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La Federación Madrileña de Fútbol (FFM) está de celebración. El organismo regional llega a los cien años de vida, al mismo tiempo que su presidente, Vicente Temprado, cumple 25 años como máximo responsable. A sus 79 años, el dirigente conquense hace un balance positivo de su gestión, aunque eso no evita que piense en sus planes de futuro.

Dentro de poco se cumplirán 25 años de su llegada a la FFM, ¿qué balance hace de esa etapa?

El balance es positivo porque lo demuestran los hechos, no porque yo lo diga. En el año 1988 me presenté al primer proceso electoral como Federación del Fútbol de Madrid. Éramos la candidatura del fútbol modesto; luchábamos hormigas contra caballos. En ese momento, sin querer culpar a nadie, heredamos una situación agónica donde había 27 empleados para una Federación donde apenas había trabajo. Las instalaciones tampoco estaban demasiado bien y a la sede que teníamos en la calle Ferraz se la llegó a denominar como la París-Dakar por los hoyos que tenía en los pasillos. A partir de aquello, cualquier actuación que hiciéramos era positiva. Curiosamente, la toma de posesión de Ángel María Villar en la RFEF y la mía en la FFM coincidieron y, desde ese momento, el señor Villar nos ayudó muchísimo y se puso de forma incondicional al servicio de la FFM. Conseguimos regularizar la plantilla, algo que no fue grato ya que tuvimos que despedir a siete personas. Hicimos el menor daño posible, pero no fue nada grato. Se regularizó la situación y se apostó por el futuro con un programa que nos ayudó a que todo saliera adelante con más facilidad de la que yo suponía.

En estos años hemos marcado una línea que ha sido claramente ascendente, no han habido dientes de sierra y todo ha sido para ir mejorando. Iniciamos con 19.000 licencias y ahora estamos con 85.000, de las que el 85% son de fútbol formativo, es decir, de juveniles para abajo. Cuando llegamos había 300 árbitros y ahora estamos con 6.350. Se inició con un número de entrenadores titulados que no llegaba a los 500 y en estos momentos nos movemos por cifras que rondan los 7.000. Los servicios médicos también eran bastante precarios en los inicios con un médico, un ATS y dos bicicletas que no tenían pedales. Ahora mismo podemos presumir de una mutualidad que creo que es modélica y, afortunadamente, sirve de ejemplo en todo el país, tanto por los centros que tenemos como los que están concertados para realizar reconocimientos médicos y ejercicios de rehabilitación. Además, en años recientes se han acometido unas obras en los servicios médicos con un coste cercano al millón de euros. Se ha logrado tener una sede propia, comprada, no alquilada. El costo de esta sede ha salido del bolsillo de la RFEF y, aunque las reformas han corrido  a nuestro cargo, no ha habido una sola derrama a la que hayan tenido que hacer frente los clubes. Por otro lado, llevamos desde la temporada 2000-2001 sin subir las cuotas, ni siquiera el IPC, al igual que la mutualidad.

Todo este preámbulo sirve para justificar esa afirmación que nos ayuda a asegurar que desde el comienzo nuestra gestión ha seguido una línea permanentemente ascendente.

¿Qué le empujó a querer ser presidente de la FFM?

Fue una circunstancia fortuita, como sucede en muchas ocasiones en la vida de cualquier persona. En el 1988 se crea por primera vez la Ley del Deporte en la Comunidad de Madrid y al amparo de esa ley sale la nueva Federación del Fútbol Madrid, que ya no depende de la Federación Castellana. Había un candidato, cuyo nombre era Manuel Fernández De León, un hombre que tenía relación con el mundo del periodismo y que, por lo tanto, era muy conocido y considerado dentro del fútbol madrileño; además, tenía el título de entrenador y había sido árbitro. Pero las circunstancias quisieron que en un momento determinado se enrareciera el consenso al que se había llegado en un principio y los compañeros de viaje que éramos en aquella época una especie de asociación informal entendimos que había que buscar un candidato alternativo que representara todo aquello que nosotros defendíamos. Entonces me obligaron a mí a presentarme. La decisión no fue sencilla porque mi labor profesional como industrial me robaban mucho tiempo, pero los hombres somos débiles y, en ocasiones, nos dejamos llevar por la recomendación o amistad que nos une con otros y así empezó la cosa. La situación, como he dicho anteriormente, era agónica. Valga como ejemplo que nada más llegar al cargo, Ángel María Villar ordenó unas obras en la antigua sede de la RFEF y nosotros aprovechamos para reciclar aquellos enseres como sillas o mesas que a ellos no les servían con una furgoneta que pertenecía al grupo de amigos de la candidatura.

