Pórtico cerrará con una deuda de casi 10 millones con organismos públicos y despedirá a sus empleados gradualmente
La empresa también debe decenas de millones a entidades financieras y proveedores
26/11/2014 - 19:00
VIGO, 26 (EUROPA PRESS)
La liquidación de la empresa Pórtico tendrá consecuencias más allá del despido de casi 200 trabajadores (además de otros 200 que se fueron hace un año), y es que la sociedad, que está en fase de liquidación, tiene una deuda de casi 10 millones de euros solo con organismos públicos, según han confirmado a Europa Press fuentes de la plantilla.
Así, Pórtico debe 3,5 millones a Hacienda, 1,3 millones a la Seguridad Social y 4,8 millones al Igape. A esto se suman otras deudas, como las contraídas con entidades financieras (algunas fuentes hablan de al menos 30 millones de euros), con pequeños proveedores, empresas de transporte y servicio, o incluso con los fondos que inyectaron capital tras la salida del concurso.
"La empresa no tiene dinero en caja", han señalado las fuentes consultadas por Europa Press, y han apuntado que los ingresos que se vayan obteniendo hasta que agote la mercancía van destinados al mantenimiento de las instalaciones, sobre todo al gasto de la nave de almacenaje. Asimismo, parte se destina a saldar deuda salarial, de hecho, la plantilla ha cobrado este miércoles la paga extra de septiembre.
Las mismas fuentes han advertido de los "graves daños colaterales" que tiene la liquidación de Pórtico para decenas de trabajadores de pequeñas empresas que ofrecen servicios a la firma gallega de decoración.
Con respecto al futuro de la compañía, han señalado que, de momento, no ha habido una oferta formal de ninguna entidad para hacerse con Pórtico, aunque "ha habido quien ha mostrado interés". "Lo que nos tememos es que esperen a que se complete la liquidación para adquirir la empresa al más bajo precio, o troceada", han indicado.
ERE
Con respecto a la situación de la actual plantilla, los administradores concursales han informado al comité de empresa que los operarios serán despedidos de forma gradual, a medida que se vaya vendiendo la mercancía, aunque no hay una estimación de tiempo ni del volumen de esa mercancía.
El preacuerdo alcanzado entre las partes incluye las mismas condiciones que el ERE del pasado año, es decir, una indemnización de 20 días por año trabajado, aunque "habrá que buscar fórmulas" para reintegrar a los trabajadores el 7,5 por ciento al que renunciaron en su día y para compensarlo en su base de cotización.
Fuentes sindicales han reiterado sus críticas hacia la dirección de la empresa por su "mala gestión" y han recordado que Pórtico fue galardonada con la Medalla de Oro del Círculo de Empresarios de Galicia (2011), Premio Familia Empresaria que otorga la Asociación Gallega de la Empresa Familiar (2010), y el Premio Diputación de Pontevedra en la categoría de Empresa (2011). "Habría que advertir a los trabajadores de que, si ven a sus jefes reunirse con políticos para que les den premios, se echen a temblar", han ironizado.
CONCURSO
En junio de 2013, el juzgado de lo mercantil número 2 de Pontevedra declaró la entrada en concurso de acreedores de Pórtico y de su filial Dayaday (que posteriormente fue adquirida por Tous), que tenían una deuda de unos 55 millones de euros. Un año después, tras llegar a un acuerdo con los acreedores y con una quita del 50 por ciento, la firma logró salir del concurso.
Sin embargo, sus problemas no se terminaron, porque tenía deudas con Hacienda y con los trabajadores. La empresa, que tenía acuerdos con inversores para una ampliación de capital por 2,5 millones de euros, logró llegar a un acuerdo para aplazar el pago de la deuda con el organismo público.
Asimismo, en agosto de este año, llegó a un acuerdo in extremis con el Fondo de Garantía Salarial para que adelantase el pago de la deuda con los trabajadores (unos 3,3 millones de euros), para lo que hubo que poner como aval, además de terrenos, el valor de la propia marca. En aquel momento, los directivos de la empresa habían anunciado que ese acuerdo permitiría "mantener la actividad y el empleo".
A principios de noviembre, la empresa solicitó en el juzgado la apertura de la fase de liquidación por la imposibilidad de ejecutar su plan de viabilidad y por falta de liquidez. La apertura de esta fase de liquidación implicó la formación de la sección de calificación en la que, según la Ley Concursal, se deberá decidir si el concurso de la empresa deudora es culpable o fortuito.
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