo para que el jugador mantenga los pies en el suelo. El Madrid y el portugués tienen una perla entre las manos. Sólo queda esperar que lo pulan y no lo dejen romperse.
Después del Mundial y con el mercado de fichajes resentido por la manida crisis económica, los 'adictos' al fútbol encontramos un pequeño consuelo en torneos como el campeonato de Europa sub-19. Mata, Piqué, Sergio Asenjo, Borja Valero, De la Red... son muchos los jugadores que a lo largo de estos años se han mostrado en este gran escaparate. Por eso, este Europeo siempre se ve con una atención especial, con la ilusión de descubrir algún diamante que cuando ya explote al primer nivel te ayude a recordar aquella tarde de verano en la que ya te quedaste prendado de él.
Esta edición se está disputando en Francia. La selección española, a la que dirige un ex madridista como Luis Milla, ha ganado los dos partidos que ha jugado. En este equipo se junta una generación extraordinaria que ya fue campeona continental en la categoría sub-17 hace dos años. Entonces, en Turquía, varios chicos jóvenes como el goleador Rochina o el extremo atlético Keko ya se dieron a conocer.
Ahora, casi todos los rivales conocen a los pupilos de Milla. Es interesante ver a Canales que dentro de poco estará a las órdenes de Mourinho. El cántabro tiene una zurda de oro y en cada acción demuestra que su fichaje no es para nada desorbitado. Sin embargo, a mí la mirada se me va todo el tiempo al compañero de baile de Canales en el centro del campo, Thiago Alcántara.
A simple vista podría pensarse que el '8' de la selección va a hacer carrera en esto del fútbol por ser el hijo de Mazinho. Cuando le ves tocar el balón por primera vez se te caen al suelo todos los prejuicios. Apenas tiene 19 años, pero me atrevería a decir que sólo la enorme calidad de la actual plantilla del Barça le impide ser un habitual en Primera División.
Anda Serra Ferrer como un loco para conseguir su cesión para el Mallorca. No es para menos. Thiago juega y hace jugar, tiene calidad, regate y visión de juego. Un auténtico espectáculo. Uno de esos futbolistas por los que merece la pena pagar una entrada. Por eso, ahora que el Madrid anda enfrascado en fichar a Khediras y Schweinsteigers, me pregunto si no hubiera merecido la pena haber tenido una extensa red de ojeadores para encontrar perlas como ésta, porque como se puede apreciar en el siguiente vídeo, al chico se le veían maneras desde muy pequeño.
Está llamado a ser una estrella y ocupar un puesto destacado en el Barça. A buen seguro que en el Camp Nou saben lo que tienen entre manos, sin embargo, el Madrid debería estar atento a cualquier contratiempo y tener preparada una frase por si acaso: ¿cuánto vale Thiago Alcántara?.
La vorágine diaria en la que se mueve el mundo del fútbol hace que echar la vista atrás seis meses parezca un viaje muy extenso en el tiempo. Corría el mes de diciembre cuando explotó una de las revelaciones de la temporada: Sergio Canales. En poco tiempo pasó del anonimato a fichar por el Real Madrid. Con el inicio de la pretemporada en el horizonte, el futuro de este joven jugador cántabro es toda una incógnita.
La llegada de Mourinho, los fichajes de Maicon o Gerrard, los posibles descartes del técnico portugués... demasiados puntos como para que Canales caiga en el olvido. Se ha especulado con la posibilidad de que se vaya cedido al Getafe, pero todo hace indicar que si sale del Bernabéu será para regresar a El Sardinero.
Al parecer, cuando Canales cerró su fichaje por el Madrid se incluyó una cláusula por la que el jugador cántabro sólo podía ser cedido a un equipo, al Racing de Santander. Por tanto, esta vez el 'vivero' en el que se ha convertido el Getafe para las jóvenes promesas blancas no podrá contar con Canales, un futbolista que hace unos meses parecía un refuerzo obligatorio y ahora ha pasado a ser poco menos que un jugador prescindible. Por encima de modas pasajeras, la calidad de Canales le coloca en un lugar privilegiado para ser el sucesor de Guti.
De punta en blancoes un blog escrito por Francisco Quirós Soriano (Ávila, 1982), responsable de la sección de Deportes del semanario 'Gente'. Esta bitácora pretende ser un punto de encuentro para para los seguidores del Real Madrid y del fútbol en general. Bienvenid@