A pesar de todo esto, fue muy ilusionante. Me marqué una especie de decálogo que decía algo así como que primeo debemos desescombrar, luego cimentar, después construir y por último decorar. Después llegó el quinto punto, con el que yo no contaba: disfrutar.

Dentro del fútbol madrileño, la figura de Vicente Temprado goza de una excelente reputación, ¿cuál es el secreto de su gestión?

Si habláramos de secreto, podríamos calificarlo como un secreto a voces. He sido un hombre que siempre ha procurado no ir más allá de donde he considerado que debía estar, he procurado no defraudar a nadie con el que haya podido tener un compromiso y eso sí, nada más llegar al cargo me marqué una consigna: levantarme cada día pensando que, por todos los medios, tenía que ser útil a todos los demás. Esa mi consigna, que la mantengo fresca y viva. No sé si lo he conseguido, pero al menos intentándolo ya tengo satisfacción. Esta ha sido la forma de actuar que creo que ha llevado a la gente a elegirme durante siete legislaturas, algo que no es fácil en este cargo. Creo que ni yo mismo repetiría si volviera a empezar, pero la verdad es que me encuentro cómodo, a gusto, feliz y fuerte, a pesar de que los años pasan.

Puede presumir de que el balance económico también respalda su labor, todo un mérito en los tiempos que corren...

En esto a lo mejor soy un poco presumido, pero me gusta hacer esta recomendación. Nosotros la crisis la empezamos hace 25 años y hemos llegado adonde estamos por una sola razón: la austeridad. Y la honradez, claro. La mejor decisión que tomé desde que llegué al cargo es que iba a trabajar gratis por el fútbol el tiempo que estuviera.  Hay una parte de profesionales (35 en la FFM y 26 en la Mutualidad), pero el resto es una parte de voluntariado que me rodea, que sabe que son la razón de nuestro éxito y que están ajustados a las mismas normas que el presidente. Afortunadamente, todo el que se compromete a trabajar en esta Federación de forma voluntaria lo hace con el mismo altruismo que el presidente. Y esto yo creo que ha sido el éxito de nuestra gestión. Nunca el presupuesto tiene que estar por encima de lo que se va a gastar cada año.

Usted decía hace unos meses en otra entrevista que uno de sus retos pendientes era trabajar para evitar las muertes súbitas en el fútbol, ¿qué acciones se plantea para mejorar en este aspecto al fútbol regional?

Estamos trabajando en ello. Vamos muy avanzados, lo que sucede es que la situación es un poco comprometida cuando hay que poner dinero por delante. No obstante, dados los resultados económicos que hemos tenido en los últimos años nos ha permitido destinar una cantidad a este cometido. Estamos comprometidos a reformar el centro de los servicios médicos, para ello nos hallamos en la recta final de la negociación con la Comunidad de Madrid y con la colaboración del Hospital Clínico La Paz para hacerlo en la carretera de Colmenar. Allí hay un hospital que pertenece a la Comunidad, aunque el Gobierno regional no va a destinar dinero a esta reforma. Estamos en disposición de aportar una buena suma para restaurar un edificio en el que se llevaría a cabo la investigación y la prevención de la muerte súbita. Sería un paso extraordinariamente importante. Hemos establecido, dentro de nuestras posibilidades económicas, un plan por el que se han destinado  120.000 euros a comprar 90 desfibriladores para dotar a varias instalaciones donde se practica el fútbol de estos aparatos y este año tenemos pensado comprar otros 40 para acabar de cubrir toda la región. Si lográramos, además, contar con el centro que antes he comentado seríamos pioneros en España. Con salvar solo la vida de un futbolista todo este esfuerzo habrá merecido la pena.

En Segunda B este año el fútbol madrileño cuenta con dos representantes menos tras los descensos de Sanse, Rayo B y Alcalá y el ascenso del Puerta Bonita, ¿está el fútbol modesto de Madrid peor que años atrás?

