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Propósitos 2018: hoja de ruta para el Año Nuevo

Muchos aprovechan el cambio de etapa para fijarse propósitos, como llevar una vida más saludable o cambiar de trabajo. Hay que marcarse objetivos realistas, asequibles y progresivos, y comprometerse para poder cumplirlos.

Archivado en: psicología

"Los propósitos se cumplen parcialmente. Si suponen un cambio completo, es posible que no se logren"

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365 días por delante, por Mamen Crespo

Liliana Pellicer
28/12/2017 - 16:30

La llegada del Año Nuevo es momento de hacer balance y de ponerse objetivos. Muchos aprovechan el cambio de ciclo para redefinir sus propósitos, aunque no todos los cumplen. Según asegura Cigna, algunos estudios afirman que menos del 10% de las personas siguen esos retos marcados. El motivo: la falta de realismo.

"Los propósitos se cumplen parcialmente. Si suponen un cambio completo, es posible que no se logren", explica José Guillermo Fouce, profesor de Psicología en la Universidad Complutense, que ofrece algunas claves sobre cómo afrontar esta planificación.

Lo primero que hay que destacar es que tener propósitos cuando se cambia de etapa es bueno y natural. "Es positivo marcarse objetivos y expectativas. Nos indican el camino a seguir", detalla el también presidente de Psicología Sin Fronteras.
Es importante que nuestros retos para el Año Nuevo sean pequeños y asequibles, que hacerlos realidad esté en nuestra mano. Por ejemplo, en lugar de gastarse dinero en un gimnasio, podemos intentar realizar una tabla de ejercicios en casa o salir a correr.
Apuesta por objetivos progresivos, ya que es más sencillo ir aumentando su dificultad por fases. No hay que empezar con cambios de 180 grados, debemos ir poco a poco.
Comprométete con seriedad. Para ello la mejor forma en incluirlo en tu agenda, que sea un objetivo real al que debes dedicarte. Compartir nuestras intenciones con la familia o los amigos, o enfrentarse a estos propósitos junto a otras personas también son factores de presión que nos ayudarán a realizarlos.
Haz una lista por escrito de todos tus propósitos y detalla por qué deseas realizar cada cambio y qué ventajas te va a reportar hacerlo.
No debe preocuparnos la frustración ante el fracaso en la consecución de los propósitos. "Nuestro cerebro reduce la disonancia", explica el psicólogo. "Nos autoconvencernos de que no ha sido posible para adaptarnos o limitar esa posible frustración", añade.
Elige tus retos. Suele apostarse por hábitos más saludables, por cambios en las relaciones, por conseguir más recursos o por cambiar de trabajo o aumentar el tiempo dedicado al ocio, según explica el psicólogo. Signa, por su parte, sugiere algunos retos que mejorarán nuestra salud, como reír hasta en los peores momentos, socializar, escuchar música, dejar el perfeccionismo, planificar y demostrar los sentimientos.


Cambiar de trabajo: El comienzo del año también es momento de replantearse la vida profesional y de intentar darle un giro.	Dejar de fumar: Todo un clásico de estas fechas. Muchos aprovechan el cambio de año para cambiar sus costumbres sanitarias.	Hacer más deporte: Las matrículas de los gimnasios aumentan en el primer trimestre del año, pero muchos abandonan al poco tiempo.	Viajar más: Los buenos propósitos también se centran en el ocio. Las personas suelen desear visitar otras ciudades o países.

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