El garbanzo madrileño se hace sitio en el cocido
Los agricultores de la zona Oeste de la Comunidad han puesto en marcha la asociación La garbancera madrileña. Busca promocionar esta leguminosa, que se produce en la región. En el Norte se siembra en Daganzo.
Archivado en: agricultura, gastronomía
Mamen Crespo
12/5/2017 - 09:01
Si hay un plato destacado en la cocina de la Comunidad de Madrid, ese es, sin duda, el cocido madrileño. Sin embargo, los garbanzos que se utilizan para prepararlo vienen de fuera de la región e incluso de lejos de España, a pesar de que desde hace unos años se ha recuperado su cultivo en la comunidad autónoma.
Con el objetivo de lograr que los madrileños consuman los garbanzos que se recogen en la región y de que los cocineros madrileños los utilicen en su cocido, los agricultores de la zona Oeste de la Comunidad (Quijorna, Brunete, Navalcarnero, Sevilla La Nueva, Villaviciosa de Odón, Boadilla del Monte, Villamanta, Villamantilla, Villanueva de la Cañada, Villanueva del Pardillo, Colmenar del Arroyo y Valdemorillo) han puesto en marcha la asociación La garbancera madrileña, de la que forman parte tanto los productores como los ayuntamientos. "A partir de septiembre se podrán comprar nuestros garbanzos bajo la marca La garbancera madrileña", ha manifestado José Francisco Brunete, agricultor de Quijorna, que tiene 30 hectáreas sembradas en el municipio. Este agricultor recuperó el cultivo en la década de los 90 con una variedad madrileña, aunque la siembra de garbanzos ya se hacía a principios del siglo XX en la zona. "El cultivo es tradicional de aquí, pero dejó de ser rentable porque las variedades que había era propensas a la enfermedad de la rabia y porque se cosechaba manualmente y empezó a haber problemas de mano de obra", comenta Miguel Pérez, productor de Brunete.
ANTES DE LA GUERRA CIVIL
De hecho, "antes de la guerra era el sustento de la alimentación. Todo el mundo comía garbanzos", asegura José Francisco, que añade que lo que quieren hacer ellos ahora no es nuevo. "Ya en el pasado, los comerciantes de la Cava Baja, la calle Segovia y la calle Princesa venían aquí a por nuestro garbanzo y lo vendían", explica.
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BUEN SABOR EN VERDE: El garbanzo se siembra por San José, hacia mediados de marzo, y se recoge a final de junio o principio de julio. En este momento, está a punto de florecer. En Quijorna, algunas parcelas ya han florecido y han desarrollado la vaina en cuyo interior se encuentran 2 ó 3 garbanzos. "En verde" tienen un gran sabor. |
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Este agricultor siembra una variedad similar al garbanzo pedrosillano, pero que es madrileña.
La zona Oeste no es la única de la región en la que se cultiva el garbanzo. Al norte, Daganzo también es cuna de esta leguminosa, con una producción mucho mayor. Allí comercializa, entre 
otros, la familia Godín bajo la marca Garbanzos de Daganzo. Este año han sembrado 40 hectáreas y esperan, "si el tiempo acompaña" alcanzar los 40.000 kilos. Y es que, aunque el refrán diga que "El agua al garbanzo: al nacer y al cocer", Alberto Godín asegura que "para que tenga calidad también le hace falta algo de agua durante el ciclo, aunque es cierto que tiene más defensa frente a la sequía que el cereal".
En este municipio madrileño se tiene constancia de que se cultivaba antes del siglo XX. "Mis padres y mis abuelos comían garbanzos de pequeños", comenta Alberto, que decidió recuperar este cultivo como alternativa al barbecho. "En vez de dejar la tierra un año, siembro garbanzos", apunta.
289 TONELADAS
En este caso, son dos las variedades: pedrosillano y castellano, que es más grande de calibre.
En total, en el año 2016, se sembraron en la Comunidad de Madrid 424 hectáreas de garbanzos y se alcanzó una producción de 289 toneladas, según los datos del Ministerio de Agricultura. Sus productores esperan que esa cosecha termine en el cocido madrileño. Ya trabajan en ello.
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MADRID TAMBIÉN TIENE LENTEJAS: El garbanzo no es la única leguminosa que se siembra en la Comunidad de Madrid. En Daganzo, además, cultivan lentejas de la variedad pardina. Esta legumbre se siembra en enero y se recoge, al igual que el cereal, a finales de junio o principios de julio. En la actualidad, está a punto de florecer. Las lluvias que se esperan contribuirán a ello. |
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