No. Creo de hecho que está mucho mejor por varias razones. Primero porque en estos años pasados, antes de que llegase la crisis, en Madrid hemos tenido la suerte de encontrarnos con unas instalaciones que ni siquiera soñábamos. En toda la Comunidad hay más de 130 campos de fútbol de césped artificial, una superficie que nos ha permitido crecer en otros ámbitos. Hay unas 19.000 licencias de chicos que practican fútbol 7. La segunda razón está en las escuelas, un ámbito en el que Madrid ha crecido de forma notable y ha superado a otras Comunidades. El alto censo de población nos permite que prácticamente en cada barrio haya un club y esto nos hace, sin presunción de ser más listos que los demás, jugar con ventaja. Pero luego hay que trabajar en ello. La materia prima la tenemos, pero hay que optimizarla y eso es lo que pretendemos.

A pesar de todo esto, sí que es verdad que la crisis acucia a todo el mundo. La Segunda División B y la Tercera son las dos categorías más afectadas de todo el conjunto, desde el profesionalismo hasta los equipos de formación. Estas dos categorías juegan con unos parámetros muy altos de responsabilidad a pesar de ser aficionados y uno de los puntos de encuentro más importante que han tenido con sus presupuestos ha sido en la esponsorización y ahí todo se ha ido abajo. Dos de los vínculos más recurrentes en ese apartado han sido de los más afectados en esta crisis, la construcción y el automóvil. Por eso precisamente no es que el fútbol madrileño esté peor, sino que esas categorías en su conjunto han sido las más castigadas.

Hablando del fútbol modesto, Madrid ha vivido casos en los últimos años de desapariciones como las del Cobeña o el Móstoles, ¿cree que estos ejemplos han servido de aviso a otros clubes?

El fútbol tiene algo que históricamente es incontrolable, es un fenómeno único e incontrolable. El balonmano, el baloncesto y otros deportes tienen otros comportamientos. En el fútbol hay un mandamiento de ilusión que lo hace incomparable a otros deportes. Un caso como el del Móstoles es muy extraño. Una ciudad como esa que es la segunda en importancia después de Madrid y que desaparezca un club es algo extrañísimo. En cambio, con el Cobeña ocurrió lo mismo con Los Olivos de Mejorada, como sucedió en su tiempo con un equipo en Cubas de la Sagra que llegó a Tercera División. Todos los clubes que se hicieron a base de talonario y que colocan a sus equipos en una categoría que no se corresponde con su historia están supeditados a su hucha. Cuando se acaba el dinero están abocados a la desaparición. Otra situación es la de clubes con un asentamiento social, que están respaldados por una afición que mantiene viva esa llama de la ilusión. Lo que no cabe duda es que sí hay una reflexión muy importante. En toda la Comunidad hay 690 clubes, pero tenemos 4.900 equipos, es decir, cada club tiene entre 8 y 10 equipos...Hay que echar mano a las canteras y aprovechar el trabajo que se hace con ellas. Se debe perder esa ambición de fichar a un jugador cueste lo que cueste. Si un equipo no puede pagar una cantidad determinada, debe arriesgarse y apostar por jugadores de la casa. Eso supondría poner los pies en el suelo y parece claro que es lo que hay que hacer. Mi opinión es que hay que trabajar en base a lo que produces, no a lo que compras porque al final eso nos ha llevado a que, en los años de bonanza, hubiera jugadores en Tercera que ganaban más que muchos padres de familia. Eso ha desaparecido y en el fondo está bien porque no era bueno para nadie. En el fútbol hay categorías como es hasta la Tercera División donde el club dota al jugador de instalaciones, ropa, una competición y la oportunidad de disfrutar. Si luego el jugador tiene cualidades para llegar más arriba, perfecto, pero el club no está obligado en esa categoría a darle más. Esa es la máxima con la que nació hace casi 50 años un club que fundé, por eso hablo con conocimiento de causa. En ese club, que todavía sigue vivo y que está en Preferente, el Periso, pagan hasta por hablar. Sus cuentas son claras, pagan por el campo y no reciben nada de la taquilla ni de la publicidad estática, pero pese a todo siguen en Preferente con sus respectivas categorías. Es importante fijarse en ellos, no en el que tiene un presupuesto de 15-20 millones.

