Todos vivimos con cierto desasosiego el cambio climático. El mismo va en aumento y es que para nada debe de extrañarnos. Estamos asistiendo a los veranos más cálidos de los últimos años, a las tormentas más devastadoras, como a todas esas grandes inundaciones e incendios sin precedentes. Todo ello pone en evidencia la gravedad de lo que esta aconteciendo. No es menos cierto, que todos los expertos y técnicos en materia han venido reclamando medidas acordes y tan necesarias con dicho posicionamiento real.
Archivado en: Manu Salamanca, en beneficio de unos pocos
Manu Salamanca
23/9/2022 - 04:40
Las diferentes iniciativas sociales que a nivel mundial han elevado su malestar ante la opinión publica internacional consiguieron dar a conocer un interminable número de entrevistas sobre la crisis climática, como de todos sus problemas ecológicos y a los que desgraciadamente nos enfrentamos todos. Las declaraciones e iniciativas políticas e institucionales se multiplican, pero desafortunadamente existe mucha hipocresía, están llenas de retórica medioambiental, exclusivamente pretenden esconder todas esas acciones antiecológicas, que se llevan a cabo en el día a día.
Las reflexiones y sus consiguientes propuestas han venido disfrazadas de debate para quedarse ¡Esta claro!
La distopia, como una representación ficticia de sociedad cínica y de un imaginado futuro catastrófico, pretende atrofiar nuestras mentes para imposibilitar una transformación reformista y vital. Mi propósito es mucho más modesto al considerar que la dirección de ciertos argumentos exige la necesidad de una mirada crítica a la hora de abordar este problema mundial que, en estado caótico, origina tanta honda preocupación, tanto en sus orígenes como en sus inevitables consecuencias. Nuestra mirada condiciona el quehacer como último objetivo, que ni más ni menos, es el de ayudar en una tarea muy compleja, en dicha reordenación medio ambiental.
Un reto importante como civilización sería satisfacer un marco hegemónico y perceptivo, basado en un verdadero respeto por la naturaleza. Y es que lo que estamos viviendo, no es el resultado de ningún ciclo natural. La razón de la crisis climática ha de ser comprendida como un fenómeno que responde claramente a los efectos de nuestra actividad humana seguimos poniendo en graves apuros al planeta como en todos sus recursos naturales, al igual que ocurre con la biodiversidad en general y el futuro de nuestra especie en particular. Cuando me refiero a la actividad humana, quiero manifestar que la misma ha sido fraudulentamente analizada en el marco de un sistema capitalista y patriarcal, devorador de recursos naturales, que arrasa el planeta. "En beneficio de unos pocos".
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