Una Aguirre emocionada toma posesión como presidenta regional
La presidenta de la Comunidad aseguró que quiere lograr en su tercer mandato la "recuperación económica", lo que supone "luchar" contra la crisis y crear empleo "con la ayuda de todos"
Archivado en: Posesión, Esperanza Aguirre
gentedigital.es
16/6/2011 - 17:08
Lo más destacado de su discurso, que duró apenas diez minutos, fueron las lágrimas de la presidenta madrileña, que brotaron al inicio de sus palabras, cuando se acordó de su familia y de su partido, y no cesaron hasta el final, cuando al igual que en días anteriores mostró su voluntad de "gobernar para todos".
Tras resaltar el amor por su marido, Fernando, y por sus dos hijos, Aguirre señaló que pese al "momento difícil" que atraviesan los madrileños, quiere "luchar junto a ellos para lograr la recuperación económica, que vuelva a crecer el empleo y para que todos, en primer lugar los jóvenes y los más desfavorecidos, recuperen la esperanza y el optimismo".
Aguirre recordó que el pasado 22 de mayo los madrileños "votaron mayoritariamente la lista del PP" que ella tuvo "el honor" de encabezar y después de que en la Asamblea de Madrid tuviese lugar su investidura como presidenta, la volvieron a encomendar con su voto la "alta responsabilidad" de gobernar.
"Ahora acabo de tomar posesión del cargo después de prometer solemnemente ante la mesa de la Asamblea cumplir fielmente las obligaciones de la presidenta con lealtad al Rey y a la Constitución", señaló, en un momento en el que recordó a los dos ex presidentes madrileños que le precedieron, Joaquín Leguina, que "cada día es mejor consejero", y Alberto Ruiz-Gallardón, el "compañero constante" de su vida política.
Aguirre, quien aseguró que es madrileña, y que le "gusta vivir en Madrid", reconoció que le "emociona que los madrileños le hayan vuelto a dar su confianza. "Yo tengo una gran admiración por los madrileños", apuntó, destacando que son "la gente más abierta y con más sentido del humor del mundo".
Como siempre recuerda la presidenta, son dos cosas que aprecia mucho y es que, en su opinión, y más en política, es muy importante "la capacidad para reírse de uno mismo y para ser autocrítico".
ILUSIONES RENOVADAS
La presidenta madrileña indicó que empieza ahora su tercer mandato al frente de la Comunidad y que lo hace con "todas" sus "ilusiones renovadas y con la voluntad de servicio a los madrileños", la misma que le llevó, dijo, a entrar en política hace 28 años.
Ya centrándose en sus objetivos, reconoció que el principal es salir de la crisis con los madrileños: "Sé que vivimos unos momentos especialmente difíciles y duros para muchos madrileños, por eso, mi primer objetivo va a ser luchar junto con todos ellos para lograr la recuperación económica, que vuelva la prosperidad y el empleo y que todo los desfavorecidos y lo más jóvenes puedan recuperar la esperanza".
Según la reelegida presidenta, le gustaría estar "a la altura" de lo que los madrileños "se merecen" y así, cuando llegue la hora de "juzgar" sus hechos por parte de todos los que ahora le han votado y los que no lo han hecho, "reconozcan" su "entrega, entusiasmo y sacrificio a los madrileños" y que éstos "no han dejado de crecer" en los últimos cuatro años.
AGRADECIDA A SU FAMILIA Y ESPECIALMENTE A SU MARIDO
La parte más emocionante la brindó la presidenta al principio de su discurso, cuando recordó a uno de sus principales colaboradores, Regino García Badel, y dio paso a los agradecimientos de su familia. Ha señalado que siempre les recuerda pero que especialmente ahora, después de los "momentos duros" que ha pasado en los últimos meses.
Tras recordar a sus nietos, sus siete hermanos, su madre, sus hijos y sus nueras, "sus principales consejeros", fue el turno de su marido, del que sólo habla "una vez cada cuatro años" y hoy, ha dicho, "toca". En toda una declaración de amor se han convertido sus palabras hacia él, que, en su opinión, es la persona "más discreta, más sensata y más cariñosa" que conoce.
Fernando, como se dirigió a él, se ha convertido en el "compañero ideal" de su vida, y destacó el "sentido de patriotismo profundo" que tiene. "Por eso, siempre va a estar dispuesto a hacer lo que crea mejor para España y para los españoles... Fernando es el más importante", apostilló.
Pero para el resto de su familia no se quedó corta y dijo que después de tantos años y experiencias vividas, están "unidos como una piña, siempre dispuestos a ayudarse los unos a los otros". "Sin ellos no estaría aquí, son los cimientos sobre los que reposa mi vida política y toda mi vida", aseguró.
También tuvo palabras para su partido, compuesto por gente de una "inmensa calidad humana". "El Partido Popular es mucho más que un partido, es como una gran familia y los que no lo conocen por dentro no pueden imaginar la inmensa calidad humana y la constante generosidad política de sus miles de afiliados", consideró.
En su opinión, "sin su entrega y el trabajo de esos cientos de miles de militantes del Partido Popular, nada" de lo que consiguen sus dirigentes "sería posible". "Gracias a ellos, a su esfuerzo y a la solidez de sus convicciones y sus principios he conseguido esto", añadió.
En la misma dirección, agradeció a todos el trabajo de los que han colaborado con ella en el gobierno y en las instituciones. "Sin la entrega constante del vicepresidente y de los consejeros, de los altos cargos y funcionarios no podríamos haber cumplido nuestros compromisos", indicó.
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