La parte buena de la crisis es que muchos equipos vuelven a mirar a sus canteras

Estoy convencido de que tiene que ser el camino a seguir, después habrá otras alternativas, pero ahora mismo ese es el camino. El reflejo o el escaparate de nuestro progreso en el fútbol son nuestras selecciones, como ha quedado demostrado en nuestras categorías inferiores. Otra cosa es la suerte que hemos tenido de que en los últimos años la absoluta haya ganado esos tres títulos, unos éxitos que nos honran y que nos han colocado en la cúspide del fútbol. Pero lo importante es que todo esto se debe a un trabajo de cantera. La sub-21 ha sido campeona de Europa, la sub-19 se va ahora a competir...esa cantera es la que ha dado ese fruto de valores donde hay que fijarse. Disfruto viendo a jugadores como Isco, Morata, Manquillo, Oliver, Saúl y otros tantos que son tan buenos y que han sido criados en las categorías inferiores. Hay que echar mano a nuestro propio trabajo, a nuestra propia causa, para frenar la situación tan cruda que se está viviendo en algunos clubes. Sin ir más lejos, ahora mismo hay muchas dudas de cara a la próxima temporada en Segunda B.

Esta temporada ha sonado con fuerza el nombre del Atlético Féminas, cuya presidenta demandaba hace unos meses en nuestro periódico un empuje desde varios sectores para colocar el fútbol femenino en el lugar que se merece, ¿desde la Federación qué objetivos se marcan en este ámbito?

Esa es mi debilidad. El fútbol femenino es un valor añadido que todavía no ha encontrado el hueco que le corresponde. Estamos trabajando con mucha firmeza, tanto desde la FFM como desde la RFEF, aunque esto no satisface a algunos clubes, sobre todo desde el punto de vista económico. La RFEF está haciendo un esfuerzo supremo y lo que hemos dicho anteriormente de las selecciones masculinas en categorías inferiores se puede decir exactamente lo mismo en las selecciones femeninas. Ahora mismo hay cuatro combinados representando a España a nivel internacional, encabezadas por la absoluta que comienza esta semana en Suecia su participación en la Eurocopa. En el fútbol femenino una de las cosas que estamos intentando lograr es que entre en los hogares, a través de la quiniela, de la televisión, que sería el medio más importante...pero el fútbol femenino necesita todavía mucho impulso para familiarizarse. Vamos bien, avanzamos lentamente. Estamos en calidad muy por encima de la cantidad. Ahora mismo contamos con 27.000 licencias y necesitaríamos llegar a las 50.000 para poder estar ya en un plano de equilibrio. Cuesta mucho hacer licencias y eso pasa por introducir el fútbol femenino en los hogares. Aún necesitamos romper muchos tabúes. En ese sentido el fútbol aún va por detrás de otros deportes como el balonmano, el judo o la gimnasia. La RFEF está apostando muy fuerte, manteniendo una rutina habitual de concentraciones y entrenamientos con las jugadoras, eso nos ha llevado a ser campeones de Europa en dos años consecutivos en la sub-17, terceros del mundo en Trinidad y Tobago y creo que estamos en buena disposición de crecer, aunque el número de licencias es lo que nos trae de cabeza, debemos abundar y trabajar en ello.

Respecto a la FFM procuramos aportar voluntad. Desde esta casa procuramos tener una consideración especial, sin caer discriminaciones favorables, porque sabemos que lo necesita. Los clubes que tienen equipos femeninos están haciendo un esfuerzo muy importante, por eso intentamos ayudarles con unas cuotas muy asequibles. Todas estas iniciativas tienen el objetivo de colocar al fútbol femenino donde se merece. No hay que olvidar que en cabeza están países como Alemania, Noruega o Suecia y tenemos que fijarnos no en el que va detrás, sino en el que va delante. 

Aunque no es uno de los deportes más fuertes dentro del programa, parece inevitable hablar de las aspiraciones olímpicas de Madrid, ¿cómo puede beneficiar al fútbol madrileño el hecho de que la ciudad sea elegida para los Juegos de 2020?

Si lográramos que Madrid pudiera tener el privilegio de organizar unos JJOO en el año 2020, sería bueno para todos; para la sociedad en su conjunto; para el deporte en general, por supuesto; para  Madrid en particular, que supondría que se lograran un montón de mejoras; y luego para el deporte de Madrid en particular. Tanto en la carrera para 2012 como para 2016, a los organizadores más directos les hablé, y lo sigo haciendo ahora con Alejandro Blanco, de que en Madrid somos 60 federaciones deportivas. Todos nosotros somos, como les digo a los responsables de la candidatura, la fiel infantería, haciendo un símil militar, no desaprovechéis esa oportunidad. Nosotros podemos aportar mucho si nos conceden los Juegos de 2020.