Encuentran arsénico en una antigua mina entre Colmenar y Guadalix
"No hay que alarmar, pero sí hay que saber que es un problema". Así de contundente se muestra Fernando Garrido, un investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales, que tras varios años de trabajo ha encontrado entre Colmenar Viejo y Guadalix de la Sierra un mineral muy tóxico: arsénico.
gentedigital.es / @javisanchez3
31/10/2014 - 08:16
El lugar, una antigua explotación minera usada en los años 30 en la que se trabajaba el wolframio, un material que se exportaba a Alemania para la fabricación de armamento pesado. La forma en la que se ha encontrado el arsénico es como parte de otro mineral, que a su vez es muy estable y, que se usaba para retenerlo; la escrodita. Los estudios que Garrido, y otros investigadores han llevado a cabo, quieren poner de manifiesto que esta escrodita "no es tan estable como se piensa, y menos cuando está expuesta a las condiciones medioambientales", cuenta el investigador a GENTE. Esta exposición, unida al paso de los años, ha permitido que el arsénico se vaya liberando, "algo que no debería haber ocurrido", según el investigador.
Pero, ¿cómo afecta la presencia de arsénico a la zona? Para Garrido, la existencia de este mineral es "preocupante". Los residuos que se han encontrado en la zona trabajada "sobrepasan los niveles por kilogramo de arsénico establecidos", apunta. Y es que, estos tienen entre 15 y 16 gramos por kilo.
Excavar para eliminar
En cuanto al medio natural, este investigador sostiene que es un "grave problema", y que la mejor solución es retirar el arsénico para así evitar más contaminación. Según él, lo "ideal" es "excavar la zona para "llevarse los residuos de forma segura a otro lugar". Con eso se eliminaría el foco de contaminación, aunque afirma que "recuperar un suelo ya contaminado es complicado". Para realizar esta complicada operación, es el Ayuntamiento de Guadalix de la Sierra, ya que la zona pertenece a su término municipal, el que tiene que permitir las excavaciones. Pero ésta no es la única solución posible. Según Garrido, hay una segunda opción, que serviría para hacer un estudio posterior que, es la fitoextracción, aunque con ésta "el elemento químico no se eliminaría", dice.
En definitiva, un problema medioambiental grave, pero que no pone en peligro la salud de nadie. Eso sí, lo mejor "es retirarlo cuanto antes, ya que si permanece ahí más tiempo puede llegar a contaminar acuíferos que van a dar al pantano de Santillana", apunta.
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